Venezuela, EE UU
El secretario de Estado Antony Blinken conversa con activistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua en Lima. Foto: Cris BOURONCLE / AFP

Nuevamente comenzaron los profetas del optimismo fantasioso a interpretar el intercambio de prisioneros como algo bueno. Hay que decir que, para los involucrados, de lado y lado, fue algo bueno, porque estaban presos y ahora están libres… y eso ya es algo.

Hace meses, cuando en marzo llegó la primera avanzada de EE UU, yo les comentaba que, en realidad, al estar Carstens en la misión, se trataba de una negociación de rehenes, porque hay que recordar que él es el negociador de rehenes de la Casa Blanca. Todo lo demás, fue accesorio a la misión… petróleo, elecciones… nada de eso importaba, y el tiempo me dio la razón…nada de lo que anunciaban (de más producción, de Chevrón, de alivio de sanciones, de abrir consulado) pasó.

Claro en ese momento soltaron dos rehenes en Venezuela, y como nadie de los dos lados explicó nada, pues solo quedaron las especulaciones, las que decían que ahora sí éramos amigos y que el petróleo venezolano podría salvar a Europa; y los que, como yo, les decía que bajaran las expectativas, porque eso no era así… no fue así entonces.

Luego vino la segunda visita la cual seguramente fue más fuerte que la primera, pues les tomó tiempo y costó, de lado y lado, acordar primero, e implementar después. El aparato jurídico que se desplegó en EE UU con perdón presidencial incluido, tuvo un costo político muy fuerte para el gobierno, que desestabilizó y debilitó la posición de negociación global de EE UU con el resto de los países que consideran una amenaza… sus enemigos. Porque las reflexiones de Marco Rubio, parcializadas o no, tienen todo el sentido del mundo; los países enemigos se dedicarán a cazar norteamericanos civiles en el resto del mundo, para luego canjearlos por los que pueda tener EE UU en su poder. Y, a la vista de que los exmilitares quedaron presos, pues ya todos saben que hay que cazar civiles. Pésimo negocio para la administración Biden.

Seguir pensando que el petróleo que tenemos bajo tierra, y que costará sacarlo, es una motivación para lo que está pasando con la relación con EE UU, es no tener tan clara la situación. Venezuela, según los expertos, con todas las condiciones favorables podría aumentar la producción de crudo en un rango de 100 a 150 mil barriles diarios por año.

Y cuando se habla de condiciones favorables, no solo se trata de sanciones o licencias OFAC. Se trata de inversiones y de mantenimiento… sin perder de vista la falta de recurso humano. Y que, por otra parte, lo que siempre ha definido las inversiones y la producción, es el precio del barril… y no hay muchas señales de que vaya a aumentar. Deberíamos tener más claro cuál es el umbral de precio como para que toda la fantasía pudiera convertirse en realidad.

Lo cierto es que EE UU siempre va a anteponer sus intereses a los de cualquier otro. Por eso son la nación que son, que genera admiración y respeto; tanto por parte de los que los quieren, como de los que los rechazan. Por eso es que identificaron como beneficioso el intercambio y se decidieron a pagar el costo.

Con esta nueva situación estamos bastante más lejos que antes de cualquier alivio de sanciones; por eso es que Guaidó seguirá siendo su carta política aquí, y por eso es que seguirán dejando que nosotros resolvamos nuestra situación. Dejando claro que ellos, los gringos, no quieren al chavismo, y sí quieren un cambio de gobierno… pero que lo resolvamos nosotros… con su ayuda, pero nosotros… aquí adentro.

Nicolás Maduro conversa con Cilia Flores. Foto: YURI CORTEZ / AFP

En lo económico, el costo social del freno a la inflación ha sido y sigue siendo altísimo. con una pobreza que supera 90%, y una parte de 10% restante luchando para no caer ahí.

