La crisis económica que enfrenta Venezuela ha hecho que la mayoría de los ciudadanos realicen cambios, compras y ventas en dólares para poder sobrevivir ante la hiperinflación.

Las trabajadoras sexuales no se escapan de esta realidad. En el municipio Sotillo del estado Anzoátegui las “damas de compañía” cobran a sus clientes en dólares. La mayoría de los hombres son marinos extranjeros, por lo que las mujeres se trasladan hasta los buques para ofrecer sus servicios a domicilio.

De acuerdo con El Pitazo, ha disminuido la visita a los prostíbulos de hombres de la zona. Una joven contó que la mayoría de los clientes son chinos o coreanos.

La mujer, que no fue identificada, aseguró que la prostitución es lo que le ha permitido mantener su hogar, aunque trabaja en un mercado de Puerto La Cruz.

“La vida en Venezuela se cotiza en dólares, al igual que nuestra labor”, argumentó la joven.

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