Por ROSE AUSLÄNDER
Sueño de mil alas
Sueño de mil alas
zonas prohibidas
nosotros: habitantes de
cuatro dimensiones
Amarga discordia entre hermanos
la hermana serpiente
dulce como una sirena
disecciona tu mejilla
Un valiente joven arbusto
le obsequia follaje
al sepulcro de los padres en el
polvo perdido
Un rostro de monje severo:
Savonarola o
de un muerto similar
duro y áspero
La letanía de la lluvia cae
en costas desnudas
relojes y urnas
versos y desiertos
La ciudad al revés:
de los sótanos y las jarras
gotean estrellas que
nunca se secan
Navegar bajo la tempestad
Un monstruo
de cien cabezas
se asoma a la nave
bocas lascivas
Meto una
mariposa en la
maleta de corcho
ella tiene que vivir
si yo no logro
llegar al prado
(Ayer apareció la
difunta madre un radiante
delfín fuera del agua
ni me vio)
Hago un pacto
con el Sol
tu autógrafo Majestad
¿mañana pasado mañana?
¿Cuándo será hoy?
El pueblo Domingo
Detrás del muro del lunes
queda el pueblo Duminika
lo visito con placer
en mi tiempo libre
Conmigo llevo mi monte favorito
el Raréu
y a la gitana que un día
el futuro me regaló
Los pastos lloran conmigo
porque a mi perro lo envenenaron
los vecinos del lunes
Él era un sabio que dominaba
el idioma de todos los olores
Los campesinos me agasajan
con leche pan de cereales
e historias bordadas multicolores
El pueblo Duminika es verde
verde el río
y los pastores tallan verdes Doinăs
con sus flautas alentadoras
El padre
En el patio del milagroso rabino de Sadagora
el padre aprendió los arduos misterios
Sus peyets entonaban leyendas
sus manos sostenían el bosque hebraico
Árboles de letras sagradas extendían sus raíces
de Sadagora a Czernovitz
El Jordán desembocaba entonces en el Pruth –
mágicas melodías en el agua
El padre las cantaba aprendía y cantaba
la herencia de sus ancestros se hizo una
con bosque y agua
Detrás de los pastos cerca del molino
estaba la escalera soñada
apoyada del cielo
Jacobo la utilizó en su batalla con los ángeles
siempre venció su voluntad
De Sadagora a Czernovitz y
de regreso a la Corte Sagrada circulaban los milagros
hacían nido en un sentimiento
El muchacho estudió el cielo conoció la magnitud
de los ángeles sus distancias y la cifra
era un versado en el laberinto de la Cábala
Un día el diecisieteañero quiso ver
el otro lado y
se fue a la ciudad mundana
se enamoró de ella
y prendido se quedó
Un Jasid de Sadagora
Un anciano de ochenta años
Su barba rezaba blanca
en el pecho
En su caftán
los ángeles descansaban
del esfuerzo de vuelos mundanos
La corona del Sabbat
el shtreimel
era su único ornato
Sus párpados caídos
su mirada enmarañada de velos
vivía en la capilla
Lunes y jueves de ayuno:
ligero sea el cuerpo
su comida: alabanzas
Meciéndose al ritmo de
oraciones bíblicas y otras
palabras sagradas
Pocas palabras –
el mundo aparente no se discute
no se aborda con nutrido interés
apariciones son fantasmas
al Ser (¡no se pronuncia el nombre!)
debe servir tu espíritu
En la torá de rollo doble
hay luz y canción
dice la historia popular
Contempla a la amante:
en traje de terciopelo bordado en oro y
su corona de adorno
si tus labios se permiten besarla
puedes tomarla del brazo
y bailar con ella bailar
en honor al Señor
Así bailó el Jasid de Sadagora
con otras Jasidas
Pruth
Ahí están chirreando los guijarros en el Pruth
nos rasguñaron fugaces bosquejos en
las plantas de los pies
Narcisos acostados en la superficie del agua
nos abrazamos a nosotros mismos
En la noche arropados por el viento
lecho relleno de peces
pez de oro la luna
Susurros de rizos en las sienes:
el rabino en caftán y con shtreimel
rodeado de Jasidas felices
Pájaros –no sabemos
sus nombres su grito
atrae y aterra
Nuestro plumaje también está listo
los seguimos
por encima de maizales
oscilantes sinagogas
Siempre de vuelta al Pruth
Pueblo de la Bucovina
Nido de golondrina
bajo el tejado
vuelos azules en agosto
Maraña de guijarros
tercas espinas en la corriente
sauces inclinados donde
el bote amarrado suspira
Almadías pasaron volando
la cresta del viento
alisó el oleaje
agachada arrastró el anzuelo
un aleteo y arriba
Entonces la fronda
recibió a los cantantes
tú, ruiseñor, gloria de la aurora
más tarde el tordo en el
enramado de sombras
impávido el dulce tintinear
y tú, cuco oscuro
siempre llamando
Reposo nocturno en
bancos de madera rústica lacónicos
los viejos el más joven toca
canciones ucranianas
con el acordeón
Nosotros los niños
vamos guiados por el hada del cuento
Mesita cúbrete
o en la alfombra voladora
hacia el Oriente
Gira el anillo
y nos columpiamos
entre el cielo y el aquí
Israel I
Las colinas corretean
la pelusa verde en las mejillas
El joven bosque
protege
los viejos terruños
Las palmeras se mantienen firmes
en la ráfaga de Sol
Ven nube
paradójica compañera
a calmar
el frenético azul
Una montaña de cactus eres tú
Israel
habitada por duendes
Ellos llevan tus vástagos
a todos los países
Apoyados
en la vara del Cantar de los Cantares
subimos
tus espinas
Ordeñamos
los enjutos años dorados
Plantamos cedros
Esperando el
comienzo
Para que ninguna luz nos ame
Vinieron
con afiladas banderas y pistolas
derribaron todas las estrellas y la Luna
para que no nos quedara ninguna luz
para que ninguna luz nos amara
Entonces enterramos el Sol
Hubo un eclipse solar infinito
La presente selección pertenece al libro: Rose Ausländer: Hacia la vida. Obra temprana (1939-1969). Traducción y prólogo de Geraldine Gutiérrez-Wienken. Alción Editora, Córdoba (Argentina) 2023.
Referencias
N. de la. T.: Doinăs: lírica popular rumana que expresa la relación hombre – naturaleza, sentimientos de añoranza y desconsuelo. Hay Doinăs de amor, pastoril, sobre el exilio, la pobreza, el destino o la mitología popular.
N. de la T. El shtreimel es un sombrero de piel llevado por judíos ultraortodoxos casados. Los judíos jasídicos lo llevan durante el Shabat y otras festividades judías. Rose Ausländer “alemaniza” Schtreimel zu Stramel.