Un total de 3.500 pacientes psiquiátricos que están hospitalizados en 68 centros de reposo adscritos al Instituto Venezolano de Seguros Sociales podrían ser desalojados en las próximas horas si el organismo se niega a saldar la deuda que desde enero mantiene con las clínicas que se han quedado sin recursos para costear alimentos y medicinas.

Ayer, desde las 9:00 am, familiares de los pacientes, así como trabajadores del sector salud protestaron frente a la sede del organismo, en la avenida Baralt, para exigirles a la jefa de la División de Recursos, Yoilet Briceño, y al ministro de Salud, Luis López, quien fue designado director de la institución en noviembre de 2017, que fijen posición ante el problema planteado.

Ada González, relató que su hermano Daniel González, diagnosticado hace 20 años con esquizofrenia y trastorno bipolar, fue desalojado temporalmente del Instituto Residencial del Este donde se mantuvo hospitalizado durante 10 años. “Lleva 5 días en la casa y ha comenzado a tornarse agresivo. La medicina se le acabó. Vivimos con nuestros padres, que son hipertensos, y siento temor de dejarlo con ellos. Me dijeron que si no hay respuesta del IVSS, mi hermano no volverá a la clínica”, indicó.

Amparo Ruiz relató que su hijo Jackson Maldonado es paciente esquizofrénico y tiene más de una semana descompensado sin alimentos ni medicinas en la clínica Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la urbanización Los Chorros: “Me llamaron y me dijeron que ha convulsionado varias veces. Necesita antipsicóticos inyectables. Tengo miedo de que lo desalojen, vivo sola y si se pone violento podría matarme”.

Mónica Santo Domingo, vocera del comité organizado de la casa de reposo Corazón de Jesús, aseguró que ayer en la mañana murió el cuarto paciente descompensado por falta de alimentos y medicinas. Indicó que otras 30 personas recluidas están en estado severo de desnutrición. “Toda esta situación ha generado crisis y shock nerviosos en nuestros pacientes. Es responsabilidad del IVSS como representante del Estado darnos una respuesta”, recalcó.

Álvaro Villegas, director administrativo de la residencia socioasistencial Santa María, explicó que hasta diciembre de 2017 el IVSS canceló 40.000 bolívares por cama para atender a los 3.500 pacientes fármacodependientes. Explicó que la directiva de la institución, a través de un acuerdo verbal, prometió reajustar el presupuesto a 270.000 bolívares diarios por paciente a partir de enero. Sin embargo, enfatizó en que hasta la fecha continúan sin recibir los recursos.

La deuda del organismo con los centros de reposo asciende a los 71 millardos de bolívares y agregó que, en promedio, son necesarios diariamente 1.000 platos de comida para garantizar una alimentación balanceada a los enfermos. “Exigimos el pago de lo que nos deben. No tenemos comida para alimentar a los pacientes y si no recibimos respuesta comenzaremos a enviarlos a su casa”, dijo.


Sin cupos y sin opciones

Desde junio del año 2016 no hay cupo para admitir a nuevos pacientes en las 68 clínicas de reposo adscritas al IVSS, denunció Álvaro Villegas, director administrativo de la residencia socioasistencial Santa María. “Rotondaro cerró el envío de pacientes sin ninguna justificación. Fue una orden sin argumentos”. Mónica Santo Domingo, vocera del comité de la casa de reposo Corazón de Jesús, catalogó la decisión como una violación al derecho a la seguridad social. “Le corresponde a quien cotiza el seguro social. Hay una gran cantidad de pacientes con trastornos mentales que están en su casa cuando deberían estar hospitalizados. ¿Qué sucede, entonces, con todo ellos?”, se preguntó.


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