La defensa del diputado opositor venezolano Gilber Caro, que inició una huelga d ehambre el lunes como exigencia para que sea trasladado desde la cárcel común en la que se encuentra hacia un penal militar, denunció hoy que le fue negada la visita al político, así como a sus familiares.

«En Tocuyito (cárcel donde está recluido en el centro del país) nos dicen que está suspendida la visita familiar y de abogado», dijo la defensora Theresly Malavé en una nota de prensa del partido Voluntad Popular (VP), en el que milita Caro y fundado por el político preso Leopoldo López.

La abogada señaló que se ha pautado en tres oportunidades la audiencia de su defendido «y no se ha dado».

«Ellos (el gobierno) saben que Gilber es inocente y que lo sembraron (implantaron pruebas falsas). Por eso, exigimos que se garantice el debido proceso, que sea trasladado» a la cárcel militar de Ramo Verde, penal al que Caro pide ser trasladado, «o en su defecto, que sea liberado», indicó.

Asimismo, el coordinador nacional político de VP, Juan Andrés Mejía, responsabilizó a la ex ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Valera, y al director del Servicio de Inteligencia (Sebin), Gustavo González López, de la integridad de Caro.

«Gilber Caro tiene 4 días sin consumir alimentos y arriesgando su vida. En las últimas horas se coció la boca como medida extrema para que las autoridades entiendan esta situación. Gilber es diputado electo a la Asamblea Nacional y hoy está en una situación inhumana», dijo Mejía.

El pasado lunes, Caro ya había advertido a través de una carta que se cocería los labios como medida de presión para que respondan su solicitud de ser trasladado.

Caro fue detenido el 11 de enero por agentes del Sebin y, según el Gobierno, fue «capturado en flagrancia» en el céntrico estado Carabobo cuando «portaba un arma y explosivos, material de guerra de uso exclusivo de la Fuerza Armada».

La oposición venezolana y organizaciones defensoras de los derechos humanos lo consideran un «preso político» del Gobierno de Nicolás Maduro.

Por último, la hermana del diputado, Yeidy Caro, indicó que ha sido testigo junto a su madre de los maltratos que ha sufrido su hermano.

«En una oportunidad, él mando una carta a su hija y una de las custodias se la quitó. El martes fui a la cárcel y le pedí al subdirector que me atendiera y después de varias horas, me atendió y me dijo que mi hermano se había cocido los labios. Le pedí hablar con él, pero no lo permitió», agregó.


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