FRANCISCO COELLO, CORTESÍA DEL AUTOR

Por NELSON RIVERA

¿Existe algo semejante a una “crónica resignación” en la cultura de los asuntos públicos de Venezuela según la cual la eficiencia es una ambición de la empresa privada y la ineficiencia del sector gubernamental? ¿Es válida la percepción de que el sector público venezolano ha sido, salvo excepciones, históricamente ineficiente?

Hay que decir que el sector público puede llegar a ser eficiente y eficaz siempre y cuando se cumplan algunas condiciones (hay que decir que esto aplica en cualquier país):

1.- Que el Estado se centre en áreas claves (educación, salud, seguridad) y no se disperse en infinidad de asuntos que la condenarán al fracaso.

2.- La acción del Estado debe estar cimentada en grandes consensos, tanto de partidos políticos como demás actores (sociedad civil, empresas, Iglesia, Universidades…).

3.- Esos consensos deben incluir algunos pilares (aunque no los únicos) como la meritocracia, el apartidismo (clara separación de Estado y gobierno) y planes de largo alcance (que trasciendan y  mantengan un esfuerzo sostenido más allá de los cambios de gobierno).

4.- Incorporar a la sociedad en la resolución de problemas que aborde el sector público (por ejemplo, alianza del Ministerio de Educación con Fe y Alegría para la recuperación de escuelas, aprendizaje de buenas prácticas, financiamiento para aliviar la presión sobre las escuelas públicas y, en general, apoyar las iniciativas educativas privadas con vocación pública, como diría Luis Ugalde). Este modelo podría ser replicado en todas las áreas que son competencia del Estado como ha ocurrido en otros países.

Volviendo al caso de Venezuela, podríamos decir que siempre que se han cumplido las condiciones anteriores el desempeño del Estado venezolano ha alcanzado niveles destacados y meritorios. En otras palabras, no estamos condenados a la “crónica resignación” y es posible disponer de un aparato estatal que haga bien su trabajo y facilite el desempeño privado de los ciudadanos.

Se suelen citar algunos casos de organizaciones del Estado —Petróleos de Venezuela, los primeros tiempos del Metro de Caracas, la Biblioteca Nacional, y otras, como casos de eficiencia. Y se los asocia a personas/personalidades: al general Ravard, a José González Lander, a Virginia Betancourt. Como si la eficiencia de las organizaciones dependiera de unas personas y no de la estructura corporativa. ¿Qué puede comentar al respecto?

Sobre  los casos que mencionas y otros que se podrían citar (Museo de Arte Contemporáneo, Sistema de Orquestas) es muy cierta la presencia de un liderazgo notable. Sin embargo, en dichos casos, los liderazgos y sus logros fueron acompañados por organizaciones que se caracterizaron por disponer de grupos de profesionales y expertos de alto nivel.

En otras palabras no existiría, en el caso venezolano, una contradicción entre liderazgo y trabajo en equipo. De hecho, las personas que hemos mencionado fueron líderes de sus respectivos proyectos porque supieron rodearse de personas con un alto sentido de compromiso con el país y gran preparación profesional. No por casualidad en cualquier texto sobre liderazgo se hace énfasis en que entre las características de un buen líder está la de saber acompañarse, así como tener la humildad de saber delegar, junto con la capacidad de promover el trabajo en equipo.

Puedo dar testimonio de este fenómeno en la administración pública, pues trabajé por 15 años en el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas (Iabnsb). El indiscutible liderazgo de la socióloga Virginia Betancourt fue acompañado por las recomendaciones que comenté en mi respuesta a la primera pregunta, y que se tradujeron en una organización  moderna, con equipos de alto desempeño, profesionales muy bien formados y líderes en sus áreas. Esto es algo que se olvida, por razones obvias tiene mayor proyección el líder que está en el tope de la jerarquía, pero en el caso que comento, el Iabnsb disponía de profesionales que mostraban liderazgo en las diferentes áreas que conformaban la institución. Y en los otros casos exitosos mencionados podemos encontrar esos liderazgos en diferentes áreas de cada institución, no tan visibles pero que son esenciales para el éxito.

¿Hay antecedentes en Venezuela o en América Latina de organizaciones especializadas en formar personas para los gobiernos y no para las empresas?

En América latina destacan las siguientes instituciones:

  • Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo (EALC), ubicada en Colombia. Esta institución es reconocida por su enfoque en políticas públicas y administración gubernamental.
  • Escuela de Gobierno y Transformación Pública (EGTP). Se encuentra en México y es reconocida por su enfoque en la formación de líderes públicos y la promoción de la innovación en el sector público.
  • Escuela de Gobierno y Políticas Públicas (EGPP), en Chile. Destaca por su enfoque interdisciplinario en el estudio y la práctica de políticas públicas.
  • Escuela de Gobierno (EG), Perú, es conocida por su enfoque en la gestión pública y la formación de líderes para el servicio público.
  • Escuela Nacional de Administración Pública (ENAP), situada en Brasil, esta institución es reconocida por ser una de las principales escuelas de gobierno en América Latina, ofreciendo programas de formación en gestión pública y políticas públicas.

