Alfabeto griego variantes coronavirus

Si las clínicas privadas están abarrotadas de enfermos con covid-19, ¿qué se puede esperar de los hospitales públicos? Ya se perdió la cuenta de cuál es la ola o el pico que está viviendo Venezuela porque nunca se han sabido a ciencia cierta los números de contagiados ni de fallecidos por el virus. Pero ante este panorama lo que se le ocurre al gobierno de Maduro es decretar la flexibilización de la cuarentena para los dos últimos meses del año.

Esta ha sido una disyuntiva en el mundo entero. Se entiende que los sectores productivos, los comercios y las oficinas deberían retomar las actividades para evitar un colapso económico mayor, pero en los países con gobiernos conscientes estas medidas se han tomado de manera coordinada con la inmunización y el tratamiento certero de los enfermos para disminuir los riesgos de una vuelta a la normalidad. Y a pesar de ello no se han salvado de repuntes.

Sin embargo, el caos que genera una cuarentena espasmódica que nunca fue bien diseñada, eso de 7+7, ha hecho que en Venezuela la pandemia se haya vuelto inmanejable. Que levante la mano el que haya cumplido a cabalidad una semana de las llamadas radicales que anuncian los voceros de Maduro. En las grandes ciudades nadie ha respetado semejante medida y tampoco ha habido quien la haga respetar. Así que decir que noviembre y diciembre van a ser flexibles es la misma tontería.

Claro, habrá movimiento económico, pero también el covid-19 circulará libremente. El problema es que no hay ni política seria de inmunizaciones ni insumos ni camas para atender a los que se contagien gravemente. Lo de las vacunas ha probado ser una lotería y tampoco se tienen cifras exactas del número de venezolanos que las ha recibido, completas o no. En definitiva, la población sigue corriendo un alto riesgo si no toma medidas para protegerse.

Poco se habla de que el tratamiento necesario para superar el virus es extremadamente costoso. Lo único que se sabe es por las redes sociales, cuando familiares y amigos comienzan a hacer colectas para ayudar a sus enfermos. El oxígeno no se consigue fácilmente y en muchas partes escasean los medicamentos más sencillos. Todo esto lo que evidencia es que en Venezuela el covid reinará por mucho más tiempo de lo que en otros países.

A esto se le sumará la insistencia del gobierno chavista de comenzar clases presenciales con profesores que no han sido vacunados y niños que ni siquiera podrán lavarse las manos en las escuelas. El panorama para Venezuela sigue siendo como hace un año, como si nada hubiera avanzado y ni siquiera existiera una inmunización contra el virus, todo por la ineficiencia de la gestión madurista, más pendiente de aferrarse al poder que de realmente gobernar para el beneficio del país.


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