Esequibo
Manifestantes participan en una marcha de apoyo al reclamo territorial venezolano por el Esequibo, el 15 de noviembre de 2023, en Caracas. Foto: EFE/ Miguel Gutierrez

La última semana ha sido cooptada por el tema del Esequibo, con un alcance de blancos múltiples, donde el tema soberanía ha ido siendo desplazado por temas como referendo sí, referendo no, Corte Internacional de Justicia –también sí o no–, amenazas y aprestos militares; y en general, el tema se ha politizado a tal punto, y con tal movimiento de recursos, que nos lleva a la pregunta retórica de: ¿qué es lo que no estamos viendo?

Así como se sabe que el gobierno no está preparado para entregar el poder, también podría anticiparse que tampoco está preparado para involucrarse en una asonada militar, ni contra Guyana, ni contra nadie más. Y ya sabemos que como Las Malvinas no puede ser, porque aquello se trató de un acto sorpresivo e inesperado, mientras que aquí, se dispararon las alarmas y, si contra todo pronóstico ocurriera, pues todos estarían esperándonos. Creo que ya ni patrullar podemos, porque pudieran considerarlo un acto de guerra.

Bueno… ya poco importa todo lo demás, porque el foco se ha puesto en el referendo, y no hay nada que presagie que no se realizará; sí se hará, y llegará el domingo 3 a la noche, se contarán los resultados, y cada uno de los factores involucrados, directa o indirectamente, adentro y afuera, le dará su propia lectura e interpretación. Y allí, con las conclusiones múltiples tendremos una primera pista sobre la forma que irá tomando el futuro, y trataremos de ver un poco más allá.

El lunes 4 ya el juego debe comenzar a desplegarse y quedar a la vista, porque todo el accionar es con perspectiva de corto plazo, y hasta de un día a la vez… en modo reactivo y de supervivencia. Porque lo que ha ido dejando claro el devenir de los acontecimientos, es que, desde nuestro lado, hemos perdido la iniciativa.

El referendo fue una acción defensiva, de perfil comunicacional, y como dice la convocatoria, “no vinculante”, pero que no le aporta ningún nuevo elemento de prueba a la causa, la cual ya está en la CIJ, así no nos guste, así no nos convenga, y así esté fuera del ámbito del Acuerdo de Ginebra, que “fue suscrito el 17 de febrero de 1966, en esa ciudad del país suizo, y se establecieron los mecanismos para iniciar un proceso de revisión discusión y búsqueda de soluciones satisfactorias a una controversia que afecta el territorio y la soberanía de Venezuela y Guyana”. Debido a lo cual, es que parece cada vez más claro que se trata de un acto político con perfil más electoral que de delimitación de territorio y soberanía.

Porque colocado en el contexto de los acuerdos de Barbados, y habiendo probado “las mieles” de la suspensión de sanciones, está claro que la toma de decisiones no deja mucho margen de maniobra, porque si bien Maduro pueda haberse acostumbrado a vivir con sanciones, el resto del chavismo no siente lo mismo y una mala decisión que pudiera hacer a los gringos retroceder, pudiera tener un costo de cara adentro del chavismo que sigue sin estar seguro de quién debería ser su candidato presidencial para el 2024.

Y lo que pareciera cada vez más claro, es que se ha ido construyendo una especie de institucionalidad de cara adentro del chavismo, que da por hecho que debe haber elecciones en el 2024, y que una “nicaragüización” sería solo de última instancia y tendría costos internos muy altos. Por lo que, razonablemente, sí podríamos contar con elecciones para el 2024.

Lo que pudiera asociarse a una campaña electoral nacional, tal vez debería verse como una campaña electoral de cara adentro del chavismo, que es el paso previo (aún no reconocido abiertamente), para poder pensar en una verdadera campaña electoral: estamos moviéndonos en las primarias no declaradas del chavismo. Y así, ya podemos ver un poco más…

Independientemente de quién resulte ser el candidato, del otro lado tendrá a María Corina Machado, quien ha ido aglutinando las preferencias de las bases, dejando casi sin plataforma a los posibles contendientes de la oposición extra-primarias, incluyendo el que más medía, que era “Er conde”. Pero bueno… ese es otro tema, y la prioridad del chavismo ahora, parece ser la propia tropa, donde no están muy contentos.

Hoy, tal vez como nunca antes, el liderazgo interno del chavismo está seriamente cuestionado, y cada decisión, cuenta… a favor o en contra, según el caso. Y entre el Esequibo y las sanciones, tienen razones para estar preocupados.

