Alonso Moleiro
Foto; Archivo

El periodista venezolano Alonso Moleiro asegura que hay que «tener cuidado» en Venezuela para hacer periodismo y que la prensa no puede tratar ciertos temas, como los relacionados con la corrupción del gobierno de Nicolás Maduro, por lo que hay «autocensura y cálculo».

En entrevista con Efe en Madrid, donde Moleiro está pasando un mes gracias al programa de acogida temporal de Reporteros Sin Fronteras, afirma que «hay cosas de las que no se pueden hablar» en radio y televisión. Pero que en el país aún quedan periodistas «dispuestos a seguir haciendo periodismo».

«No se puede hablar de la corrupción oficial, o de los opositores Juan Guaidó o Leopoldo López, te sacan del aire, a mí me sacaron, no me llevaron preso, pero es una línea delgada porque el gobierno te deja, pero un día puede decidir ir por ti», cuenta.

El Nacional

El periodista, corresponsal del diario español El País en Caracas, celebra que al menos haya «zonas donde aún se pueden hacer cosas», aunque denuncia que varios medios sufrieron cierres de sus sedes y han sido judicializados.

«Los medios se han ido a las redes, también por la crisis de papel, a El Nacional le quitaron la sede, lo judicializaron, todos los periodistas se fueron, muchos se fueron del país», recuerda.

Y a pesar de ello advierte que tampoco las redes sociales son un espacio seguro: «Aún se da el debate pero es peligroso porque hay leyes de odio. El  chavismo tiene un proceder que es progresivo y diferenciado, sabe disfrazarse de democracia».

«Se debe administrar lo que dices»

Moleiro confiesa que en el tiempo que lleva en España se ha dado cuenta de que deberá de «tener cuidado» cuando regrese a Venezuela a seguir trabajando. Y reconoce que «uno es valiente sin darse cuenta».

En esa línea, dice que informa «de todo» con «absoluta claridad», siempre «con mucha precisión».

«Hay que administrar con mucho cuidado lo que dices, hay varios periodistas que tuvieron que irse al extranjero, tocaron zonas de la corrupción del gobierno, les tenían procedimientos judiciales para llevarlos a la cárcel y las cárceles venezolanas son una ratonera», declara.

Cree que para hacer periodismo independiente en el país «hay que tener cuidado» y no «personalizar» en ciertas figuras del gobierno porque «ahí sí puedes tener un problema».

«Yo hablo con absoluta claridad, publico mis notas, tuiteo, tengo un espacio en las redes donde digo las cosas como las veo», algo que según recuerda provocó que Maduro le «señalara públicamente» y que lo «sacaran» de su programa de radio.

Los periodistas que quedan

El comunicador subraya que en Venezuela, pese a las presiones, aún quedan periodistas haciendo una labor importante de informar a la población, sobre todo a través de páginas web, que en muchos casos son bloqueadas y tienen que consultarse con una conexión cifrada.

Se refiere a la Alianza Rebelde, formada por varios medios digitales independientes que cuenta con «periodistas dispuestos a seguir haciendo periodismo».

«Venezuela tiene una red de periodistas de investigación, adentro, que es pequeña pero que se ha ganado premios y cuentan historias importantes», señala.

Y es que, según Moleiro, hacer periodismo en el país «es difícil, pero quizá no tan difícil como en otros países» de la región que no cuentan con la atención de la comunidad internacional, como es el caso de Nicaragua.

El periodista agradece que se hable de la situación de Venezuela. «Lo prefiero a que no se hable», sostiene. Pero considera que son los propios venezolanos los que tienen la responsabilidad de sacar la cara por su país.

«Lo que se pueda hacer desde España siempre será interesante, pero el trabajo es nuestro, la responsabilidad es nuestra», concluye.


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