Un cartel que dice: "Decido hacer historia. El pueblo venezolano quiere votar en 2024" se ve a través de una bandera venezolana durante una manifestación para "exigir el fin de las violaciones de los derechos políticos y la defensa de los derechos humanos en Venezuela" en Madrid el 6 de abril de 2024. Foto: OSCAR DEL POZO / AFP

Entre el 20 y el 21 de octubre de 2023, parecía impensable que la oposición tuviera una posición unificada de cara a las elecciones de 2024. Tanto en el chavismo como en la oposición, se consideraba que la división era inevitable y que esto desencadenaría una guerra interna. Esta percepción se basaba en una visión tradicional de arriba hacia abajo en la política, donde los líderes marcaban el rumbo y se suponía que la base lo seguiría obedientemente.

Sin embargo, lo que sucedió fue totalmente diferente. La base tenía su propia opinión y, en lugar de seguir a la dirigencia, se identificó con una líder específica, lo cual llevó a que un competidor se ganara el apoyo popular casi en su totalidad, dejando al resto de la oposición con menos de 5% de respaldo en conjunto. Este resultado se reflejó en una primaria donde votaron alrededor de 3 millones de personas, el 22 de octubre de 2023.

A pesar de este cambio significativo, la inercia de la división en la oposición persistió; costó aceptar que una dirigente, en este caso María Corina Machado, hubiera captado la simpatía de la población de manera masiva y transversal en distintos estratos socioeconómicos y partidarios. Esto fue evidente incluso entre los seguidores del chavismo.

A partir de entonces, el gobierno chavista comenzó a actuar de manera reactiva, sin poder anticipar los movimientos de la oposición, lo cual marcó un cambio notable, ya que antes solían ser ellos quienes dictaban el rumbo de los acontecimientos.

La unidad lograda por la oposición y su liderazgo claro también sorprendió a los observadores. Cada paso dado por la oposición parecía ser un hito importante; pero en realidad era solo el comienzo de una nueva etapa. La inclusión de Edmundo González Urrutia en el tarjetón electoral fue solo el principio de esta nueva fase, que hoy estamos viviendo.

Se anticipa que los cinco meses posteriores al 28 de julio, y hasta el 6 de enero del 2025, serán de gran conflictividad política, electoral y social. Esto tendrá un impacto significativo en la economía, especialmente si la oposición gana y el chavismo no reconoce los resultados. Por otro lado, incluso si el chavismo se mantiene en el poder, habrá desafíos significativos de gobernabilidad y la posibilidad de sanciones más severas.

En resumen, los últimos cinco meses del año serán turbulentos y volátiles, y es importante que la sociedad en su conjunto se prepare para enfrentarlos. Si hemos superado desafíos similares en el pasado, como entre 2016 y 2017, seguramente podremos hacerlo nuevamente.

Edmundo González. Foto: Ronald PEÑA / AFP

Político

En general, la mayor parte de la información y discusión pública se centra en la oposición, lo que da la impresión de que es, precisamente ese, el único espacio con problemas internos. Sin embargo, el impacto de este tipo de noticias es ahora mucho menor, considerando que ya hay un candidato opositor claro, que es el sustituto de la sustituta de María Corina, junto con otros dos o tres candidatos que quedaron fuera y algunos de ellos son percibidos mayormente como parte de lo que se ha denominado «los alacranes».

Este término se refiere a aquellos pseudoopositores que fueron candidatos en las elecciones de la asamblea del 2020 y que siguen las directrices del gobierno, lo cual va en contra del concepto de oposición, cuyo rol debería ser contrapesar al gobierno y buscar alternativas a sus políticas.

Por otra parte, del lado del gobierno hay situaciones de potencial conflicto, ya que la candidatura que están presentando no cuenta con un apoyo interno sólido. A pesar de ello, se lleva adelante por la disciplina interna que caracteriza al chavismo, aunque no se están considerando propuestas de cambio en lo económico, político o social.

La prórroga de 72 horas para el reemplazo de candidatos llevó a un acuerdo de unificación entre los precandidatos afines al chavismo, lo que dejó al gobierno sin su competidor planificado, Manuel Rosales. Ahora, parece que el sustituto de Rosales sería Luis Eduardo Martínez, y la contienda electoral pareciera ser entre Maduro y Martínez.

Sin embargo, la candidatura de González Urrutia sigue siendo sólida, lo que dificulta su desplazamiento del proceso electoral. Se espera que, si compite, pueda ganar con una amplia diferencia, lo que podría significar un cambio de gobierno. En caso de que no compita, existe la posibilidad de una alta abstención.