En grandes números, la inflación se combate con recesión; bueno… y otras medidas monetarias y presupuestarias que lo ayudan. La recesión es lo opuesto a actividad económica, que es la que genera empleos y mitiga la pobreza. Ahora que controlamos la hiper, nos encontramos que logramos frenarla, pero en un nivel de precios de referencia muy alto, fuera del alcance de la amplia gama de pobres y pobreza que componen ese 94% de Encovi.

Y a ese nivel de precios, la gente tiene que comenzar a renunciar al perfil de consumo que caracterizaba a la clase media. Porque al anclar el sistema de precios al dólar (60% de la transaccionalidad es en dólares), y al mantener en forma estructural una oferta de bienes y servicios por debajo de la capacidad de demanda, pues los precios (en dólares) tienden a aumentar. El hecho de que los precios suban, no implica que sean inflacionarios, porque los índices de precios mantienen una cierta estabilidad asociada al dólar.

Lo que hace un año compraban 100 dólares en un supermercado, hoy se ha más que duplicado, mientras los ingresos, en dólares, se han quedado rezagados. Es de esperar que el sacrificio social que implican estas medidas, tengan una solución favorable lo antes que se pueda. Pero, sin un plan a la vista, siempre queda la duda de si el sacrificio será en vano.

Tanto en lo social, como en lo económico, la necesidad de un plan es cada vez mayor… nadie quiere invertir si no hay una ruta clara, que muestre hacia dónde vamos y qué haremos al llegar.

Vista general de un estante con productos nacionales e importados en un supermercado en Caracas. Foto: EFE/ Rayner Peña

En otro orden de ideas, hay una economía subyacente, que no se ve, pero que es la que soporta a todo el mundo de los negocios formales. Porque si bien la informalidad ha ido ganando espacios hasta superar la mitad de nuestra economía, hasta esa, la paralela, también se soporta en varios puntos de la parte formal.

¿Y qué es la parte formal? Pues aquella relacionada con las asambleas y los registros, la que deja constancia de la institucionalidad empresarial; la que formaliza las decisiones de las asambleas de accionistas, las cuales, son el verdadero motor de nuestra economía. Y hoy en día en que el Estado se ha replegado de la transaccionalidad económica, pues la economía privada es la que soporta el peso de lo que ocurre y de lo que no ocurre.

Pero si nos concentráramos en lo que sí ocurre, como ser el registro de las asambleas de accionistas, nos encontramos que ocurre lento, y para acelerarlo se convierte en excesivamente caro. Una habilitación cuesta una fortuna… y si no habilitas, pues toma una eternidad.

Cuando digo que el Estado se replegó, me refiero a la transaccionalidad económica y comercial, porque en todo lo demás, como en el caso de los registros, su participación es vital. Y no lo está haciendo bien. Ese ángulo de nuestra economía se encuentra en una tierra de nadie… alguien debería tomar acción y corregir, porque eso se traslada, o bien a los precios, o bien a la lentitud… y en la Venezuela en la que nos encontramos, no podemos darnos esos lujos… ¡Tenemos que ser competitivos!!

La salida de Cantv al mercado de valores, la próxima llegada de las emisiones del BDV, y los anuncios de que en el futuro vendrán los convenios con Pdvsa y las básicas de Guayana, deben ser vistos como una señal positiva alineada con la circulación permitida del dólar y el alivio de los controles.

La pregunta es si esto solo servirá para dinamizar el mercado, o si tendrá un efecto transformacional, que impulse el traslado al sector privado, nacional e internacional, de actividades que, en manos del estado, se encuentran rezagadas en inversión, mantenimiento, tecnología, formación y entrenamiento, investigación y desarrollo, diseño de productos y servicios, y en general el tipo de gerencia privada que hace que las empresas se vuelvan competitivas.

Es un buen primer paso… pero, hasta que no se sepa cuáles serán los siguientes pasos, este primero tal vez no sea tan exitoso (aunque todo el ambiente empresarial intentará que sea exitoso y motivante); porque, en definitiva, las decisiones empresariales de hoy están altamente influidas con lo que se cree que pasará en el futuro…y cuando se trata del estado… pues hay dudas profundas.

