Mientras los venezolanos padecen desde 2016 el calvario de la falta de gas licuado de petróleo o de bombona, en Punta de Mata, estado Monagas, 56 millones de pies cúbicos diarios del hidrocarburo son lanzados a la atmósfera. “Estamos hablando del equivalente a 30.000 cilindros diarios de gas, con 10 kilos de capacidad cada uno, que podrían destinarse a los hogares”, dijo el sindicalista Luis Hernández, director del Frente de Trabajadores Petroleros de Monagas.

En septiembre de 2017 envió una comunicación al entonces presidente de Pdvsa, Nelson Martínez, en la que advertía sobre la situación y los correctivos que se debían aplicar. En enero pasado mandó otra al actual jefe de la estatal, Manuel Quevedo, sin embargo aún no ha recibido respuesta, informó.

“Para aprovechar el gas que se desperdicia en el mechurrio en Punta de Mata, el cual contamina el medio ambiente e incide en la salud de la gente, estaba previsto construir una planta procesadora del hidrocarburo, pero Pdvsa no ha hecho las inversiones necesarias”, añadió.

El dirigente destacó que en otras áreas operacionales de Pdvsa se viven  situaciones similares, que “involucra volúmenes importantes de gas asociado al petróleo lanzados a la atmósfera y, además, grandes pérdidas económicas”.

Los monaguenses, afirmó, madrugan y hacen largas colas en las plantas para que le llenen una bombona de 10 kilos y pagarla en un bolívar soberano, pues de no ser así tendrían que recurrir a los bachaqueros que la venden en 50 y 100 bolívares.

Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, agregó que el problema del suministro de gas licuado de petróleo a las comunidades empeora cada vez más porque no hay suficiente oferta para cubrir la demanda de 50.000 barriles diarios.

“El mercado interno registra un déficit de 15.000 barriles por día de gas, un combustible que es consumido por 85% de los hogares del país”, aseguró Freites. Explicó que las cifras fueron suministradas por expertos del área de gas de Pdvsa, quienes están preocupados por la escasez del producto y las numerosas protestas en el país en zonas populares y de clase media. Según el Observatorio de Conflictividad Social en octubre hubo 571 manifestaciones por las fallas en los servicios, entre ellas, el  suministro de gas 40.

Recordó que en el pasado las refinerías producían 177.000 barriles al día de GLP, gas licuado de petróleo, de los cuales 60.000 se exportaban y el resto abastecía a las familias y la petroquímica. “Con la caída sostenida de la explotación nacional de crudo –a 1,17 millones de barriles diarios en octubre reportada a la OPEP por las fuentes secundarias– ahora no hay producción de GLP porque las refinerías no reciben casi crudo para sus procesos y la planta de gas de Jose (Anzoátegui) cubre solo 15% de la demanda nacional”, dijo.

Resaltó que Pdvsa se ve precisada a importarlo como lo hace con la gasolina, el diesel y los lubricantes: “Sin embargo, por sus problemas de flujo de caja, la empresa debe priorizar qué producto trae para el mercado interno, lo que implica racionamiento, fundamentalmente en el interior del país”.

Consumidores de parroquias en Caracas se quejan constantemente del sobreprecio y de la entrega irregular de las bombonas que vienen cada vez más deterioradas. “Antes el camión venía dos veces a la semana, ahora si acaso una vez”, expresó Flora Rodríguez, ama de casa, en una cola en San José.

Otra usuaria, que pidió no mencionar su nombre, contó que viene de Guatire, estado Miranda. “Una hermana en Caracas me lanzó el dato y vengo a comprar la bombona porque donde vivo el camión pasa más de un mes sin  llegar y además, de pagar la bombona, debes darle al repartidor un kilo de arroz, caraotas o pasta para que te la aparte”.

Esta es una razón, indicó, por la que no quieren la presencia del Comité Local de Abastecimiento y Producción en la distribución del gas. “No te venderían la bombona si no eres de la zona”, afirmó. Vecinos de un edificio en Candelaria narraron que el consejo comunal y el CLAP hace tres meses hicieron un censo para determinar los apartamentos que usan cilindros, pero hasta ahora compran directamente el gas en el camión.


El Dato

12 millones de 15 millones de bombonas de GLP que circulan en Venezuela están defectuosas con 1, 2 y 3 pruebas septanuales vencidas, informaron  fuentes del sector. “Pese a las sugerencias de los fabricantes y expertos, Pdvsa descuida el seguimiento y cumplimiento de las normas de calidad y seguridad en el manejo y mantenimiento de los cilindros”.


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