Si González Urrutia es inhabilitado, la candidatura de Márquez podría tomar relevancia, especialmente si María Corina decide apoyarla, todo a último momento, pues contaría con la inercia de ese 80% de la población que ha manifestado su intención y deseo de votar. Por lo que parece difícil, que esa inercia permita que se convierta en abstención.

La fecha del 28 de julio será crucial para el futuro político de Venezuela, ya que cualquier resultado generará tensiones y complicaciones en los últimos cinco meses del año.

Social

La situación social en Venezuela en 2024, según los hallazgos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2023 y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), muestra una realidad marcada por la vulnerabilidad y desigualdad, con problemas estructurales persistentes que requieren de políticas públicas específicas para abordarlas.

A continuación, se detallan los puntos clave:

  • Vulnerabilidad y desigualdad: La Encovi 2023 reveló problemas estructurales persistentes en Venezuela, indicando la urgencia de construir un acuerdo nacional para aplicar políticas públicas que permitan superar las deficiencias sociales y económicas de la población vulnerable. Este estudio se enfocó en ámbitos como el acceso a educación, salud, empleo y servicios públicos, seguridad alimentaria, ingresos, migración y programas sociales, para dar cuenta de las disparidades socioeconómicas e identificar los principales problemas que vulneran los derechos sociales;
  • Diagnóstico continuado: La UCAB, a través de la Encovi, ha estado realizando un diagnóstico continuado y estructurado sobre la realidad social de Venezuela, con el objetivo de proponer alternativas de política pública que ayuden a superar los problemas que aquejan a las grandes mayorías. Este enfoque se basa en la necesidad de un acuerdo nacional para abordar las condiciones estructurales que pueden empeorar o mejorar, pero que requieren de la sociedad venezolana, como un todo, para generar un conjunto de propuestas sobre temas en los cuales la población tiene necesidades colectivas;
  • Acuerdo nacional: La Encovi 2023 instó a los distintos sectores sociales a construir consensos para resolver las deficiencias identificadas en el estudio. La idea es que la solución a los problemas de vulnerabilidad y desigualdad en Venezuela va más allá de los problemas de una región, un gobierno o un momento, y está atada a condiciones estructurales que pueden empeorar o mejorar. La propuesta es que la sociedad venezolana, como un todo, pueda abordar estas condiciones para generar propuestas de políticas públicas que ayuden a enfrentar y transformar realidades.

La situación social en Venezuela en 2024, presenta una imagen sombría y desafiante que se evidencia en:

  • Aumento de la pobreza extrema, pasando de 67,7% en el año anterior a 76,6% en 2023. Se considera que alguien está en extrema pobreza cuando vive con menos de 1,90 dólares al día;
  • Pobreza multidimensional, que incluye aspectos como la vivienda, el empleo, los servicios y el empleo. El 65,2% de los hogares de Venezuela están «en situación de privación»;
  • Entre los factores que contribuyeron al aumento de la pobreza se encuentran la escasez crónica de combustible, que empeoró en 2020, y las restricciones impuestas por el gobierno para frenar la propagación del Covid-19. Estos factores afectaron especialmente a los más pobres, quienes tuvieron dificultades para encontrar trabajo en un país donde una de cada dos personas trabaja en la economía informal;
  • El informe de la Encovi también señala una gran contracción económica, con el Producto Interno Bruto (PIB) venezolano que se contrajo 74% entre 2014 y 2020. Este colapso económico ha provocado una crisis humanitaria, con una de cada tres personas luchando por obtener alimentos suficientes para cumplir con los requisitos mínimos de nutrición;
  • Crisis de desplazamiento: La situación ha llevado a una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo, según la ONU, cerca de 8 millones de personas abandonando el país. La economía venezolana se ha dolarizado ante el escaso valor del bolívar, lo que ha exacerbado aún más la crisis;
  • Claro que también las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, incluyendo las duras sanciones a las exportaciones de petróleo, han contribuido a la crisis económica del país, agravando aún más la situación de pobreza y desnutrición.

En resumen, la situación social en Venezuela es crítica, con altos niveles de pobreza extrema y multidimensional, una contracción económica significativa, y una crisis de desplazamiento masiva, han creado un ambiente de extrema dificultad para la población venezolana.