María Corina
Integrantes de la Comisión de Primarias junto a María Corina Machado. Foto: EFE/ MIGUEL GUTIÉRREZ

Político

Como se desprende de lo anterior, el foco político no está en la oposición sino en el chavismo, que se muestra, de cara afuera, como si no pasara nada, todo bajo el paraguas referencial del caso de los 80 uniformes naranja, que pudieran extenderse si aparecieran más amenazas de contendores potenciales.

Claro que es posible que, en febrero pasado, cuando se descubrió la trama de toma del poder, las condiciones no estaban dadas. Pero desde entonces hasta ahora han pasado muchas cosas y el chavismo ha acelerado su desgaste y generado mayores niveles de descontento en sus bases, por eso es cada vez más potable el tema de una candidatura alterna.

Aún es solo por las redes… pero hay que recordar que antes era traición su sola mención y pronto se hablará abiertamente, apuntando a que este referendo aglutinador se convierta en el ensayo general de las primarias del chavismo, las cuales, si bien aún no están maduras como para convocarlas, en algún momento se deberá “blanquear” la situación; porque la presión va aumentando en la medida que la población la va pasando peor.

El tema del dead line del 30 de noviembre para liberar presos y levantar inhabilitaciones podría ser un check point sobre las verdaderas intenciones del chavismo de cumplir con la manifestación de voluntad de abrirse a lo democrático. Siendo que, para esta administración, el principal riesgo no es María Corina Machado sino una confrontación interna que deje sin defensas a los actuales dirigentes, frente a nuevos (no tan nuevos) que estén libres de sanciones personales y puedan emprender una gira por el mundo sin temor a ser detenidos.

Claro que para eso deben ganar la contienda interna primero, y a María Corina Machado después. Lo cierto es que, a partir del lunes 4 de diciembre, habrá un nuevo juego, el cual no cambiará las condiciones objetivas, pero permitirá tener lecturas más amplias sobre lo que hoy aún no podemos ver.

En el límite del plazo, el 30 de noviembre, el gobierno de Venezuela presentó un protocolo de revisión de las inhabilitaciones, que conduce a que, al final del circuito, el mismo gobierno, a través del TSJ, las levante o las confirme, lo cual lleva a pensar que confirmará la más peligrosa, la de María Corina Machado y levantará la de Henrique Capriles. Lo cual no parece fair play, y lo más probable es que María Corina Machado no se preste a ese juego.

Porque el dead line era para “definir medidas para levantar inhabilitaciones a candidatos de la oposición, comenzar la liberación de presos políticos venezolanos y también de estadounidenses injustamente detenidos” y aún no hay presos liberados y el protocolo no parece razonable. En fin… habrá que esperar…

Social

En realidad, cuando se habla de mejores perspectivas económicas para 2024, apoyándonos en la suspensión de sanciones petroleras, nos referimos a la sociedad como un todo, pero con un impacto interno desigual, que hace que la amplia base de la pirámide, más de 80% de nuestra sociedad no solo no se vea beneficiada, sino que todo indica que empeorará su situación.

Y la razón se encuentra en la brecha de salarios congelados desde hace 500 días, y precios crecientes con una inflación que superará ampliamente 300% al cierre de este año. Lo anterior en un marco recesivo que mantiene muy bajos los niveles de ocupación de la gente. Porque ya tuvimos la oportunidad de experimentar que cuando se liberan los mercados, la actividad industrial crece, y la pobreza disminuye. Bueno… eso no está pasando… hay muchas reuniones y anuncios, pero no se ven resultados.

Se ve que los optimistas, o bien manejan información incompleta, o bien hay un sesgo hacia una pseudo motivación, la cual, al chocar con la realidad, los deja fuera de foco. Me gusta insistir que lo que mejor funciona es lo que yo llamo el “optimismo informado” que no es otra cosa que poner los pies sobre la tierra y tener una lectura completa, la cual casi siempre es multicausal y multifactorial.

Tenemos que lograr que el “mini boom” petrolero que anticipamos para el 2024, se “derrame” de alguna manera, y en un buen porcentaje, sobre esa gigantesca parte de la población que, hasta teniendo trabajo, está bajo la línea de pobreza o no llega a alimentarse con regularidad

Porque resumiendo el perfil social de Venezuela en este 2023 que termina, se caracterizó por una economía en crisis, una emigración masiva, problemas en la educación y la salud, y una violencia cultural prevalente. Y no hay señales de que eso vaya a cambiar mucho en el 2024, a menos que hagamos cambios de fondo.