Hoy, más que nunca, hace falta un plan estratégico del Estado que muestre sentido de dirección y objetivos a lograr… que muestre la visión de esta nueva etapa neo chavista, la cual, a ojos vista, no es la misma que había antes.

En la región latinoamericana, las estructuras de poder están cambiando; la mitad de los votantes ya no son de izquierda, y los congresos nacionales no les son favorables. Además, las condiciones ya no permiten que cambien las constituciones a su antojo para enquistarse en el poder (claro que siempre están las excepciones que confirman la regla). Mientras tanto en Europa, ocurre algo similar con la derecha ocupando espacios.

La gran diferencia en que ellos están entrando en guerra contra Rusia. Es una guerra que va mutando porque, lo impensable está ocurriendo; que es que, sin participación en el campo de batalla por parte de la OTAN, Ucrania está haciendo retroceder a los rusos. Lo cual implica que los rusos tendrán que escalar el conflicto para ver si por esa vía logran dominar a Ucrania y fuerzan a la OTAN a entrar en operaciones. Y ese escalamiento parece que será el nuclear… es algo así como la fiera herida y arrinconada que siente que ya no tiene nada que perder.

Pero si tienen mucho que perder porque detrás de la arrogancia de Putin hay millones de rusos que aún no entienden por qué es que, de un momento para otro, y por decisiones de su gobierno, el mundo entero les cayó encima y sus vidas cambiaron para siempre.

Claro que eso es en Europa con un concepto más acendrado de libertad. En nuestros países jóvenes, seguimos siendo vulnerables a que este tipo de líderes mesiánicos, se hagan con el poder y ya no quieran soltarlo.

“La muerte de Mahsa Amini, una mujer kurda de 22 años que entró en coma después de ser detenida por la policía de la moral el 13 de septiembre en Teherán, por presuntamente violar la ley que exige que las mujeres se cubran el cabello con un velo o pañuelo” ha desatado una ola mundial de rechazo no solo desde el lado del ser más perfecto que creo la naturaleza, que es la mujer, sino también en contra del islamismo, que ahora, además de tener reputación de terrorismo, la tiene de femicida.

Es posible que esta vez, a estas alturas del siglo XXI, abandonen las prácticas medievales de esa zona, extensiva a lo que les pasa a las mujeres en Afganistán, que son perseguidas, solo por pensar y sentir como seres humanos del siglo XXI, y no como cuasi animales de la edad media. El mundo es para adelante, y no para atrás.

Guaidó
Juan Guaidó. Foto: EFE

Recomendación

  • Al gobierno: que trabaje en el tema de registros y notarías, y facilite el desarrollo empresarial; tienen que lograr que esa parte del estado funcione con fluidez; ya lo lograron con los controles y el dólar; ahora hay que lograr que esta carísima alcabala se levante y permita que el concepto de productividad apoyada desde el estado, cobre verdadero sentido.
  • A la dirigencia opositora: que se dé cuenta de que por el camino que van, no tendrán poder de negociación ni en México ni en ninguna otra mesa donde tengan al chavismo del otro lado. Si quieren resultados diferentes a República Dominicana, Barbados y México 1, pues tendrán que hacer algo diferente. Y no lo están haciendo… están repitiendo una fórmula que no les funciona… a ellos… porque para el chavismo, está perfecto.
  • A la dirigencia empresarial: que continúe con el acercamiento a las bases empresariales y lleguen a una oferta superadora para que, a partir de lo poco que tenemos funcionado, optimizarlo y ponerlo a crecer. Es bueno el enfoque de abandonar la linealidad, y regionalizar el diagnóstico y las propuestas. Por ejemplo, el tema eléctrico visto como un todo parece imposible de arreglar; pero en cada región, según sus características, tal vez puedan destrabar con inversiones focalizadas. Como en todo lo demás, si queremos resultados diferentes, tendremos que hacer cosas diferentes.

 

 


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