Económico

A la luz de que ya las sanciones se reimpusieron, y que posiblemente luego del 28 de julio el tema adquiera ribetes de empeoramiento, es bueno revisar dos elementos clave que marcan el devenir de nuestra economía venezolana, la inflación y el ingreso petrolero.

Debemos estar claros que tenemos una insuficiencia estructural en la oferta de bienes y servicios al mercado, la cual se ve estimulada en momentos por las importaciones, que superan a las que nuestro sector industrial puede ofrecer, con una ocupación de la capacidad instalada que ronda el entorno de 30%.

Por lo que el control se coloca principalmente en la política monetaria y cambiaria, para restringir la capacidad de demanda, y así achicar la brecha que se refleja en la inflación estructural. Ahora bien, si desde el lado fiscal hay planes para aumentar la presión tributaria, eso se reflejará, según el tipo de impuestos en los que estén pensando (que seguramente serán los que provean una recaudación casi inmediata sobre el flujo de negocios), en un impacto directo sobre el estado de resultado de las empresas, con impacto sobre los precios primero, y sobre el nivel de actividad después. Lo que si no cabe duda es que la mayor presión tributaria, se convierte casi inmediatamente en inflación.

“En el primer trimestre de 2024, la inflación se ubicó en 7,8% anualizada, según el OVF. Si bien esta cifra representa una leve disminución en comparación con el año pasado, sigue siendo una tasa muy alta que erosiona el poder adquisitivo de los hogares”.

No hay que olvidar que nos encontramos en una situación de equilibrio inestable, donde cualquier estímulo negativo o equivocado, puede convertirse en un disparo asintótico de los valores que precariamente se sostienen con un “respirador artificial”, con estímulos que no surgen del flujo normal de la actividad económica, y que se evidencian en las restricciones al crédito, el encaje del 75% y la inyección semanal de divisas al mercado.

Es posible que un aumento de impuestos “para compensar la caída del ingreso petrolero” (Maduro dixit) se convierta en ese factor de desequilibrio que nos aleje de ese equilibrio inestable que les mencionaba.

 El sector petrolero sigue siendo fundamental para la economía venezolana, y, para este año 2024 no se prevé que eso vaya a cambiar. Sabiendo que estamos operando “en negro” con precios de descuento, con la excepción hecha de la producción de Chevron, la cual está acotada por la GL41 de la OFAC.

Debemos estar claros, especialmente después de la reversión de la GL44, que la oferta de petróleo venezolano no es relevante para EE UU por lo que ninguna de las decisiones que tome el gobierno de Biden (o de cualquier otro presidente) estará influida por ese concepto. Porque no hay que olvidar que lo de Chevron tiene más que ver con la recuperación de la deuda que Venezuela tiene con esa empresa, que con el aporte que pueda hacer al mercado petrolero americano.

Lo anterior es para dejar claro que nuestra vulnerabilidad petrolera es grande y que hace tiempo que dejamos de ser un proveedor confiable. Por lo que el precio del petróleo es solo uno de los factores que influyen sobre nuestra posibilidad de ingresos.

Y la manera de “volvernos confiables”, para EE UU, está asociada a un cambio de gobierno; por eso el apoyo a la oposición y el rechazo y falta de reconocimiento que tienen hacia el chavismo. Seguramente el petróleo venezolano volverá a ser relevante para ellos, cuando se encuentre bajo una administración opositora. Y eso no se ve a corto plazo… podría ser porque hay condiciones para un cambio… pero no se ve.

El tema de las remuneraciones atrasadas también está asociado a las restricciones a la demanda, y difícilmente eso vaya a cambiar. Lo más probable es que se siga compensando con bonos aislados, y, una vez más, esperando que el 1° de mayo haya algún anuncio de aumento. Lo cual es posible por tratarse de un período electoral donde el gobierno tiene que tratar de fidelizar a su gente, y esa es una forma para los que tienen trabajo, así como el CLAP y bonos para los que no lo tienen.

Habrá que ver cómo se comporta la economía en período electoral, porque en general, sigue siendo una economía dependiente del estado y del petróleo. La economía privada aún no ha logrado la masa crítica para ser el soporte de la economía en su conjunto.

Nicolás Maduro. Foto: JUAN BARRETO / AFP

Internacional

De tanto en tanto es bueno hacer seguimiento a lo que pasa en Argentina como un benchmark anticipado que sirva de referencia para la transición que en algún momento deberá llegar a Venezuela. Y que tal vez pueda ser tomado en cuenta por el actual gobierno para tomar medidas que ayuden a mejorar y que la gente recupere la esperanza.

