Colombia
Fotografía principal: Lukas Rodríguez / Pexels

Al finalizar tres días de trabajo arduo, en los que se llevó a cabo la cumbre más importante en temas de sostenibilidad y economía verde de Colombia, me encontré con Joaquín Caraballo, quien no solo fue el creador del evento; es también una de las personas que más conoce del tema en el país. Fue director de los programas de Gerencia Ambiental y Gerencia y Práctica del Desarrollo en la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. Actualmente es CEO de W2W, Miembro del Consejo Directivo de la Fundación Natura y Consejero del Sector Ecológico del Consejo Nacional de Planeación. Esta es su visión sobre la realidad que viven actualmente Colombia y América Latina, y los retos a los que la región debe enfrentarse para llegar a la carbono neutralidad e intentar dar vuelta a una historia que parece ir directo hacia el abismo.

—¿Qué se entiende por economía circular y por qué es hoy la tendencia más fuerte en temas de sostenibilidad?

—La economía circular es un modelo de producción y consumo que se basa en tres principios: diseñar para no tener residuos, mantener los materiales dentro del metabolismo industrial la mayor cantidad de tiempo posible (reusar el plástico, por ejemplo) y evitar extraer más material del medio natural, de manera que la naturaleza se pueda regenerar.

Es una tendencia fuerte porque es la mejor forma en que las organizaciones pueden aprovechar las oportunidades de la sostenibilidad. La economía circular les permite ser más competitivos en el mercado, reducir costos, ahorrar y vender más, generando mayor valor. La economía circular se define en oposición a la economía lineal, que es aquella que toma del medio natural, lo transforma, lo comercializa y bota el residuo.

—Durante Expo Circular y Carbono Neutral, el exministro de Medio Ambiente, Carlos Eduardo Correa, aseguró que Colombia es líder en esta materia. ¿A qué se debe?

—Colombia desde hace mucho tiempo viene liderando estas conversaciones en temas ambientales. En el año 1974, creó el primer código de recursos naturales del continente. Y en 1993 fue uno de los primeros países en tener un Ministerio de Ambiente.

En el año 1992 se llevó a cabo la Cumbre del Río, que es la convención de medio ambiente más grande en la historia de la humanidad. Y allí Colombia tuvo un papel preponderante, porque logró traer ideas y montar el Ministerio de Medio Ambiente y todo el sistema nacional ambiental. Esto ha llevado a que suscriba una serie de compromisos ambientales y convenciones.

Hay que aclarar que los objetivos de desarrollo sostenible, como concepto, fueron desarrollados en Colombia, a través de la Cancillería y el Ministerio de Ambiente, liderados en su momento por Paula Caballero. Ella conceptualizó unos elementos que iban mucho más allá de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas. Entonces, podemos decir que Colombia cuenta también con ese patrimonio. Es decir, en Colombia hay política, hay normativa y también hay proyectos. Incluso, Colombia es el país que más empresas tiene registradas y que reportan al estándar GRI (Global Reporter Iniciative).

La economía circular se define en oposición a la economía lineal, que es aquella que toma del medio natural, lo transforma, lo comercializa y bota el residuo.

—¿Cuáles son las banderas de Colombia en ese sentido?

—Las banderas de Colombia tienen que ver con iniciativas bajas en carbono e innovación en el sector agropecuario, a pesar de que no se ha masificado. Por ejemplo, hablando de economía circular, tenemos unas cadenas muy fuertes en reciclabilidad del PET, que es la botellita de plástico, como la de Coca-Cola: estas se logran reciclar hasta en 50%. En otros países de Latinoamérica eso no se logra.

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En Colombia el PET se recicla hasta en 50%. / Mali Meader / Pexels.

—¿Cuál fue el papel del Gobierno anterior y qué le espera al nuevo Gobierno?

—El gobierno, en materia ambiental, era bastante errático y confundía. Por ejemplo, hubo unas declaraciones sobre áreas marítimas muy fuertes al final del periodo, por tratar de ganar unos méritos internacionales. Pero de nada sirve declarar si no se puede gestionar. Por ejemplo, hubo declaratorias que ya venían de tiempo atrás y el gobierno no fue capaz de vigilarlas. La deforestación en el período de Duque llegó casi a 700 mil o 750 mil hectáreas. Este es el principal problema ambiental del país y no fue atendido.