Chevron
Chevron

Económico

Pase lo que pase con la suspensión de sanciones, si de todas maneras contamos con Chevron, con Maurel&Prom, con Repsol y con Eni, todos con licencias y comfort letters aprobados, mas lo que pueda llegarnos del gas de Trinidad, podemos pensar que en 2024 tendremos un “mini boom” petrolero que hará diferencia con este 2023 que termina, y, por supuesto con los años anteriores.

Ya tenemos al sector privado en vías de despegarse del Estado y operando por su cuenta, por lo que el gobierno debe preocuparse por mejorar la calidad de vida de los venezolanos que están en situación crítica.

Permitirles una capacidad de consumo extra a través de lo que les he propuesto muchas veces, que es un clap virtual cargado en el Sistema Patria y operable a través de una tarjeta de débito, que canalice ese consumo a través del sistema comercial de abastos y supermercados, logrando con eso reactivar el consumo, mover inventarios, y poner nuevamente en marcha el ciclo de pagos-inventarios-cobranzas.

Es importante lo anterior para asegurarnos que, una vez consumidos los inventarios, se ponga en marcha el proceso industrial/productivo, para el reabastecimiento. Es importante evitar la competencia desleal de las importaciones, pero también hacer que la gente pague los productos más caros por ser nacionales ¡primero la gente!!!

Al ser la economía la ciencia de las expectativas, si los actores del mercado creen que las cosas van a mejorar, pondrán todo de su parte para hacer que esto se haga realidad.

Por supuesto que con eso solo no se hacen milagros. Porque no hay manera de que frenemos la inflación y logremos salir de la recesión, sin inversiones, especialmente en el tema eléctrico y de combustible. Y ni que hablar de la infraestructura y el mantenimiento.

Como les decía: optimismo sí, pero optimismo informado.

Y habría que pensar en un escenario optimista según el cual las sanciones continúan suspendidas por, al menos, los 6 meses iniciales, lo cual impactará en las posibilidades de mercado, quedando sujeta la oferta a nuestras propias posibilidades de producción. Y eso, eso es más complicado.

Internacional

En 2018, Guyana acudió unilateralmente a la CIJ, principal órgano judicial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para pedir resolver el diferendo, la cual se declaró competente para examinar la disputa sobre el Esequibo.

El viernes emitió unas recomendaciones provisionales hasta tanto se adopte una decisión final de la controversia donde indica que las partes deben evitar empeorar la situación, “considera que el derecho de Guyana es plausible”, que se apoya en el Laudo Arbitral de París de 1899, que Venezuela no reconoce y se apoya en el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el “único instrumento válido”.

Lo más fuerte del documento es cuando reconoce que es un territorio “bajo administración de Guyana” lo cual hace un corrimiento desde un cierto centro equilibrado de justicia, hacia el lado de Guyana, promoviendo todo lo contrario de lo que pregona (que sería no agravar el conflicto), dando pie a que Venezuela reaccione, intentando “administrar” también ella ese territorio.

Lo cierto es que la actuación de la CIJ, no parece la más justa, sino con una parcialización evidente hacia el lado de Guyana.

El siguiente movimiento debe hacerlo Venezuela como reacción justa y natural, y contando con todo el instrumental jurídico y constitucional, para tomar un amplio abanico de decisiones que no se ciñan a un referéndum, que hasta podría limitar o contradecir los pasos que deberían darse.

Ojalá tengamos la claridad de no mezclar lo interno con este tema, y nos dediquemos a jugar con las reglas que el sistema nos va imponiendo, de forma tal de evitar que nos lleven a un camino muerto, dentro del cual ya no tengamos derechos prácticos reivindicativos.

Si lográramos que las decisiones de fondo se pospusieran, esperando superar las vulnerabilidades que tenemos ahora, ya habrá sido un gran logro, pensando que las siguientes generaciones sigan contando con el derecho que adquirimos con la independencia de España.

Recomendación

  • Al gobierno: que avance sobre el proyecto de CLAP virtual, apoyándose en el sistema de producción, distribución y venta nacional, y asegurándose que no haya intermediarios políticos en el medio. Desde el gobierno hay que dar buenos ejemplos.
  • A la dirigencia opositora: que, especialmente María Corina Machado, siga en contacto frecuente con las bases populares, hasta asegurarse que esas mismas bases sean su carta de habilitación… cualquier otra opción significaría un retroceso.
  • A la dirigencia empresarial: que haga una revisión pública de los resultados de las reuniones políticas y sesiones de trabajo con el gobierno, y mida los resultados obtenidos. Porque desde afuera, pareciera que mucha reunión, mucha declaración y mucha foto, pero no se ven resultados.

 


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