LUDWIG VON MISES, INSTITUTO MISES

Por ANDREA I. RONDÓN GARCÍA

Hasta el 2006, año en el que obtuve el título de la especialización de Derecho Procesal de la Universidad Central de Venezuela, mis lecturas académicas se concentraban en el Derecho y en la Filosofía del Derecho, y mis lecturas recreacionales en la Literatura. Mi paso por el Doctorado en Derecho me hizo buscar otras áreas de interés, porque quien sólo sabe de Derecho, ni de Derecho sabe, frase que decía con frecuencia uno de mis profesores del pregrado, René Molina.

Estando ya desde esos años en CEDICE Libertad era inevitable llegar a la obra de Ludwig von Mises. Aunque, claro, con mi formación jurídica, los primeros libros que leería serían Burocracia (1962) que lejos de ser crítico de la burocracia, porque es una forma de gestión aplicable a una determinada actividad, lo que hace Mises es contraponer la gestión burocrática a la gestión empresarial —son muy distintos porque existen incentivos diferentes—; Crítica al intervencionismo (la edición de 1976, publicada de forma póstuma) en la que es categórico al señalar que no existe una tercera solución entre capitalismo y socialismo; y Gobierno omnipotente (publicado también de forma póstuma en 1978) en el que describe como el nazismo y el comunismo no tienen muchas diferencias entre sí y sí muchos encuentros como, por ejemplo, la glorificación del Estado.

Pero mis lecturas de Filosofía del Derecho me harían adentrarme a la obra de Mises de otro modo. Esto último lo haría con Socialismo y con La acción humana. Tratado de economía. Uno de sus libros más conocidos es Socialismo (1922), a través del cual hace una crítica sistemática al socialismo, insiste en la superioridad de la libertad sobre el socialismo y elabora su tesis sobre la imposibilidad del cálculo económico en socialismo.

En relación con Socialismo, se señala que el cálculo económico es la valoración sobre el resultado de distintos cursos de acción. Es la búsqueda de la decisión más racional posible con la información de la que se dispone. Esta valoración y búsqueda son posibles gracias a la capacidad creativa del ser humano. Pero en un régimen socialista donde priva la coacción es imposible el desarrollo de esa capacidad creativa, del libre albedrío y del surgimiento de la información necesaria para lograr la cooperación (coordinación) en sociedad. En libre mercado, el precio, que es un mecanismo de transmisión de la información de forma sucinta, se construye a través del juego de la oferta y la demanda, pero en socialismo al tratar de imponer el precio a través de los controles, se destruye. El precio se construye, no se impone.

Con La acción humana (1949), Mises desarrollaría la praxeología como método propio de la Escuela Austríaca de Economía y cómo una forma de ver a la Economía, y a las Ciencias Sociales en general, de otro modo.

Mises plantea que la Ciencia Económica no es una técnica de maximización, sino el estudio de las interacciones humanas en un contexto en el que los fines (habrá tantos como individuos existan) y los medios son muchos y el conocimiento sobre los mismos es disperso en la mente de los individuos que continuamente están creando. Las tesis de Mises se oponen a las propuestas por los economistas neoclásicos que estudian a partir de conjuntos, considerando como la base de la Ciencia Económica el modelo de equilibrio en el que la información relevante está dada.

Esto último es lo que me permitiría conectar la obra de Mises con una de mis líneas de investigación de los últimos años. Tanto en el Doctorado de la Universidad Católica Andrés Bello como en el de la Universidad Central de Venezuela a través de la materia Una visión liberal del Derecho, he tratado de proponer una Teoría General del Derecho a partir de los autores liberales, específicamente de los de la Escuela Austríaca de Economía de la cual forma parte Mises, y quien, además, sería responsable de su resurgimiento en el siglo XX.

Si su propuesta es ver a la Ciencia Económica como una disciplina enfocada en el estudio de los procesos sociales, entendidos como procesos de coordinación espontánea entre los individuos, en el que cada uno busca alcanzar sus propios fines, esto es perfectamente trasladable a las demás Ciencias Sociales, incluido el Derecho.

Siguiendo la línea de investigación de Ricardo M. Rojas, quien amablemente aceptó la invitación de participar en esta edición de Papel Literario, podría definir el Derecho, influenciado por la obra de Ludwig von Mises, como un conjunto de comportamientos que se han ido formando a lo largo del tiempo, de forma espontánea y dentro de un proceso evolutivo que supone ajustes, adaptaciones y coordinación social, y donde el legislador tiene una participación limitada, siendo esta última una de las expresiones en el Derecho de la propuesta liberal de un gobierno limitado.

Esta aproximación al Derecho, con muchas conexiones con la Economía, pero vista de esta manera, forma parte de mis recientes trabajos en CEDICE Libertad y en las universidades en donde doy clases. Me parece que es una forma más integral de ver al Derecho y una más consustancial con la naturaleza humana. A pesar de que varios de los libros de Mises tienen más de 100 años de editados, su pensamiento me parece absolutamente vigente y pertinente en nuestros días.

También quisiera destacar que ninguno de los que contribuimos en esta edición es economista, sino que todos somos abogados o filósofos. Cada uno de nosotros, desde nuestros espacios, hemos tratado de contribuir en nuestras áreas lejos del mainstream. Esto es algo que también hemos aprendido del Mises hombre, cuyo lema de vida era Tu ne cede malissed contra audentior ito (No te rindas ante el mal, sino que combátelo con más audacia). 

La intención no es que estas líneas sean leídas como un artículo sobre Derecho o sobre Economía solamente, sino como un reconocimiento a la obra de un hombre, quien presenció las dos Guerras Mundiales, vivió tiempos convulsos, y en muchos de los cuales se sintió derrotado. Pero, a pesar de esto, mantuvo su irreverencia intelectual que hoy nos permite hablar de sus obras en áreas distintas a la Economía y en un suplemento literario como éste. Deseo que esta edición sea recibida por los lectores de Papel Literario y les genere la suficiente curiosidad sobre Mises para continuar leyendo sobre él y su obra.


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