El nivel actual del embalse del Guri es de 242,88 metros sobre el nivel del mar (msnm). Ya está por debajo de los 244, cota del inicio del colapso. Solo debe caer 2,88 msnm para que se ubique en la zona crítica de 240.

De acuerdo con Luis Motta Domínguez, ministro de Energía Eléctrica, el Guri pierde diariamente 354,2 millardos de litros de agua, lo que se traduce en un descenso promedio de 15 a 16 centímetros.

La crisis eléctrica depende, prácticamente, de que llueva. José Gregorio Sottolano, presidente del Inameh, indicó a finales de marzo que El Niño durará hasta junio. Aunque, a juicio de ingenieros del Grupo Ricardo Zuloaga, el fenómeno climático ha sido una excusa del gobierno para esconder la deficiencia de la industria.

José Aguilar, ingeniero y consultor internacional de sistemas eléctricos, enumeró los motivos que conllevaron a los problemas de la empresa eléctrica nacional: ocultamiento de información, diagnósticos incorrectos, desinformación, evasión de responsabilidad, indisponibilidad de más de 60% de la energía termoeléctrica, improvisaciones, abuso del sistema de transmisión, evasión de las carencias de distribución, corrupción, ausencia de una cultura efectiva de mantenimiento y abusos negligentes del Guri.

Aguilar es muy activo en su Twitter. A través de la red social asume el rol de un docente para explicar las razones de la crisis eléctrica y sus posibles soluciones. Allí también divulga los apagones en el interior del país, gracias a que retuitea las denuncias de los afectados. “Hay un daño acumulado de mucho tiempo. Estamos a merced de la naturaleza”, expresó.

— ¿Con el nivel actual del Guri, qué debería hacer el gobierno?

El gobierno tiene toda la información para tomar las decisiones, todas deberían ser simultáneas y sin dilación:

– Publicar toda la información del Sistema Eléctrico Nacional.

– Ser transparentes, asumir su responsabilidad y rectificar en su desacreditadora retórica de El Niño.

– Reparar y colocar los megavatios térmicos y aumentar la disponibilidad efectiva y de confianza, cuya cantidad sería mucho mayor de lo que se ofrece tardíamente al país.

– Si la adición de energía térmica es insuficiente, entonces es imperativo tener un Plan Nacional de Racionamiento que incluya a la Gran Caracas.

– No se puede obtener el apoyo de una nación con una aberrante discriminación eléctrica contra los venezolanos de las regiones. Venezolanos somos todos. Racionar sin avisarlo y sin programarlo es un irrespeto a los usuarios. Ello contribuye a elevar la frustración.

—El ministro Luis Motta Domínguez inauguró la planta termoeléctrica Juan de Villegas de Barquisimeto, que aportará 90 megavatios al Sistema Eléctrico Nacional. ¿Qué opina? ¿aún hay oportunidad para impulsar la energía térmica?

Siempre la adición de potencia es bienvenida; sin embargo, debemos poner las cosas en perspectiva y muy constructivamente. La referida planta de 90 megavatios es un proyecto que debió estar listo en diciembre del 2012. Sus turbinas usadas fueron adquiridas en 2010 y, en resumen, la planta lleva 38 meses en construcción y todavía su segunda unidad no ha entrado en servicio.

La salida de la crisis energética es por la vía termoeléctrica, pero se dejó que al país le llegara el agua a la nariz. Eso es un desempeño inaceptable del liderazgo organizacional de Corpoelec.

Hay un déficit térmico de más de 3.000 megavatios. Necesitamos con urgencia recuperar más de 5.000 megavatios térmicos. Una “oferta” de un poco más de 1.000 megavatios no es suficiente.

— ¿Cuál es el mínimo histórico que había registrado el Guri?

El mínimo histórico que había registrado fue de 244,55 msnm. Aconteció entre los días 10 y 11 de mayo de 2003.

— ¿Puede trabajar el Guri con el nivel actual de 242,88 msnm?

Por supuesto que sí, pero son cotas críticas en las que se pueden acelerar los mecanismos de desgaste en los rodetes (turbinas Francis):

– El bajo nivel del Guri causa vórtices que pueden introducir burbujas de aire, las cuales irrumpen el flujo laminar de la tubería de carga causando un desbalanceo mecánico primeramente y, dependiendo de la cantidad de mini explosiones, acelerar el desgaste.

– La cavitación es otro mecanismo que se acelera con bajos niveles de caída hidráulica.

Todos estos son fenómenos manejables siempre y cuando se operen las turbinas en la zona de carga de la “Curva de Colina”.

Los ingenieros y los operadores del Guri deben estar muy enfocados. Tienen que evitar el riesgo del equipamiento más valioso del plantel de generación nacional.

