Lamento tener que decir la verdad a mis lectores: “Yo soy un fraude, tú eres un fraude, nosotros somos un fraude”. La pulcra revolución bonita venezolana descubrió nuestra vil jugada e hizo pública su sacrosanta y única verdad: nadie votó por María Corina en la falsa y espuria elección que se llevó a cabo el domingo 22 de octubre de este 2023. Según el alto liderazgo de la dictadura bonita, la vagamunda esa (o sea, la Machado) obtuvo con todo tipo de trapacería 2,2 millones de votos, algo imposible de lograr, toda vez que el 99,9 por ciento de los venezolanos con derecho a sufragar apoya, sin reserva alguna, a la sacrosanta revolución bonita. Lo anterior pone de manifiesto una gran verdad: a la revolución venezolana le importa un comino el deslustrado, feo e indecoroso pronunciamiento que hizo el gobierno malvado de USA, a favor de la traidora a la patria de Simón Bolívar, María Corina Machado, en estos hórridos términos: “Tenemos plena confianza en que será la candidata a las elecciones presidenciales de 2024”.
No dudo que, con su atrabiliaria posición, Nicolás y su combo se están jugando el todo por el todo. ¿Quién ganará la batalla? No es cuestión de fanatismo, pero en nuestra modesta opinión María Corina dará la gran sorpresa. Nicolás y su escuálido número de seguidores deben aceptar de una vez por todas que el tiempo como gobernante revolucionario de este país está próximo a concluir. Lo mejor que puede hacer Maduro es desempolvar su maleta y guardar la ropita que se llevará. Sin duda, Cuba será un destino inigualable para Nicolás y sus acompañantes; en esa bella isla se formó el conductor de conductores, asimilando todo lo que un verdadero revolucionario debe saber para dirigir un buen gobierno. Gracias a esa extraordinaria preparación, el guía de Miraflores logró darle a todos los venezolanos lo mejor de lo mejor. El nivel de desarrollo que hoy tenemos y los maravillosos salarios que percibimos nos colocan por encima de USA, Francia, Inglaterra y Sudáfrica. Por si fuera poco, hasta los marcianos nos tienen envidia. Algo mejor es realmente imposible.
Los venezolanos debemos dar gracias a Dios por haber tenido a unos gobernantes “tan sabios y buena gente”. Esa es la razón por la que hoy pido perdón a tan prominentes personajes que han hecho todo lo que está a su alcance para que nuestros compatriotas tengan un nivel de vida equiparable a los que hoy viven en Burundi, Sierra Leona, Malaui y Mozambique. En este último país 10 millones de personas viven en pobreza absoluta. Ahí les dejo eso para que lo mastiquen y mediten.
Concluyo mi artículo de hoy resaltando que pocas veces he hecho uso de la ironía en mis escritos. Esta es la primera vez que lo hago en este prestigioso medio de comunicación social. Espero pues la comprensión de mis lectores. No es fácil.