En una pesadilla se han convertido al menos cinco menores, cuyas edades oscilan entre los 10 y 13 años, que deambulan todo el día por las instalaciones del aeropuerto internacional de Maiquetía causando zozobra entre los pasajeros y el personal que hace vida en el lugar. Los menores de edad duermen debajo de las escaleras o sobre los techos de los depósitos del hotel en construcción y ha habido evidencia de que hurtan constantemente, sobre todo entre los turistas apostados en los mostradores para el registro.

Sabiéndose amparados por la ley, en reiteradas oportunidades los jóvenes han burlado e insultado a la Guardia Nacional Bolivariana sin que hasta la fecha los funcionarios de la Lopnna se hayan dedicado a conocer la situación para aplicar correctivos.

El martes pasado, a un ciudadano que salía rumbo a Canadá, en un santiamén le fue arrebatada su maleta rodante; el hecho ocurrió en un momento confuso en que la GNB exigió mover las filas, y el viajero, que prefirió mantener el anonimato, apenas si se percató de que lo despojaron de la valija en la que llevaba no solo su computadora, sino sus documentos académicos apostillados para seguir estudios en el exterior.

“A toda hora los comerciantes y pasajeros son azotados por esos muchachos. Cuando anuncian la llegada de algunos vuelos, corren a colocarse detrás de los pasajeros para sustraerles sus carteras; además, les piden dinero y comida”, expresó uno de los taxistas que labora en la terminal y no quiso identificarse. La “pandillita” desvalijó una taquilla donde se ofrecía información de las líneas: “Se robaron el monitor, el teclado y desbarataron el pequeño local para llevarse todo”.

En ocasiones se les ha visto ingresando en la zona de aduana que es un espacio restringido y dando pie a persecuciones por parte de las autoridades que nunca los alcanzan. “Se ignora dónde están sus padres y de qué sector provienen. Lo cierto es que tienen un par de meses haciendo de las suyas en este aeropuerto”, recalcó el conductor.


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