En la actualidad, el póker es un juego de cartas extraordinariamente popular. No solo forma parte de la cultura a través de la publicidad e innumerables películas y programas de televisión, sino que también millones de personas en todo el mundo participan y juegan de manera activa en casinos físicos, casinos en línea o en la comodidad de su hogar.

A pesar de que existen diversas modalidades, ya sea Omaha, Texas Hold’em u otras variantes, el objetivo es el mismo: construir una mano sólida y ganar el bote. Aunque el póker es relativamente fácil de aprender, es posible que la maestría en el juego solo sea posible a través de la experiencia. Ahora bien, ¿cuáles son las estrategias más efectivas para enfrentar una partida? En este artículo, se exploran varios consejos para elevar el nivel de juego.

Aprender las reglas y practicar

Este punto parece obvio, pero de muchas maneras diferentes. En primer lugar porque existen diferentes variedades de póker y en segundo lugar porque conocer las reglas es una cosa y jugar y practicar es muy diferente.

Hay pequeños matices en cada jugada, aunque uno invierte en cada jugada, los demás jugadores y sus reacciones involucran la parte mental. Sumando esto, lo que hace ganar a un jugador es lo mismo en qué versión de póker, es decir, se pueden tener probabilidades muy diferentes en diferentes versiones del juego.

El conocimiento de las reglas es esencial, pero jugar es la mejor manera de aprender y uno de los dos lugares más adecuados y accesibles para hacer que el sitio sea excelente, de la mano de un operador con licencia completa para jugar póquer online.

El poder de la observación

Saber observar a los oponentes es tan importante como saber jugar las propias cartas. A partir delas observaciones, se tomarán decisiones informadas. En este sentido, hay que darse cuenta si los oponentes están mintiendo y faroleando o están jugando con sus verdaderas cartas. ¿Es notable el nerviosismo o entusiasmo? Si la persona está nerviosa porque está arriesgando mucho dinero, hay que prestar atención a los gestos faciales. Generalmente, le costará más hacer contacto visual. Además, se notarán algunos cambios en su postura y cierta inquietud.

En cambio, si la persona se encuentra entusiasmada habrá cambios en la expresión facial, mayor apertura corporal y contacto visual directo. Además, aunque lo intente disimular habrá una sonrisa solapada. Hay que enfocarse en los detalles. De este modo, se podrá saber si realmente el oponente tiene cartas genuinas o si sólo intenta engañar.

Otro elemento clave para leer correctamente a los oponentes es descubrir si son agresivos o pasivos. Esto determinará el ritmo del juego. En base a la intuición, se puede decidir si conviene continuar en la partida o es mejor retirarse.

Comenzar con apuestas bajas

Si bien suena divertido arriesgarlo todo en la primera partida, hay que tener extrema cautela. Si todavía existe duda en los primeros pasos en este juego, se debe tener mucho cuidado a la hora de apostar.

En el futuro, habrá mucho tiempo para las aventuras. Mientras se aprende todo lo que se necesita saber sobre póker, hay que mantener la tranquilidad. Se puede aplicar el mismo consejo para el comienzo de una partida: hay que tomarse el tiempo para observar a los oponentes, conocer sus movimientos y luego arriesgar.

Aumentar la agresividad

A medida que se domine, se aprenderá a aumentar la agresividad en el juego. Todo esto debe hacerse si hay comodidad en todos los aspectos del juego.

Si se está jugando a la variante No Limit Texas Hold’em, existe un límite en la cantidad de manos iniciales antes del flop. Además, si se juegan demasiadas manos, se corre el riesgo de perder la pila de fichas.

Una estrategia eficaz de póker preflop es quizás una manera de mejorar los resultados. Es posible jugarlo con pocas manos pero con intensidad y riesgo. Nuevamente, todo esto si ya se es realmente experimentado.

Aprende a retirarse a tiempo

Este consejo está relacionado directamente con la agresividad del juego. Hay ue aprender a generar un impacto entre los oponentes y contar con la astucia suficiente como para saber retirarse a tiempo.

Si el oponente tiene una buena mano, hay que aprender a ceder. Es fundamental cuidar las fichas para la próxima oportunidad.

El arte del faroleo

Para dominar el juego, hay que aprender a farolear, es decir, mentir sobre las cartas para persuadir a los oponentes y que abandonen la partida antes de tiempo. El riesgo de esta técnica es que es probable que al comienzo no se logre dominar esta técnica, por lo que puede perderse la mano.

Los expertos dicen que la manera más eficaz de lograr el efecto de la mentira en el póker es ir de a poco. Al principio, se puede farolear cartas que tienen posibilidades de mejorar en la siguiente mano, como cuando se está por completar una escalera, un color o incluso cuando se cuenta con una carta superior a dos en la mesa. De esta manera, será más fácil y habrá al menos un respaldo.

Prestar atención a la ubicación en la mesa

La posición en la mesa del póker es fundamental. Cuando se juega en la última posición, es decir, cerca del botón del repartidor, se puede conocer más información de las acciones de los adversarios antes de decidir. Esta ventaja permitirá jugar mayor cantidad de manos, de manera más efectiva.

Mejora los reflejos y la velocidad

Cuando se encuentre en una mano, debe mantenerse la concentración y actuar de manera veloz. Ahora bien, eso no significa que se deba ser el primer jugador en igualar el bote. Las razones son, esencialmente, dos. En primer lugar, no se puede ganar el bote antes del flop si se aumenta. En segundo lugar, se ofrece a los otros jugadores una oportunidad tentadora. Esto hará que se enfrentes a varios jugadores. Por lo tanto, será menos probable que se gane el bote.

La única situación aceptable en la que puedes permitirte igualar es cuando otro jugador ya ha igualado. Esto se denomina over-limping o igualar por encima. Para lograrlo, debes mantenerte en alerta. Puede convertirse en una gran jugada, ya que obtienes grandes probabilidades de bote para unirte a la acción y de esta manera poder conseguir algo bueno en el flop.

Aprender a manejar el bankroll

La gestión del bankroll es muy importante. Para lograrlo, debes se debe exactamente cuánto dinero se tiene disponible para jugar al póker.

Siempre que se juegue, debe tomarse como una cantidad de dinero que ya se ha perdido. Es fundamental evitar jugar con dinero que no pueda permitirse perder. Con una gestión responsable de la banca, se puede jugar con la mente enfocada directamente en el juego. Esto ayudará a tomar decisiones más acertadas.

Desarrollar la paciencia

En el póker, nada es inmediato. Si bien es posible aprender las reglas de manera sencilla, se debe desarrollar mucha paciencia y constancia ante la adversidad. Tiene, además, un elemento azaroso que puede jugar a favor durante un rato y luego resultar todo lo contrario. Para muchas personas, esto puede ser frustrante.

En realidad se trata de aprender a tolerar que las cosas no siempre salen como se esperaba, y en todo caso uno puede retirarse o jugar otra mano. Eso sí: se puede tener suerte una vez, pero si no se desarrolla una estrategia de juego, será muy difícil lograr los objetivos.

El póker es un juego de paciencia y disciplina. Se debe evitar jugar siempre cada mano, se debe saber esperar el momento adecuado para realizar tu gran momento. Si se hace esto, probablemente, el bolsillo lo agradecerá.

Estos son algunos de los tips para desarrollar una estrategia y mejorar en el juego del póker. Pero, en definitiva, lo fundamental es la práctica, la constancia y la paciencia en cada uno de estos aspectos. A medida que pase el tiempo, se irá desarrollando más la propia forma personal de juego. Esto permitirá disfrutar más y contar con mayor dominio de cada partida.


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