Los cuatro representantes máximos del gremio de transporte realizaron ayer en la mañana una asamblea en la sede de la Unión de Conductores del Oeste, en la parroquia La Vega del municipio Libertador, donde informaron que está paralizado 95% de las unidades del sector en todo el país por la falta de repuestos y de mantenimiento, así como por la necesidad de otro aumento de la tarifa urbana.

El presidente del Bloque Suroeste, Pedro Jiménez, detalló la grave situación que padece el área del transporte y advirtió las consecuencias que puede ocasionar en la población caraqueña. “Son miles de familias que cuentan con nosotros; si se paraliza totalmente se creará el colapso definitivo del servicio”, indicó.

Informó que cada día los transportistas hacen milagros para mantener a flote las pocas busetas que quedan en Caracas y expresó que el pasaje debe pasar de 5.000 bolívares a 20.000 bolívares debido a la hiperinflación, es un ajuste que requieren todos los conductores de la capital.

Jiménez señaló que en un documento el gremio solicitó la intervención de representantes del Ministerio de Transporte y de la alcaldesa del municipio Libertador, Érika Farías, para atender la situación que enfrenta el gremio. Recordó que los choferes esperan por la dotación de aceites y repuestos para la reparación urgente de las unidades.


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