Maduro
Nicolás Maduro. Foto: Prensa Miraflores

Este parece que va a ser un año atípico… aunque el común de los analistas y políticos, siguen evaluando el comportamiento de las variables de entorno –las duras y las blandas- con los mismos parámetros que en el pasado. El síndrome de Estocolmo afecta a todos por igual, por lo que tendemos a percibir el “Maduro eterno”, como si fuera un “hecho dado”.

Y todo indica que el futuro ya no es más lo que solía ser. Ahora tenemos que enfrentarnos a él con la mente abierta y con los pies sobre la tierra, que viene siendo mi prédica en los últimos años. Y me refiero a la topología de la sociedad venezolana que ha ido mutando su arquitectura, y los puntos focales se han ido transformando hasta convertirnos en una entidad real, enmascarada en una virtual, en base a la cual se toman todas las decisiones.

Debido a lo cual el impacto de las decisiones no resulta en lo esperado, sino que se convierte en aleatorio e impredecible. Por ejemplo, en el campo de los negocios, la clase media se ha ido achicando, en beneficio de las clases populares, con un alto contenido de pobreza… pero el empresario sigue tomando decisiones como si eso no estuviera pasando, y lo hace porque ha rigidizado su oferta, mas que nada, arrastrado por la inercia del pasado. Se ve imposibilitado de cambiar sus esquemas mentales, y sigue como si el país no hubiera cambiado.

Lo cual redunda en una caída del consumo que sería razonable explicarla en términos de que la oferta de bienes y servicios ya no satisface cualitativamente las necesidades de la población… la oferta se quedó estancada en el pasado, mientras que la demanda sigue el ritmo de la evolución transformacional que está sufriendo nuestra sociedad.

Otro ejemplo es el tema de los partidos políticos que ya no tienen ninguna representatividad, y ni siquiera son actores políticos relevantes. Mientras todo el manejo y explicación de la política se sigue percibiendo/ analizando como si las cosas siguieran como eran, y no hubieran cambiado.

Porque el mismo gobierno se ocupó de desarticular el sistema de partidos con este tema de la judicialización, que hace que la gente ya no esté segura de cuantos AD o Copei hay, ni cuantos PJ; ni siquiera qué personajes quedaron en cada una de las tantas versiones que se lanzaron. Seguir haciendo la oferta política vía los partidos, es asegurarse de que su mensaje no tendrá repercusiones.

Más allá del desprestigio acumulado que fueron adquiriendo los partidos, que los llevó a que ya no sean tomados como algo serio, realmente son como cascarones vacíos que algunos individuos, sin peso específico propio, usan para tener algún rol, que es más para beneficio personal que para el beneficio de la sociedad, cuya representatividad se arrogan… pero que realmente no tienen.

Los anteriores son dos ejemplos en dos ámbitos de la desconexión entre la dirigencia y la sociedad. Claro que sería injusto colocar a María Corina Machado en ese lote, porque es tal vez la única de los dirigentes que sintonizó con la sociedad actual, y es por eso que tiene los números que tiene: 60% de aceptación entre todos los políticos, incluyendo el chavismo y los alacranes, y 95% entre los políticos opositores.

Y digo que es un año atípico porque el país real ya cambió, y la dirigencia aún no se ha dado cuenta. Y eso se percibe en que las encuestas evitan mencionar el gigantesco descontento social, el cambio estructural en la morfología socio económica, y la profunda pérdida de espacios del chavismo. Por ejemplo, ya no se da por hecho lo del “Maduro eterno”, sino todo lo contrario… aún no se sabe quién será el candidato del chavismo.

Maduro permitiría avances en apelaciones de opositores inhabilitados
Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

Político

A vuelo de pájaro, las posibilidades electorales para las presidenciales de este año –que por cierto aún no tienen fecha– tienen que conciliar la situación interna del chavismo con la habilitación, o no, de María Corina Machado.

Porque del lado de la oposición, a nadie le cabe duda de que la candidata será ella… porque después de las primarias se desinflaron tanto Capriles como Rosales, que eran los candidatos potables para el chavismo.