A esta fecha, un poco más de cuatro meses de gobierno, el plan de gobierno de Javier Milei sigue adelante prácticamente sin interrupciones, manteniendo niveles de popularidad superiores a los de la primera vuelta y el balotaje. Esto indica, en términos de feedback, que va por buen camino.

Sin embargo, es evidente que la población en general, especialmente las pymes, no la está pasando bien debido a la recesión, y aunque la inflación ha ido disminuyendo, sigue siendo muy alta y afecta a todos los sectores.

Cada vez que alguien se queda sin trabajo en el sector público, se suma a las protestas, lo que desequilibra la balanza de la aceptación popular. A veces, ciertos eventos, como la reciente marcha universitaria, son exagerados por los medios de comunicación, creando una imagen distorsionada de la situación. Si bien la marcha fue multitudinaria, la presencia de elementos de la oposición y símbolos políticos e ideológicos, exageró su importancia.

Hay que tener en cuenta que los medios tradicionales representan menos de 20% de las fuentes de información utilizadas por la gente. Las redes sociales tienen un impacto mucho mayor, y los analistas televisivos no siempre reflejan la opinión pública real.

En cuanto al gobierno de Milei, se enfoca en la macroeconomía, la eliminación de la inflación y el déficit, y la posición internacional de Argentina. Las negociaciones en Washington buscan fondos para que el Banco Central pueda levantar el cepo cambiario, mientras que el paquete legislativo enviado al Congreso aliviará ciertas presiones económicas y se convertirán en el primer paso hacia el cambio de fondo que podría darse recién cuando se produzca el recambio legislativo y La Libertad Avanza, obtenga (porque todo indica que así será) las bancas necesarias para aprobar lo que no se pudo aprobar en esta primera vuelta.

Es crucial que el presidente y su equipo mantengan la firmeza en este proceso de cambio. Deben cuidarse especialmente de la prensa, que puede ser inconsistente en su apoyo y crítica. Es importante discernir quiénes son los verdaderos aliados y quiénes no lo son realmente.

Para cerrar esta entrega quisiera reflexionar sobre que la marcha “universitaria” lejos de haber sido un retroceso para el gobierno, tal vez significó el mayor espaldarazo de cara al futuro… las pancartas con la hoz y el martillo y la cara del Ché fueron las que marcaron la diferencia… una vez más, el mensaje gramsciano tuvo efecto, pero esta vez funcionó como un bumerang y apoyó el concepto que mantiene Milei, que es que la batalla cultural está por encima de todo lo demás.

Y no hay que perder de vista que, por primera vez en décadas, se obtuvo superávit fiscal durante tres meses consecutivos, y la inflación comenzó a ceder, previendo que a partir de abril comience a estar en un dígito alto por mes, y moverse a 2% o 3% mensual. Tal vez para el año próximo pueda lograrse que ese número sea anual.

Recomendación
  • Al gobierno: que revise el tema del aumento de impuestos que se anunció, porque la decisión debería ser exactamente la opuesta, permitiendo el aumento de la actividad económica, con todo el impacto económico que eso significa. Porque un aumento de impuestos puede echar por tierra todo el esfuerzo monetario que se está haciendo… en fin… deberían revisarlo.
  • A la dirigencia opositora: que una vez consolidado el candidato sustituto de la sustituta de María Corina Machado, debería sostener el silencio estratégico que les ha dado tan buenos resultados, y ha sido uno de los factores que contribuyó en haber llegado hasta aquí. Deben cuidarse del exceso de exposición ante los medios que Edmundo González Urrutia mantuvo esta semana, aumentando el nivel de riesgo comunicacional. Siempre es mejor que la exposición sea vía la noticia de la gira de María Corina Machado, que dé una rueda de prensa… atentos… recuerden que “calladitos se ven más bonitos”.
  • A la dirigencia empresarial: que, en la misma línea de los anterior, sustituyan la presencia en redes y medios por acciones concretas de desarrollar planes de reactivación, que se conviertan en acciones a las cuales se les haga seguimiento. No olvidar que el sector privado no está sancionado, y que ya estamos acostumbrados a sortear el incordio del La única manera de evitar que no cierre ni una empresa más, es buscando y difundiendo oportunidades, que hay muchas y que el secreto consiste en identificarlas y ponerlas en el radar de los negocios. Y EE UU están dispuestos a ayudar a que los negocios genuinamente privados fluyan.

 

 


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