He leído esto en algunas menciones que declaran a Los asesinos de la luna, la cinta de 2023 de Martin Scorsese, como un producto que no está a la altura. Desde un punto de vista es cierto que no reemplazará en el pedestal a Taxi Driver o a El toro salvaje, ni mucho menos defenestrará a Buenos muchachos o Casino, ni tendrá el impacto en el cine de Calles peligrosas ni la taquilla de El lobo de Wall Street. No, no es mejor que las mencionadas. Eso es verdad. Aun así, desde otra mirada, estamos en presencia de una obra que está, entre lo mejor de este año y que se merece un sitial entre todas las anteriores.
Los asesinos de la luna presenta la historia real de la matanza de los indios de la nación osage en los Estados Unidos de inicios del siglo XX. Tras hallarse petróleo bajo los territorios indígenas, los osage se habían vuelto acaudalados terratenientes, despertando la codicia del hombre blanco. Estamos en Oklahoma y el antagonista de turno será William Hale (Robert De Niro), un millonario local quien recibirá a su sobrino recién vuelto de la guerra, Ernest (Leonardo DiCaprio), a quien incorporará a su fuerza laboral. En una de esas, Ernest servirá de chofer a la osage Mollie (Lily Gladstone) con quien desarrollará un afecto. Hale verá en esta relación la oportunidad de desplegar una más de las fechorías con las que viene acumulando poder por décadas: usar a Ernest para matar lentamente a Mollie y su familia y —matrimonio de por medio— quedarse con todo lo que les pertenece.
Serán tres horas y media de narración. ¿Demasiado? El irlandés y Casino también se iban por las tres horas cuando por lo general los metrajes del gran Martin oscilan en las dos. En épocas del “cine como parque de diversiones”, que según Scorsese es lo que propone Marvel con su treintena de películas de superhéroes, Los asesinos de la luna se toma el tiempo necesario para cuajar, desplegando y resolviendo sus misterios al ritmo del director. El ojo adormecido por la estética del cine fast-food quizá lo haya olvidado pero la historia del cine está llena de ejemplos de metrajes extensos y desde D.W. Griffith hasta Akira Kurosawa, pasando por André Tarkovski, todos dirigieron clásicos que duraron lo que debieron durar. Para más ejemplos, cada uno de los filmes de El señor de los anillos de Peter Jackson en su versión extendida excede las tres horas –solo El retorno del rey roza las cinco horas. Y ni se hable de los clásicos del cine de Semana Santa, comenzando por Los diez mandamientos y Ben-Hur.
Como planteamiento visual, Scorsese impone un reducido uso del digital. Todo en pantalla son locaciones reales, automóviles de época, vestuarios al detalle, sets e instalaciones erigidas en la gran tradición de Hollywood para demostrar acaso cómo se hacen las cosas.
El universo de Scorsese es de hombres y en eso no hay mayor cambio. Este es un estudio de la codicia que funge a la vez de condena a los vicios capitalistas a partir del trono desde el que Hale opera en las sombras y la ambigüedad de los sentimientos de Ernest por las consecuencias de sus actos. Mollie se ubicará entre el cruce de dos fuegos.
Conforme progresa la historia —adaptada del libro de no-ficción homónimo de David Grann— entendemos que el destino de Mollie será convertirse en el daño colateral de un nuevo enfrentamiento entre machos como ocurriera en Cabo de miedo, El toro salvaje o quizá desde la primera cinta del director neoyorkino, ¿Quién llama a mi puerta? de 1967, donde un debutante Harvey Keitel le hacía la vida trizas a su hermosa chica por sus rutinas de aprendiz de matón y su culpa católica. Lily Gladstone había estado haciendo roles menores pero su destino a partir de esta cinta es el de pasar a las grandes ligas como Margot Robbie hace solo 10 años con El lobo de Wall Street. Gladstone brilla con una serena dignidad allí donde su Mollie solo puede presentir su horrible futuro. Por las limitaciones de ser mujer en esos tiempos o acaso porque el dinero no le compraba un rango mayor para tomar decisiones entre su nación india, Mollie apenas podrá maniobrar para defender a los suyos, los cuales morirán a la vez que ella misma se aleja de la vida.
Los asesinos de la luna no trae los movimientos más agresivos de cámara pero sí la edición decisiva a cargo de otra referente, Thelma Schoonmaker, quien lleva ya medio siglo editando los filmes de su amigo Marty. En especial quedé impresionado por la mano firme del montaje en los primeros quince minutos que resuelve montones de información con astuta elegancia visual. El homenaje de Scorsese a los días radiales en la última parte no es el punto más fuerte del filme pero sí es su toque cándido e inesperado. Como lo son las apariciones de nombres como John Lithgow o Brendan Fraser. O un Jack White por ahí. Sí, el líder y mitad de los White Stripes. Cómo iba a faltar en una cinta de Martin Scorsese un toque de rocanrol, aún si estamos en una cinta ambientada en inicios del siglo XX.
Eso sí sería preocupante.
FICHA TÉCNICA
Película: Los asesinos de la luna (Killers Of The Flower Moon)
País: Estados Unidos
Año: 2023
Director: Martin Scorsese
Protagonistas: Robert De Niro, Leonardo DiCaprio, Lily Gladstone
Disponible en: Cines