Y no hay candidato capaz de llegar ni cerca de sus números porque entre todos, sumados, apenas pasarían de 10%… y si llegaran a postularse, posiblemente disminuirían esos pobres números actuales.

Entonces, más allá de quién pueda ser el candidato del chavismo, el tema crítico gira alrededor de la inhabilitación de María Corina; porque si la habilitan (muuuuy poco probable) entonces sería porque tomaron la decisión de entregar el poder, lo cual no sería descartable por el nivel de desgaste del chavismo como concepto, y de sus dirigentes como actores de la sociedad.

Aunque el sentido de supervivencia siempre reconfirma que no deberían entregar el poder… en fin.

Ahora, si no la habilitan pudieran presionar a los alacranes y opositores resentidos para que ella delegue en alguien la candidatura, y que, si ese “delegado” llegara a medir bien en las encuestas, entonces lo/la inhabilitarían también. Ciertos números muestra que el primer delegado solo recibiría 80% de los votos que ella pudiera sacar; y el segundo, podría obtener 80% del segundo. Resumiendo, si María Corina Machado, personalmente pudiera sacar 60%, el segundo sacaría 48%, y el tercer “sucesor” sacaría 39%, lo cual haría posible que el chavismo ganara.

Pero si, por el contrario, inhabilitada y todo, ella decidiera no delegar en nadie, entonces cualquier elección sin ella perdería legitimidad, y el chavismo volvería a “ganar” pero se profundizaría el aislamiento, y se quedaría sin el reconocimiento hasta de sus aliados… no hay más que tener en cuenta a dos de ellos, Pedro Sánchez de España, y Lula de Brasil, que estarían dispuestos a que en Venezuela haya un cambio de gobierno.

Social

Estamos internalizando como normal la crisis humanitaria en Venezuela, porque prácticamente no hay encuestas que la muestren, así como tampoco muestran el inmenso descontento de la sociedad con la situación que nos toca vivir y que le asignan responsabilidad directa al gobierno. Esas señales, como les decía más arriba, no son recibidas, ni procesadas por la dirigencia del país.

Así como compartí en el pasado nuestra percepción de los informes de Encovi, plataforma de alta credibilidad y confianza; ahora comparto las de la cuarta medición del informe de seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) en Venezuela de Hum Venezuela con una visión de las condiciones de vida de la población desde marzo de 2022 hasta noviembre de 2023.

Este informe muestra un aumento significativo en la pobreza, donde “69,6% de la población vive en pobreza multidimensional, con ingresos mensuales en promedio de 102,5 dólares que apenas cubren 12,8% de una canasta básica de bienes y servicios esenciales. La inseguridad alimentaria ha aumentado 45,8%, a pesar de una mejora en la disponibilidad de alimentos debido al aumento en la producción nacional y después de haber bajado a 42,8% en marzo de 2022”.

Las privaciones emergentes de una Emergencia Humanitaria Compleja, ponen en riesgo la vida de la gran mayoría de la población, y esos temas no son abordados masivamente como debería ocurrir cuando se toma consciencia de lo que significa una crisis humanitaria. Porque este tema casi de subsistencia, no es abordado por casi ninguna de las dirigencias de país, ni el gobierno, los líderes políticos, los empresariales, ni los actores de la sociedad civil.

Se llega al colmo de decir que estamos mejor, cuando en realidad no lo estamos, ni existen posibilidades de estarlo, si no se producen cambios estructurales en el modelo de país que tenemos, y que nos ha ido carcomiendo en los cimientos ya desde hace unos cuantos años.

Y no se trata de buscar excusas o culpables (aunque los haya, y estén identificados), sino de buscar soluciones y proponer cambios de fondo. Porque las cosas tienen que cambiar, porque no se puede seguir así.

Y es posible que desde el poder casi absoluto que detenta el chavismo, pudieran surgir las propuestas de cambio; aunque por lo que se ve y escucha desde el gobierno, no hay una disposición para reconocer la crisis, y, por consiguiente, tampoco para actuar sobre ella en forma concreta.