En materia de cumplimiento ambiental, los indicadores que estaban en el Plan Nacional de Desarrollo dejaban mucho que desear. El gobierno Duque le deja una deuda al país en temas ambientales: hubo mucho mensaje, pero no hubo acciones específicas.

Por otro lado, podemos decir que fue importante la creación de la primera estrategia de economía circular del continente. Pero muchas veces, nos acostumbramos a hacer esas declaraciones y no tenemos cómo materializar muchas de las acciones que ahí están contenidas.

El nuevo gobierno tiene esto como un asunto principal en su agenda, así que tendrá que avanzar rápidamente en atender estos temas ambientales que están en mora; en especial, la deforestación.

Creo que para el gobierno Petro es un asunto prioritario y tiene equipos robustos en temas ambientales, respondiendo a un llamado desde múltiples espacios de la sociedad civil. Esto lleva a que las metas a corto y mediano plazo sean comenzar a generar más proyectos de mayor impacto para migrar a una economía circular y verde, desde los emprendimientos, los negocios y demás.

—¿Cómo está el resto de la región en estos temas?

—El resto de países en este tema va uno o dos pasos atrás. Por ejemplo, en responsabilidad en la producción de empaques y envases, ningún otro país tiene una normativa robusta ni cadenas de reciclabilidad fuertes. En términos de carbono neutralidad todavía, aunque hay compromiso, las empresas no lo han adoptado tan fuerte como en Colombia.

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Joaquín Caraballo, CEO W2W y uno de los creadores de Expo Circular y Carbo Neutral.

—En su opinión como experto en temas de medio ambiente, ¿qué tanto margen tiene el mundo de dar un timonazo y quizás cambiar el rumbo que llevamos?

—Es difícil de responder para muchos de los que estamos en este campo, pues estamos más allá que acá. Es decir, ya pasamos esos límites y nos damos cuenta de que ponemos al planeta en una coyuntura compleja. Los ciudadanos del mundo tenemos que tener el propósito de garantizar que haya justicia transgeneracional: no les podemos dejar a futuras generaciones un planeta sin la capacidad de regenerarse y sin el mismo nivel de bienestar de hoy en día.

Ahora, hay que tener en cuenta que un cuarto de la población vive en la pobreza extrema y así es muy difícil, porque nos enfrentamos al tema de la educación. No podemos pedirle a una persona que no tiene qué comer que se comporte como un ciudadano que tiene la forma y el tiempo para llevar materiales a reciclar o comprar productos con más criterios de sostenibilidad. Así que estamos viendo el abismo y parece que tenemos ganas de saltar hacia allá, porque ya sabemos desde la ciencia qué es lo que pasa.

Creo que para el gobierno Petro la sostenibilidad es un asunto prioritario y tiene equipos robustos en temas ambientales, respondiendo a un llamado desde múltiples espacios de la sociedad civil.

Hay otro concepto que tiene que ver con el día en que nos consumimos los recursos del año. En Colombia tenemos un día que sucede entre julio y agosto, eso quiere decir que a mitad de año nos hemos consumido todos los recursos como país. Eso muestra que el modelo de producción y consumo no es sostenible, no es regenerativo. Ya es un asunto de vida o muerte, por lo que ahora lo que nos toca es mitigar y adaptarnos. Ya hemos hecho mucho daño y hemos cometido muchos errores.

—Hablemos de la creación de Expo Circular y Carbono Neutral ¿Quiénes estuvieron desde el principio ideando todo lo que sucedió? ¿Y cuál fue el aporte de cada uno?

—Este evento fue motivado por W2W, auspiciado por el Consumer Good Forum, Ministerio de Ambiente, GIZ, La Unión Europea. Fue una idea mía para darle un cierre al gobierno, o más bien, a cuatro años de la creación de la estrategia nacional de economía circular.

Vimos esta oportunidad como una forma de articular, recoger, integrar, gestionar la información, terminar de identificar, revisar los avances y motivar nuevas conversaciones.

A este proyecto se unieron el Consumer Good Forum, el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Comercio, el DNP, GIZ y la Unión Europea. Luego fueron llegando otros actores que vieron en este espacio un escenario ideal.