Como puede verse son numerosas y tienen enfoques diferenciados. Demuestra que la calidad de la gestión pública es una preocupación en toda la región.

¿Es compatible la militancia política con la gerencia pública? ¿Se debería exigir a los funcionarios públicos que no pertenezcan a ningún partido político? ¿Es posible despolitizar la administración pública? ¿Es necesario hacerlo?

Lo expresaría de este modo: hay que despolitizar al sector público, pero no a los funcionarios. A fin de cuentas el activismo político o la pertenencia a un partido político es un derecho de cualquier ciudadano.

Para despolitizar el sector público hay que volver al status que teníamos en 1998, donde era posible distinguir el Estado del gobierno de turno, así como la distancia de éste con respecto a los otros poderes públicos (Legislativo y Judicial). Está previsto en la ley que hay cargos del gobierno que son de libre nombramiento y son decisión del presidente (ministros, viceministros, presidentes de institutos autónomos, entre otros), pero hasta en esos casos las personas designadas mostraban una trayectoria en el área correspondiente. Hay que indicar que el resto de los cargos del sector público estaban regidos por una Ley de Carrera, que explica que tuviéramos funcionarios que podían desarrollar toda su vida profesional en el sector público.

Esto último permitió que se pudieran dar cambios de gobierno durante 40 años sin que el Estado dejara de funcionar y se mantuvieran políticas de Estado en áreas clave (petróleo, sistema eléctrico, educación, cultura…).

Laboré durante 15 años en la administración pública y nunca me pidieron un carnet partidista, aun cuando tenía compañeros  que podían tener simpatías e incluso militancia. La despolitización del sector público pasa por la meritocracia, el respeto a las normas que regulan los RRHH y la idea compartida de que el Estado pertenece a la nación. Al contrario de lo que padecemos en la actualidad, donde los poderes públicos del Estado están sometidos a un solo poder (el Ejecutivo) y éste, a su vez, es visto como un apéndice del partido en el poder.

¿Qué es una escuela de gobierno? ¿Qué ofrece a sus estudiantes? ¿En qué se diferencia, por ejemplo, de una escuela de gerencia? 

La Escuela de Gobierno Mercedes Pulido se centra en la convicción de que cualquier proceso para enfrentar la crisis sistémica que abruma a Venezuela requiere de un Estado modernizado en sus capacidades organizacionales, su diseño institucional y su recurso humano. Sin esta exigencia será inviable cualquier buena intención de relanzar a la nación a un período de progreso, inclusión social y respeto a los derechos humanos, así como el desempeño de un Estado como aliado de la sociedad y no como un obstáculo.

Es por ello que la escuela se plantea como objetivo principal constituir y consolidar una instancia que desarrolle actividades de reflexión, formación de recursos humanos y formulación de políticas públicas, programas sociales y de liderazgo.

Es importante hacer énfasis en el tipo de público al que estamos dirigidos, que consiste en activistas políticos, sociales y comunitarios distribuidos por todo el país (nuestros egresados provienen de todas las entidades federales), quienes son el motor de sus organizaciones y que no disponen de ofertas formativas en sus respectivas zonas. Por ello nos hemos enfocado en el uso de clases a distancia, lo que hace posible una experiencia más inclusiva y además basada en un modelo donde la capacidad académica está en función de mejorar la incidencia y el impacto social de nuestros egresados.

¿Podría ofrecernos un balance de la gestión de la escuela hasta ahora?

Hasta el momento se han realizado siete cohortes del Programa Básico y otras siete cohortes de los Programas Especializados con profesores de alto nivel de Venezuela, España y Estados Unidos. Se han recibido 7.000 postulaciones y luego de un proceso de selección, hemos alcanzado la cifra de 588 egresados.

El Programa Básico pretende dar una formación integral que atiende las siguientes áreas: Contexto socio-político venezolano, Comprensión y defensa de los DD HH, Venezuela en el contexto internacional, Planificación estratégica y control de gestión, Equipos de Alto desempeño, Gerencia en situaciones de crisis, Digitalización y gobierno electrónico y Herramientas de Comunicación política. En cuanto a los contenidos  de los Cursos especializados se movieron, entre otros, por Estrategia y  Comunicación política, Periodismo ciudadano e infociudadanía, Relaciones Internacionales en la actualidad.

Desde nuestros inicios hemos realizado eventos presenciales como master class, encuentros de reflexión y análisis con expertos, talleres con nuestros egresados para evaluar temáticas y proponer soluciones. Es muy largo mencionarlos todos, así que quisiéramos detenernos en el evento “Hablan los candidatos”, un debate que no ocurría desde hacía 13 años en Venezuela, contando con la iniciativa de la escuela y el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, federaciones y movimiento estudiantil. Se logró reunir a los principales candidatos y candidatas para hablarle al país sobre asuntos clave: economía, ruta electoral, crisis humanitaria. El evento se llevó a cabo el 12 de julio de 2023, con la presencia de 700 personas y 244K visitas por Youtube a través del canal VPI.