Por eso es que no suena extraño que haya actores alternativos internos, si es que ofrecen algo para cambiar… porque si no van a proponer cambios, y es solo un “salte tú para ponerme yo”, entonces no tiene sentido ni siquiera mencionar esto de la crisis…

“Los datos recolectados por Hum Venezuela durante 2023 muestran que pasaron por esta situación 20,1 millones de personas, con amplias necesidades de asistencia y protección, de las cuales 14,2 millones experimentaron necesidades más críticas y, de estas, 4,2 millones llegaron a un estado severo de necesidad. Sufren privaciones que lesionan o ponen en riesgo sus vidas, integridad, seguridad, libertades y dignidad humana”.

Y como estamos en recesión, las posibilidades de recuperar espacios de trabajo para generar ingresos que los saquen de la pobreza, se convierten en un callejón sin salida… aunque es injusto decir esto, porque la salida la encuentran abandonando del país, donde, según el mismo estudio, “8,9 millones de personas se han desplazado desde 2015”.

Económico

La economía, como un todo, está en una situación de estancamiento que se refleja en una caída del consumo y un efecto dominó, aguas arriba, en el comercio, en la producción industrial y en las importaciones.

Si tuviéramos que concentrarnos en las soluciones, podríamos revisar el destino de las mejoras que podrían desprenderse de aumentar la participación del mercado petrolero formal en el conjunto del negocio petrolero venezolano. Donde, del total esperable para este año de un tope de 800 mil bpd, 20% iría a mercado interno y 30% para exportaciones formales autorizadas específicamente por la OFAC (Chevrón, M&P, Eni y Repsol); otro 30% podría ir a actores como la India y Canadá, apoyados en la suspensión transitoria de sanciones petroleras, y 20% restante permanecería en el mercado informal.

O sea que podría mejorar la oferta de dólares al mercado, lo cual podría reflejarse en una mejora del tipo de cambio, que haga que, con los bolívares existentes, pudieran comprarse más dólares, y que, sin que bajen los precios en dólares, la gente pueda comprar más para satisfacer necesidades.

Tenemos una sociedad que se encuentra en la base de la pirámide de Maslow, y cuyo factor de referencia primaria es el precio; el cual ya no cabe duda que es en dólares. Hoy cualquier política económica debería estar orientada a liberalizar los mercados y permitir al dólar adentrarse aún más en la sociedad, por lo que sería importante que la banca pudiera manejar las transacciones en dólares, con un nivel de encaje adecuado, y devolviéndole algunas de las funcionalidades propias del negocio bancario, como ser el crédito, que hoy, en bolívares, está muy limitado.

El mejor momento que pasó nuestra economía en los últimos 10 años, fue cuando el estado se replegó y facilitó e impulsó la circulación del dólar. Y luego de que, en 2022, retomó su presencia en la economía tomando como bandera del retroceso al IGTF y a la emisión monetaria, volvimos a retroceder, trayéndonos a una situación de mucha vulnerabilidad, especialmente en lo que afecta a 21 millones de venezolanos (del total de 26 millones que somos ahora).

Si se produce una mejora en la oferta de dólares petroleros, la parte que le toca al gobierno (resultante de impuestos y regalías petroleras) debería orientarse a atacar frontalmente a la crisis humanitaria que les mencioné más arriba, aumentando los salarios, y dejando que el sistema de precios de referencia se autorregule, contando ahora con mejores ingresos por parte de la población.

Los cuales puedan impulsar una mayor utilización de la capacidad instalada de planta que nos ha demostrado que es inversamente proporcional al nivel de pobreza. Por cada punto porcentual en aumento de la utilización de planta, puede bajar hasta un punto la pobreza. Y lo importante es que, para esa capacidad mencionada, sí hay electricidad suficiente para sostenerla. Para lo que no hay electricidad es para crecer.

El saludo del presidente. Desde el balcón de la Casa Rosada, Javier Milei saludó a los ciudadanos que llegaron para celebrar su llegada al poder. “Hemos decretado el fin de la noche populista y el renacer de una Argentina liberal y libertaria”, aventuró el primer presidente libertario de su país, quien aseguró que prefiere “una verdad incómoda a una mentira confortable”. El nuevo mandatario, que días después lanzaría su ambicioso (y controversial) plan de ajuste terminó su discurso diciendo: «¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo!”. Foto: Fabián Marelli/ La Nación Argentina

Internacional

El fenómeno Milei está permeando las sociedades de nuestra región pese a que las fuerzas reaccionarias tratan de mostrar que su enfoque no va a funcionar.