Los aportes de cada uno fueron desde su conocimiento y su capacidad. La verdad fue muy bonito porque fue un proceso de innovación abierta y permitimos que, bajo una estructura flexible, todos tuvieran algo que aportar. Eso permitió que los actores tuvieran la visibilidad que querían y, al mismo tiempo, sumarse a un esfuerzo colectivo.

—Desde la experiencia de W2W, líder en el tema de economía circular, ¿cuáles son los logros a hoy y los grandes objetivos a corto y mediano plazo?

—No creo en los protagonismos, sino en los esfuerzos colectivos. En estos hay unos que asumen diferentes posiciones y W2W ha asumido una posición de liderazgo, lo que ha logrado que el tema se eleve en la agenda a nivel público y privado, gracias a que somos muy buenos en los que hacemos: metodológicamente, articulando a los actores, y conociendo muy bien el ecosistema. El éxito está en combinar la ambición con la humildad, asumir con responsabilidad la posición de liderazgo, darle espacio de juego a todos; porque en definitiva, si vamos a cambiar el modelo de producción y consumo, tenemos que ser muchos los que estemos haciendo esfuerzos en diferentes dimensiones.

Reducir, reutilizar y reciclar, tres claves de la sostenibilidad y la economía circular. Vlad / Pexels.

—¿Podríamos hablar de algunas de las empresas más comprometidas con el tema en Colombia? ¿Cuáles son ejemplo en economía circular?

—Quiero resaltar que en Colombia hay muchísimas empresas del sector privado con un alto compromiso en economía circular. Es difícil hablar de una sola, pero uno ve empresas nacionales (de diferentes materiales) muy comprometidas: Grupo Familia, Carvajal Empaques, Alquería, Davivienda, Bancolombia, Aval, o Ecopetrol, entre muchas otras. Esto ya hace parte del lenguaje cotidiano, por eso, hoy en día hay empresas de múltiples sectores que lideran las conversaciones y han bajado la guardia de la competitividad, para entender que esto se trata más de cooperativismo. Los gerentes de sostenibilidad, que en su mayoría son mujeres, son personas muy preparadas. Hay que destacar que existe un liderazgo femenino muy marcado.

—Evidentemente hay un importante grupo de empresas, entidades y personas trabajando en el medio ambiente y en alcanzar el carbono neutralidad. Sin embargo, ¿qué tan grande es la brecha entre este grupo de personas y la gente común?

—La carboneutralidad es un mensaje que se está dando desde el mundo corporativo, pero es un mensaje con poco fondo, porque, cuando quieres lograr la carboneutralidad de tu organización, puedes salir a comprar arbolitos y listo: no cambias mucho de la operación. Haces lo que se llama una compensación voluntaria o huella, o incluso obligatoria (off setting), pero el reto está en el In setting, que es lo que hace la economía circular, que es cambiar los modelos de producción y consumo. La brecha es inmensa, considero que 99,9% de la población del mundo no tiene ni idea qué es la economía circular. Sigue siendo una discusión de nicho, pero creo que todavía hay oportunidades y esperanza.

Los ciudadanos del mundo tenemos que tener el propósito de garantizar que haya justicia transgeneracional: no les podemos dejar a futuras generaciones un planeta sin la capacidad de regenerarse y sin el mismo nivel de bienestar de hoy en día.

—Hablemos un poco de la historia de W2W y de sus planes a futuro.

—W2W se seguirá posicionando a nivel nacional como un referente para facilitar la economía circular en el país, trabajando con diferentes organizaciones en ese propósito. Somos líderes y eso nos hace muy felices, pero sin duda tener una posición de liderazgo implica poder estar en la capacidad de que otras organizaciones también tengan un rol que cumplir y se empoderen. El propósito es seguir creciendo: hemos abierto operación en México, en Ecuador y en Chile, recientemente.

—¿Cuál es el mayor reto de W2W?

—Hoy en día, el mayor reto de W2W es poder mantener el entusiasmo en el entorno o realidad colombiana alrededor de la economía circular, elevando y garantizando el nivel y calidad de la consultoría. Otro reto fuerte es crear el primer fondo para la economía circular en América Latina, que es una de las tareas que estamos adelantando para garantizar que haya más hechos que discursos, para que comiencen a darse proyectos robustos.

—¿Cuál es su principal mensaje para la humanidad?

—Hay un mundo por reinventar y la economía circular será el vehículo. Garanticemos que le sacamos provecho a los kilómetros que nos da ese vehículo.

 


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