Finalmente la Escuela de Gobierno Mercedes Pulido ha recibido el prestigioso reconocimiento Global Democracy Award con el otorgamiento de un Premio Napolitan de la Academia de Artes y Ciencias Políticas de Washington.

Antes de llegar a la escuela de gobierno, ¿qué condiciones debe reunir alguien que aspire a ser funcionario público? ¿Alguna vocación? ¿Es viable en Venezuela, por ejemplo, el modelo de oposiciones que existe en España? ¿Cómo debería ser un modelo de ingreso a la administración pública, cónsono con las realidades venezolanas?

En cuanto al perfil de los ciudadanos que pueden incorporarse a nuestros programas podemos decir que nos interesan personas que demuestran interés en lo público mediante su trayectoria: activistas políticos que hacen vida en diferentes partidos (hemos tenido militantes de todas las orientaciones), activistas de ONG, sociedad civil o gremios así como líderes comunitarios que promueven diferentes proyectos y programas.

En cuanto a la forma de ingresar al sector público, hay normativa que rige la función pública, quizás deberíamos revisarla a la luz de los nuevos tiempos (en especial con los aportes de la tecnología de la información). Lo que sí es imprescindible es que se logren consensos políticos y sociales en torno al papel del Estado para despolitizarlo, profesionalizar al funcionario y rescatar la idea inclusiva de que el sector público nos pertenece a todos. Por ello, en Escuela de Gobierno Mercedes Pulido queremos visualizar un proceso de reconstrucción nacional que pasa por tres grandes objetivos:

  • Reconstruir la institucionalidad.
  • Rescatar y reactivar la economía.
  • Diseñar y ejecutar modelos de Gobernanzas virtuosos que tengan un impacto positivo en la población.

En esos tres objetivos se requieren funcionarios de carrera que sean capaces de gestionar el Estado como una experiencia de alto nivel profesional, modernización y con la clara idea de que se debe trabajar conjuntamente con la Sociedad organizada (gremios, sindicatos, Cámaras empresariales, ONG, Iglesia, Universidades, organismos internacionales) porque la solución de todos nuestros problemas está en la sociedad, ha sido pensada por expertos e instituciones a lo largo de los años. Sólo falta convocarlas a trabajar en conjunto con el sector público.

¿Puede ser un funcionario público un buen funcionario, trabajando para un gobierno le exige lealtades y conductas políticas?  

La dura realidad venezolana ha demostrado que no es viable un Estado partidizado. El resultado ha sido el desmontaje de los avances que tuvimos en la construcción de institucionalidad entre 1958 y 1998. Más aún cuando esa partidización responde a modelos ideológicos que han fracasado en todos los países donde se han intentado imponer, sin importar época o características del país.

Por último, me gustaría que recordara a Mercedes Pulido. ¿Qué atributos tenía que incitaron a llamar a la escuela con su nombre?

A Mercedes la conocí como profesora en una época dorada de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello. Tuve el honor de recibir clases de ella, junto a Antonio Cova, Mikel de Viana, José Ignacio Rey, Rafael Baquedano, Arturo Sosa, Maritza Izaguirre, Luis Ugalde, Jesús María Aguirre, Marcelino Bisbal, Thamara Hannot. Creo que me quedo corto en la lista, lo que puedo decir es que la sinergia que se desarrollaba en esa escuela era algo excepcional y que Mercedes era imponente dando clases, llevándote a reflexionar y cuestionarte.

Luego vino el tiempo de compartir como colegas en esa misma escuela, siempre acompañada de un cigarrillo y empezando las conversaciones haciéndote preguntas que te dejaban descolocado, obligándote a revisar y corregir las explicaciones convencionales sobre los más variados temas. Y por supuesto, siempre “dateada” sobre el acontecer nacional dispuesta a compartir sus teorías y explicaciones sobre lo que nos ocurría.

En cuanto a los atributos, la lista es muy larga pero en función de la Escuela de Gobierno podemos resumirlos así:

  • Una larga y exitosa carrera en el sector público dando ejemplo de honestidad y mostrando el liderazgo requerido para tal fin. En dos ocasiones ocupó el cargo de ministro, miembro de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (Copre), senadora de la República, entre otras funciones.
  • Una notable académica, desempeñándose como docente en las universidades Católica Andrés Bello (UCAB), Central de Venezuela (UCV) y Simón Bolívar (USB).
  • Una destacada luchadora por los derechos de la mujer y su inclusión en la vida del país, participando en reformas legales como la del Código Civil, Ley de Adopción y la Ley sobre Violencia Familiar.
  • Para cerrar, ocupó el cargo de directora de la imprescindible  Revista SIC, publicación de referencia sobre la investigación social y el debate de ideas en Venezuela.

Este muy sintético perfil habla por sí mismo de la pertinencia de que una Escuela de Gobierno en Venezuela lleve el nombre de Mercedes Pulido de Briceño pues su trayectoria resume los principios que nos guían en esta iniciativa.


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