Detrás del silencio también se oculta el dolor. La ausencia de ruido puede hacerlo pasar por inadvertido, pero eso no le resta tener en su haber trágicos desenlaces. Algunas mujeres deciden expresarse para frenar el maltrato. Otras, en cambio, prefieren seguir guardándolo.

Patria, Minerva y María Teresa, conocidas como las hermanas Mirabal, no solo tuvieron influencia en República Dominicana durante la década de los sesenta. Su asesinato y activismo político trascendieron para dar origen al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Debido a esto, cada 25 de noviembre la Organización de las Naciones Unidas conmemora esta fecha para informar y sensibilizar sobre los tipos de violencia y las consecuencias que pueden dejar en sus víctimas, más allá de la cicatriz de una herida.

Un grupo de organizaciones también suma voluntades en Venezuela para tratar este tema. Ofelia Álvarez es directora de Fundamujer, una de estas organizaciones que promueve la información como una herramienta de prevención.

Álvarez, quien es educadora y psicóloga social, se ha desempeñado en el área desde 1992 y, con los avances tecnológicos, no deja de recibir mensajes solicitándole asesorías. Muchas pueden ser las preguntas y muchos los temores de enfrentar las respuestas.

Carrera a contrarreloj

En el caso de la violencia doméstica, uno de los 21 tipos de violencia contra la mujer, Álvarez explica que esta empieza desde el noviazgo con las primeras amenazas y prohibiciones, las cuales también pueden provocar que la mujer se aleje de su familia.

Para la psicóloga, uno de los ejemplos en esta etapa son los celos, porque “están socialmente aceptados”.

Con el tiempo, las primeras conductas violentas no solo se vuelven más recurrentes, sino agravantes. La amenaza puede tomar la forma de un golpe y una mala mirada puede venir acompañada de un insulto.  

“Toda persona sabe cuando está siendo violentada, pero claro, tú no te lo esperas de la persona que te dijo que te iba amar para toda la vida o del padre de tus hijos”, comenta la psicóloga. También asegura que el primer paso para actuar frente a una de estas situaciones es preguntar.

 “Ahí es que empieza ese proceso de auto valorar lo que hacemos por nosotros mismos. El mensaje de mi fundación siempre ha sido: ‘No aguantes. Tú no tienes la culpa, no eres la responsable”, concluye Álvarez.


Decálogo para prevenir la violencia contra las mujeres y niñas, por Isabel Zerpa:

Tomemos conciencia de una vez por todas, sobre la importancia de la coeducación, que no significa el mismo número de niñas y niños, de mujeres y hombres en un aula de clases, significa mucho más que esto, significa entre otras cosas, educar para la igualdad de derechos y deberes, para la equidad en las oportunidades y en la participación.

Tomando conciencia de ello y ejerciéndolo, desde la educación inicial, hasta la educación superior, también contribuiremos con la eliminación de la violencia contra las mujeres.


Si desea contactar a Fundamujer puede hacerlo mediante el correo: [email protected]

Para conocer más información de la Red Naranja puede ingresar a http://rednaranja.com.ve/


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