La Organización Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) declararon el 14 de noviembre como el Día Mundial de la Diabetes, desde el año 1991, para generar conciencia acerca de la enfermedad.

Este año la organización desea resaltar el rol educativo de la familia en el conocimiento de la enfermedad, su prevención y  su cuidado.

Gricel Ron, doctora especialista en diabetes y cuidados intensivos, explicó en exclusiva para El Nacional Web que la enfermedad se produce en consecuencia de una disminución de la hormona producida por el páncreas: la insulina, que es utilizada por el cuerpo humano para procesar el azúcar y transformarla en energía.

“La diabetes es un compromiso, que inicialmente puede ser inmunológico, en el cual la glándula pancreática ya no produce la cantidad correcta de insulina para metabolizar y utilizar los azúcares o carbohidratos”, detalló Ron.

La doctora enumeró tres señales de alerta para detectar de manera temprana a personas que pueden ser propensas a ser diabéticas o que ya presentan la enfermedad.

“El primero de los signos es la ‘acantosis nigricans’, la cual es una coloración negra en el cuello que significa una propensión a padecer trastornos metabólicos, a futuro, con el azúcar”, explicó.

Además, señaló factores de alerta como los niveles de glicemia -azúcar en la sangre- y presencia de obesidad visceral sin ser una persona con obesa. Considera que estos los signos fundamentales de alerta temprana para el diagnóstico de la enfermedad.

“Los niveles de glicemia ‘border line’, con valores más o menos permanentes entre 100 y 110, indican que el nivel de producción de insulina no es normal. La obesidad visceral representa el otro signo de alarma. Tal obesidad se evidencia en personas que no tiene los brazos muy gruesos, pero poseen una barriga muy prominente. Es decir, un tejido adiposo abundante que puede estar indicando un estigma diabético”, añade la especialista.

El mecanismo más certero para detectar si se padece o no de diabetes, es realizarse un examen de sangre que determine los niveles de azúcar antes y después de comer.

“Los valores normales de azúcar se ubican entre 60 y 80. Una persona puede tener intolerancia a los carbohidratos de carbono, intolerancia a la azúcar y  a las harinas cuando ya sus niveles se están acercando a 110 o 140. Pero cuando tiene valores superiores a 126, en ayunas, o de 200, dos horas después de haber comido, la persona ya es diabética”, precisó.

La especialista explicó, además, que existen dos tipos de diabetes,  asociadas de manera directa con la edad del paciente.

“Existen distintos tipos de diabetes: la Tipo 1, que  se produce en niños con una edad promedio de 10 y 16 años, de manera precoz su páncreas ya no produce insulina. Ellos tienen que inyectarse la hormona de manera diaria porque su organismo no la produce. Ahora bien, el grupo que compone la Tipo 2 está constituido por personas con una edad por encima de los 40 años,  que es cuando va descendiendo progresivamente la producción de insulina”, indicó.

Detalló que la mayor diferencia entre ambos tipos de diabetes es que con el Tipo 1 se desarrolla un trastorno denominado ‘acidosis metabólica’, que puede llegar a ser mortal para el paciente.

“La acidosis metabólica es una respuesta del organismo que, al enfrentar un déficit en la producción de azúcar como fuente de energía, busca una compensación empleando los ácidos. Su desarrollo en la sangre puede conducir a la muerte”, afirmó.

Agregó que existe un tipo de diabetes temporal que puede producirse en las mujeres durante la etapa del embarazo, el cual es denominado científicamente como ‘diabetes gestacional’.

“La diabetes gestacional se detecta en algunas mujeres embarazadas que poseen predisposición genética. Ellas tienen diabetes de manera transitoria, es decir, mientras dura el período de gestación. La aparición de la enfermedad durante este lapso debe ser una campanada de alerta para estas mujeres, pues las ubica como potenciales diabéticas al arribar los cuarenta años, momento en el que ingresarían al grupo de diabéticos Tipo 2”, agregó.

La doctora Ron afirmó que si bien los tratamientos preventivos para los pacientes que tienen mayor propensión a presentar diabetes y aquellos que ya la padecen, incluyen el uso de medicamentos, la manera más efectiva de controlar los niveles de azúcar es mediante una dieta balanceada y actividad física rutinaria.

“El doctor estadounidense Elliot P. Joslin, uno de los mayores expertos mundialmente de la diabetes, afirmaba que, independientemente de todos los fármacos que los laboratorios puedan sacar al mercado, para el cuidado preventivo de la salud de las personas no hay nada que sustituya los beneficios generados por la combinación de una dieta adecuada y la actividad física como parte de la rutina diaria”, apuntó.

La diabetes en Venezuela

La especialista indicó que si bien en Venezuela no existen estadísticas oficiales respecto a un número significativo de enfermedades como la diabetes, dengue, difteria o sarampión, se estima que en el país actualmente la población que padece diabetes es, aproximadamente, de 6%, lo que representa más de 2.000.000 de personas.

“En Venezuela no existe un correcto registro de estadísticas, no sólo con respecto a la diabetes, sino también con respecto al sarampión, al dengue, a la difteria, entre otros. Pero la cifra de pacientes diabéticos es alta. Se considera que más de 6% de la población total de Venezuela es diabética”, dijo.

Gricel Ron calificó como lamentable que si bien el tema escogido este año por La Organización Internacional de Diabetes es el de “La Familia y La Diabetes”, para crear conciencia acerca del impacto que tiene la enfermedad en el núcleo familiar, en el país no se está realizando ningún tipo de prevención ni se esté informando a la población sobre las consecuencias que puede llegar a ocasionar la enfermedad.

“Lamentablemente, en nuestro país, no se está haciendo ningún tipo de prevención. La diabetes es una enfermedad en la que si el paciente no posee suficiente conocimiento sobre ella, irremediablemente va a fallecer con complicaciones severas, como infartos. También se verá atado al penoso proceso de la diálisis. Cabe destacar que en los centros de diálisis la mayoría de los pacientes son diabéticos”, aseguró.

Medicinas y enfermedad vs. crisis

La doctora comentó que debido a la escasez de medicamentos en el país, los pacientes con diabetes no son capaces de recibir el tratamiento de manera oportuna, lo cual está incrementando la tasa de mortalidad.

“Abordar el tema de los medicamentos en Venezuela es duro. En el caso de los diabéticos, no se consigue la metformina, que es un sensibilizador para que la insulina pueda realizar su trabajo de procesar el azúcar. En el caso de los diabéticos Tipo 1, ellos necesitan insulina porque si no van a fallecer. Tristemente, se han dado muchos casos de jóvenes que han fallecido porque no pudieron aplicarse la insulina, pues esta no se consigue en el país”, señaló.

Asimismo, la especialista expresó que los pacientes deben medir de manera diaria, mediante un glucómetro, el nivel de azúcar en su sangre para determinar las dosis de medicamentos que deben ingerir, sin embargo, debido a la crisis de medicinas, esta etapa del tratamiento se ve afectada.

“El paciente diabético debería medir sus niveles de insulina diariamente. Sin embargo se les dificulta, y el panorama se les torna incierto, por la escasez tanto de glucómetros, como de tiras de reactivos en el país”, denunció.

Ron aseguró que en circunstancias normales, las personas diagnosticadas con diabetes deberían ser capaces de vivir una vida totalmente normal, sin que esto signifique una sentencia de muerte, tal como está pasando en Venezuela.

“El paciente con conocimiento de su enfermedad y tratamiento se morirá de cualquier cosa, menos de diabetes”, concluyó.


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