El proyecto Jóvenes y Escuelas Agentes de Paz responde a una deuda con jóvenes con muy pocas oportunidades para desarrollar sus planes de vida en un país como Venezuela, marcado por una profunda crisis social, política y económica. La iniciativa es de Asociación Civil Paz Activa, en alianza con la Unión Europea.
Está dirigido a adolescentes de entre 12 y 14 años de edad, cursantes de séptimo y octavo grado de educación básica. Jóvenes que se encuentran en entornos vulnerables y cuyas condiciones familiares, académicas y socioculturales se han visto afectadas especialmente en los últimos cinco años.
El proyecto se aplica gracias la discriminación positiva, que consiste en poner las oportunidades al servicio de los adolescentes a través del componente de formación Acción Afirmativa. Se practica en países desarrollados para solventar los déficits sociales o étnicos.
El sociólogo Luis Cedeño, director ejecutivo de la Asociación Civil Paz Activa, explica que en Estados Unidos, esos programas se implementan en poblaciones minoritarias de asiáticos, latinos y afroamericanos que debido a su condición étnica han caído en pobreza estructural. O a quienes la misma sociedad les ha negado oportunidades.
Cedeño indica que en Venezuela se trata de un asunto de clase social. “A los sectores más desfavorecidos de la sociedad se les niega sistemáticamente oportunidades que pueden estar disponibles para otros sectores más privilegiados”, dice.
Y añade: “El déficit de oportunidades ha colocado a muchos jóvenes en riesgo de entrar en patrones de violencia, pertenecer a una banda delictiva y tratar de solventar sus problemas económicos a través de acciones delincuenciales. Mientras que en el caso de las jóvenes, asociarse también a actividades delictivas o quedar embarazadas”.
Del liderazgo negativo al proyecto de vida sustentable
El proyecto Jóvenes y Escuelas Agentes de Paz se desarrolla en los primeros años de la vida del individuo, etapa en la que se definen pautas de comportamiento frente al medio que lo rodea.
“Queremos contrarrestar esta tendencia histórica en Venezuela. Dándole a los menos favorecidos oportunidades que solo se le darían a personas que tienen muchos méritos. A pesar de que estas personas parecieran no tener méritos para acceder a estas oportunidades, ellos aportan un liderazgo negativo dentro de su grupo», indica el especialista.
Agrega: «Si esas personas están en actividades que son negativas, delincuenciales o rompen normas dentro de su esquema vivencial, entonces otros los seguirán. Si nosotros podemos darles oportunidades singulares y únicas a estos individuos, ellos pueden aprovechar esas oportunidades y convertirse en líderes positivos”.
¿Qué contempla Jóvenes y Escuelas Agentes de Paz?
El esquema plantea la sustitución de indicadores negativos por herramientas que permitan hacer un proyecto de vida positivo a través de talleres en áreas de la vida social del adolescente “donde van a tener entendimiento sobre cosas que no las tenían, con apoyo psicosocial y de artes y oficios con la oportunidad de producir y desarrollar alternativas ante el ocio”, indica Cedeño.
El proyecto abarca ocho planteles, de los cuales cinco están adscritos al Movimiento de Educación Popular Integral Fe y Alegría: Colegio Presidente Kennedy, en Petare; U.E. Virginia de Ruiz, en La Silsa; Colegio Dr Prisco Villasmil, en Antímano; U.E. Padre Joaquín López, en la carretera Petare/Guarenas, y la U.E. María Inmaculada, en Petare.
Otros tres, dependen de la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas, en la región Barlovento; U.E. Cristo Liberador, U.E. Argelia Laya y U.E.P. María Auxiliadora, en el municipio El Hatillo, estado Miranda.
“En una intervención de casi dos años, a estos muchachos se les dan herramientas psicosociales que les permitan enfrentar entornos sumamente complejos, que logren superar”, dice Cedeño.
La Unión Europea, a través de su programa de cooperación en ambiente y derechos humanos para trabajar el asuntos de paz y reconciliación en Venezuela, actúa como ente financiero del proyecto.
Otras asociaciones civiles como Ágora y el Centro Lira implementan talleres y programas de reconciliación y paz junto con padres y representantes, así como la comunidad educativa.
Con información de Nota de Prensa.