Su estrategia para cumplir su oferta electoral de devolver las libertades sociales y económicas, fue lanzar un Decreto de Necesidad y Urgencia DNU, modificando más de 300 leyes, y enviar al Congreso las modificaciones y eliminaciones de más de 600 leyes, con la idea de transformar la sociedad: le pidieron que transforme, y es lo que está haciendo.

El DNU entró en plena vigencia un par de semanas atrás, y solo le frenaron transitoriamente, por un recurso judicial de la CGT, un aparte laboral cuyo impacto más significativo fue el convertir en voluntario el aporte sindical de cada trabajador, que era obligatorio.

Es lo que se conoce como resistencia al cambio, pero esta vez por parte de los poderes enquistados que ven perder sus beneficios mal habidos, y casi siempre dañando o aprovechándose de la sociedad.

Los reportes diarios del vocero presidencial mostrando la baja en el gasto público, comenzando con temas triviales, aunque simbólicos, como el café y galletitas en las oficinas públicas, y los periódicos en papel; y el exceso de vehículos oficiales, y el gasto en celulares; y las estafas de empleados de buen nivel funcional que cobraban planes y bonos para los pobres. El cambio es violento, y los estamentos del poder como el congreso, no estaban preparados para un nivel de discusión tan profundo, y con tanta velocidad.

Los parlamentarios no estaban acostumbrados a trabajar tanto, y a veces dejan pasar cosas, simplemente porque se cansan. Y sería interesante que el grupo de parlamentarios del equipo de “los buenos” logre demostrar que el Congreso es útil a la sociedad, porque el respeto que perdieron con los años, será lento de recuperar.

Se trata de un choque de principios, entre los buenos y los malos, entre el bien y el mal. Cuando Milei dice que lo apoyan las fuerzas del cielo, por cortesía, no está diciendo que los que lo adversan son las fuerzas del infierno.

Y viendo el grado de destrucción que este tipo de gente –el kirchnerismo y sus equivalentes- han producido en casi todos los ámbitos de la vida ciuidadana, no cabe duda de que hay verdadera maldad en su accionar… porque es difícil de entender tanta destrucción, si no fuera un plan sistemático de destrucción.

Pero bueno… ya son el pasado y quedaron en minoría. Ya el cambio comenzó, no será fácil pero la gente de bien, la que trabaja, terminará imponiéndose y podrá apreciarse un cambio para mejor en la Argentina. Y que ojalá, sDq, pueda contagiar al resto de los países que aún siguen en su proceso sistemático de auto destrucción… porque haber llegado a esos niveles, es porque no hubo quién los detuviera… y eso, eso también es malo.

Ah… y al momento de escribir estas páginas, Milei contaba con 80% de aceptación.

Recomendación

  • Al gobierno: que arranque el año con mensajes de liberalidad económica y mayor fortaleza en lo social, con el objetivo de mejorar la vida de la gente, aumentando sueldos y jubilaciones, y creando el CLAP virtual que les vengo proponiendo desde hace tiempo. Si es cierto que puede haber una mayor holgura de ingresos, bueno… que lo aplique a mitigar la crisis humanitaria compleja que es el mayor de nuestros problemas.
  • A la dirigencia opositora: que continúe en la línea de trabajo que está llevando, porque lo están haciendo bien, al alinearse detrás de María Corina Machado, quien ya es reconocida en su legitimidad de origen, hasta por los mismos chavistas… claro que en privado y con discreción. Ahora deberían trabajar en las relaciones internacionales para asegurarse el reconocimiento que necesitarán llegado el momento.
  • A la dirigencia empresarial: que se concentre en desarrollar un estudio de competitividad; porque si bien es un tema que le tocaría al gobierno como referencia para su política económica, todo indica que no están interesados en hacerlo. Entonces, le toca al sector privado llevarlo a cabo.

 


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