Es perentorio y vital que el personal de campo tenga la suficiente autoridad y respaldo para detener una máquina si a su juicio así corresponde. No deben temer represalias de ninguna autoridad o cuerpo de seguridad del Estado. Basta ya de las fábulas de sabotaje.

— ¿Por qué se dice que Jesse Chacón, y no Motta Domínguez, vació el Guri?

El señor Jesse Chacón Escamillo abusó del embalse del Guri en 2014, cuando el país enfrentaba su octava peor hidrología desde 1950.

Mientras más debió el entonces ministro recortar el uso del Guri, con más fuerza lo puso a operar. Su objetivo fue encubrir el atroz y crónico déficit de energía termoeléctrica. Las matemáticas no mienten. Eso, y no la cantaleta del fenómeno natural El Niño, es la verdadera razón de fondo de la severa restricción energética del país.

La razón de fondo técnico es agravada por el perfil de conducción que exhibe la gestión de la organización de liderazgo de Corpoelec y del Ministerio de Energía Eléctrica.

Tal fue el abuso del ex ministro Chacón que, entre mayo de 2014 y agosto de 2015, el embalse tuvo mínimos niveles históricos. Uno a finales de septiembre de 2014 y otro antes de dejar el cargo. En síntesis, Chacón le extrajo al embalse más de 11.000 gigavatios – hora, en lugar de activar la producción del parque térmico de generación. Esa energía y unos 2.000 gigavatios – hora que malgastó su sucesor, Luis Motta Domínguez, son lo que le hace falta ahora al país.

Adicionalmente, lo único que hicieron estos funcionarios fue sumergir al país en una desenergización brutal. Eso consiguió arruinar la economía nacional y forzar a una reducción del PIB, agravando la escasez y la inflación. Esto ha sido un homicidio electrizante.

El actual ministro, cuando fue nombrado, no se enfocó en lo que debía porque había unas elecciones el 6 de diciembre, así que también abusó del embalse.

— ¿Qué opina sobre que se haya apagado la casa de máquinas 1 para hacerle mantenimiento?

Nada en particular. Novedoso sí porque era inédito, pero se requería hacerle mantenimiento a cuatro unidades en un período de baja demanda como Semana Santa. Eso no es criticable.

Es deplorable que este evento generara tanto ruido en el país. Se emitieron aseveraciones infundadas. A mi juicio de manera irresponsable e inmerecida, sobre todo por el personal de Corpoelec, que estaba haciendo un gran esfuerzo.

Técnicamente no había razón para alarmarse, porque con las ocho turbinas disponibles en la casa de máquinas 2 del Guri había suficiente energía para enfrentar la baja demanda de Semana Santa.

Lo que considero un desacierto fue no haber operado las tres unidades disponibles que quedaban en la casa de máquinas 1 (ya que hay otras tres inactivas y de larga data). Debieron ser puestas a trabajar con las unidades de la casa de máquinas 2 hasta encontrar la combinación que maximizara el factor de conversión hidráulica, y así minimizar el gasto de agua del embalse. Por eso resultó peor el descenso durante Semana Santa.

— ¿Y qué piensa acerca de que Corpoelec no haya informado el nivel del Guri durante Semana Santa?

Deplorable. Corpoelec tiene una sala situacional que monitorea segundo a segundo la situación del Sistema Eléctrico Nacional. Además, están armados de un gran aparato comunicacional con múltiples cuentas en redes sociales. Se dieron el tupé de no informar.

Es una muestra más de un severo problema de altitud de los líderes de la organización. No están a la altura del agudo momento energético que vive el país.

— ¿Cómo funcionaba antes la comunicación entre la industria eléctrica y la población? ¿Ahora se censura la información eléctrica?

La información era abierta. Se obtenía a través de internet:

– Antes había comunicados diarios con balances de potencia y energía. Cesaron el 17 de noviembre de 2010. Nos deben 1.964 informes.

– Antes se disponía de boletines mensuales del comportamiento del Sistema Eléctrico Nacional en la hidrología, la generación, la transmisión y los combustibles. La última vez que se publicó fue en septiembre de 2010. Nos deben 66 informes.

– El último Informe Anual de Gestión del Centro Nacional de Despacho se publicó en 2008. Nos deben siete años de informes.

– El último informe conocido como Anuario Estadístico se publicó en 2013. Los datos para el 2014 y 2015 no son conocidos. Nos deben dos informes.

– El país no sabe cuál fue la demanda máxima acontecida desde el 15 de mayo de 2013.

Esta ausencia de información deja a la sociedad en un estado de completa indefensión. Si tuviéramos información, sería muy fácil desmontar las incongruencias técnicas del mensaje comunicacional del gobierno con respecto a la crisis.

Es más fácil ocultar, mentir y evadir; pero la desinformación tiene patas cortas. Los severos racionamientos no mienten. Ocultar la información del Sistema Eléctrico Nacional, lejos de solucionar la crisis, le garantiza su perpetuidad y agravamiento.


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