De izquierda a derecha Monna Gutiérrez, Luis Rocca Brito, Israel Blanco (Small) / Susana Benko

Por SUSANA BENKO

Iniciar una disertación sobre el tema de la forma, puede parecer obvio. Tal vez hasta innecesario, pues, todo objeto material presenta una forma. Pero en arte la manera de trabajarla cobra sentido. Cada artista crea sus formas de acuerdo con el modo como combina los elementos expresivos, sus materiales y técnicas. Ello conforma su estilo particular y, asimismo, la intención que presenta su trabajo.

En esta exposición presentamos la obra de siete artistas venezolanos, cuyas formas, tan disímiles entre sí, demuestran, sin pretenderlo, la variedad conceptual y expresiva que tiene el arte en la actualidad. Ellos son: Abraham Rosales, Carmela Fenice, Francisco Martínez, Israel Blanco, Luis Rocca Brito, Marithe Govea-Meoz y Monna Gutiérrez.  La heterogeneidad de estilos y medios expresivos –pintura, escultura, instalación, fotografía, arte digital– distingue a esta muestra titulada Formas variables. Cada propuesta se diferencia de las otras por su intencionalidad y razón de ser.

El resultado trasciende al virtuosismo manual o técnico. Deviene, en el caso de las obras que presentamos, en «contenedores de sentido», algunos con historias muy personales y otros creados con nuevos referentes. Conocer los procesos particulares de cada artista fortalece de algún modo nuestra apreciación visual. Aquí coexisten obras que son resultado de largas meditaciones, otras hechas mediante intuición compositiva o bien por intervención del azar. En todas estas variantes importa la experiencia y cómo sus lecturas del arte nos enseñan a mirar.

El paisaje, por ejemplo, lo vemos bajo perspectivas diferentes. Sabemos que en Luis Rocca Brito este es el tema constante de su pintura. Sin embargo, ahora aparece «velado», convertido en «superficie de color», dinamizado por grafismos creados por medio de múltiples pinceladas. El color, como señala el artista, evidencia atmósferas determinadas: humedad, calor, frío… Sin embargo, los trazados constructivos –las formas– remiten a una realidad urbana: puentes, edificios, parcelamientos, divisiones en el paisaje que generan formas muy abstractas, y en algunos casos muy dinámicas. Los paisajes nocturnos de Francisco Martínez, por otro lado, están sugeridos en las «siluetas» y «vacíos» resultado del recorte del metal cuando el artista trabajaba en sus Pareidolias volumétricas. Es aquí cuando decimos que el azar genera formas inusitadas porque lo que vemos es resultado de lo que queda «del otro lado de la forma». En otras palabras: formas generadas desde el «vacío» del recorte, bordes que adquieren sentido evocando sombras o paisajes en la noche. En pequeños formatos, son más bien formas cerradas que semejan peculiares pictografías.

Luis Rocca Brito / Susana Benko

Carmela Fenice, por otra parte, trabaja imágenes urbanas. Fotografía las fachadas de edificios que ha registrado durante sus viajes. Luego las transforma digitalmente desde la memoria y las recompone según su intuición y precisión de la mirada. De la realidad llega a la invención pues esas ciudades reales se convierten en sus Ciudades inventadas, composiciones de formas variables, algunas muy abstractas, que parten siempre de una experiencia vivida. Lo exterior se convierte en un proceso de indagación interior. Marithe Govea-Meoz, inversamente, parte de su cuerpo, para elaborar imágenes que establecen correspondencia con el universo. Su trabajo, sustentado en las teorías de la física cuántica, representa saltos en tiempo y espacio teniendo como punto de partida la estructura esencial de su propia huella dactilar. Ésta es fotografiada, escaneada y transformada mediante los recursos digitales. Para esta ocasión, la artista consideró las áreas en movimiento presentes en su huella visualizándolas según la mayor o menor adición de mallas cuánticas. El resultado es una visión amplificada y sucesiva de la huella transformada en formas y espacios variables.

Carmela Fenice / Susana Benko

Abraham Rosales y Monna Gutiérrez trabajan bajo criterios ecológicos. Sus obras se fundamentan en el aspecto orgánico de sus formas. La obra de Abraham deriva de la tradición textil que viene de las fábricas y talleres de costura de la familia. De allí que los retazos de tela y las vestimentas sean el material que utiliza para ‘enrollar-dibujar-ensamblar’ formas en la que se destacan la línea sinuosa y en algunos casos, diferenciaciones de color. Sus constelaciones –los DOTS– oscilan entre la imagen de lo sideral y lo biológico. En resumen, se trata de cuerpos orgánicos de apariencia dinámica y vital. En el caso de Monna, la materia reciclada cobra trascendencia cuando la reutiliza para crear, como ella señala, «un nuevo universo». Se trata de formas escultóricas de apariencia orgánica, aéreas, algunas de carácter instalativo como sus bio-redes que se extienden en el espacio. Podría decirse que su proceso generativo recuerda a las transformaciones alquímicas cuando trozos de plástico, telas, materiales químicos, se transmutan en biología pura: tejidos que reproducen ilimitadamente nuevos referentes de vida.

Abraham Rosales / Susana Benko

La obra de Israel Blanco, artista de diversos medios, se sustenta de manera particular en la forma y en la materia. Sus esculturas son transformables según cómo se manipulen los tubos de plástico atados con tensores. Por su apariencia y color –cuando están al natural–, remiten a la imagen dolorosa de la pérdida de su padre, razón por la que él señala que son piezas que surgen desde la nostalgia. En las obras bidimensionales, mezcla de ‘pintura-dibujo-collage’, la composición se dinamiza intensamente por los cambios de direccionalidad de los segmentos encolados, intervenidos con grafismos y color.

Israel Blanco / Susana Benko

La variabilidad de la forma, tema de estudio en esta muestra, es sin duda más que la descripción formal de lo que las obras de arte aparentan. La forma se convierte en «plataforma de lectura», el primer paso para seguir las pistas de lo que nos ofrece cada universo creativo y descubrir así los entramados del pensamiento visual de cada artista.

*Formas variables permanecerá abierta al público hasta el 31 de enero.


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