Isaac López | José Gregorio Vásquez

Por ALBERTO HERNÁNDEZ

1.-

Recorrido espiritual y material por la tierra donde esta alarga el brazo y entra en el mar con toda la fuerza de sus ímpetus, con toda la arena de los médanos y con toda la elegancia de su origen. Recorrido interminable por el estado Falcón, por los pueblos que nos nutren y suenan a brisa, a territorio inolvidable, a los primeros vocablos de esa magnitud de resolana, de clima fuerte para gente de piel también fuerte que calibra el mar desde varias orillas.

Tránsito por los pueblos, ciudades, personajes, costas, por el cuerpo geográfico que es tierra firme y de lengua alargada hacia el Caribe. Cuerpo pegado del resto del mapa de Venezuela y península que se acerca a otros confines donde la imaginación se enriquece con el silencio del cielo y el lenguaje polifónico del mar y la brisa.

Tierra seca y fértil, cardonales y sierra donde la savia del horizonte es también una lectura. Tierra donde Isaac López, historiador, cronista nacido bajo la urdimbre de las estrellas y el vocerío de Pueblo Nuevo de Paraguaná, construye el universo de su gente, de su historia, de su cultura, de sus olvidos, de su memoria robusta e inclasificable. Hombre de Universidad, hombre de las calles de esa comarca donde ha cultivado las letras, el arte y ha sido promotor incansable de encuentros puntuales con la amistad y el hacer creativo.

Recorrido por la piel cultivada de Falcón en dos tomos que nos descubren la belleza geográfica y la hondura espiritual de sus habitantes. Libros que son uno solo en la larga extensión de ser muchos por la capacidad investigativa de su autor y por la incalculable cantidad de datos, eventos, maravillas sonoras y visuales que el lector podrá tener muy cerca. Escritos con la elegancia y el conocimiento del idioma de un hombre que no despega sus ojos del legado de sus antepasados.

2.-

De memorias y nostalgias (nuevas crónicas de Coro y Paraguaná), publicado por la Biblioteca Guaruguaja/ Colección Pliegos de Mar en el año 2020, dedicado al recuerdo del poeta y también recolector de maravillas de su tierra, Luis Alfonso Bueno, es una lectura que alegra el alma y hace posible que Falcón, esa tierra terrestre y marina, se adentre como una península en nuestros sueños. Por sus páginas pasan todos los pueblos, todos los terronales y vegetación que la mirada es capaz de sentir bajo los pies, todos los nombres de los personajes que han enriquecido las casas y la academia, la de los ecos del pasado y los de los sonidos del presente. Es una publicación hermosa que no se detiene nunca porque contiene el espíritu de quienes nunca dejarán de ser dueños de sus alegrías, recuerdos y nostalgia por las voces y formas que se mueven a diario en la capacidad de imaginar y sentir, tanto lo que ha marcado el rumbo del tiempo, como lo que queda en vida y aliento en las horas de estos días convulsos y llenos de incertidumbre, pero esperanzadores por las ganas y emprendimiento de seres humanos como Isaac López, uno de los baluartes de la cultura de nuestro país, de ese país alejado de la bulla cosmopolita que ha sabido recoger, reconstruir, rehacer, remozar el mundo que sus abuelos y padres, consanguíneos y coterráneos, sembraron y siguen sembrando en muchos de sus hijos.

3.-

Los ojos del lector pasarán por Cardón, Punto Fijo, San Luis, Jadacaquiva, Carirubana, Pueblo Nuevo de Paraguaná, Santa Ana, Moruy, La Vela, Coro, Bajaboroa, entre otros puntos geográficos, rurales o urbanos, que son referentes de una patria chica que le ha aportado al país letras, ciencia, academia, humanidad, amores y memoria como para que otro país, el interior, robustezca el que a diario se olvida por las vicisitudes que en el pasado y el presente sufrió y sufre la Nación, la que no tiene que ver con identidad, como estigma enfermizo, sino con el afecto, el respeto y el conocimiento de la tierra que ve parir a la gente que ha amasado con barro el alma de Falcón.

Estos libros son nuestros. Son nuestros aliados para no perder el rumbo. Son la brújula que nos lleva por cada rincón de ese trozo de país que sigue siendo —para algunos— parte de un olvido imperdonable, por eso el título: memorias para mantener el legado de los creadores, y nostalgia por lo que se ha perdido y hay que recuperar. Esas dos palabras forman parte de la vocación de nuestro autor, Isaac López, quien se ha dedicado desde hace años, desde su pasión por el estudio y la investigación, a darle lustre al aire, a la tierra, al agua y al alma donde habitan la belleza, pero también donde muchos no han sabido respetar esa memoria, la herencia dejada por sus padres. Digamos que este libro es la fortaleza de esa vocación que Isaac López pone al servicio de todos sus paisanos.

Es la crónica, las crónicas, de un mundo que tiene cabida en todos los sentimientos del ser humano. Desde Coro hasta La Vela, desde el corazón del continente hasta la orilla última de la península de Paraguaná. Desde esos puntos hasta lo incansable, van las palabras del cronista, del historiador, del memorioso que hace que la nostalgia sea el remanso para no dejar pasar el tiempo en vano.


*De memorias y nostalgias (nuevas crónicas de Coro y Paraguaná). Dos volúmenes. Isaac López. Editado por la Biblioteca Guaruguaja, Colección Pliegos del Mar. Venezuela, 2020.


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