Recientemente vi el video de una conferencia que dictaba Jim Rohn hace ya algunos años en la que discutía acerca del valor de un libro. El libro, decía él, tiene un precio, un costo, que es lo que nosotros pagamos al comprarlo. Pero también, afirmaba, tiene otro valor y se refería a todo lo que puede salir de la lectura de un libro: «Es incalculable”.

Todos nosotros estamos acostumbrados a preguntar cuánto cuestan las cosas que adquirimos, sean bienes, productos o servicios. Eso en realidad está bien si se quiere calcular el costo de lo que compramos. Sin embargo, creo que ya es deber de todos hacernos esa pregunta, pero desde un ángulo diferente: ¿Cuál es el valor que yo voy a adquirir con lo que estoy comprando? Algunos ejemplos pueden ser los siguientes: el costo de unas vacaciones vs el disfrute de un viaje de descanso y diversión con la familia; el precio de un vehículo y los beneficios que tendríamos al poder transportarnos de manera más fácil; o el monto que pagamos al ir a un buen restaurante si lo comparamos con lo excelente del menú y la atención que recibimos. Al final, son nuestras percepciones las que nos dan ese valor adicional, ese valor agregado.

Si esto lo llevamos al tema de los libros, el valor puede ser realmente incalculable. Y hay muchas razones para ello. El libro tiene un precio en nuestras respectivas monedas o si lo compramos a través de Internet, el libro cuesta el precio que fije la firma editorial. Pero el valor del libro es lo que puede llegar a darnos y a significar para cada uno de nosotros; y eso es distinto para cada uno. De un libro pueden salir muchas cosas, como, por ejemplo: nuevas ideas, visitas imaginarias a mundos desconocidos, aprendizajes invalorables, conocimientos que crecen cada vez que leemos algo, una nueva visión de lo que leemos, nos crea innovación y desarrollo, podemos viajar y también podemos soñar.

Un libro nos genera pensamientos que se convierten en imágenes, de las cuales pueden surgir nuevas ideas para llevar adelante una gran acción, mejorar proyectos, crear empresas, hacer rectificaciones y cambios, y así, cada libro nos puede dar un nuevo aprendizaje y una nueva lección que para muchos puede incluso cambiar sus vidas.

Muchos libros vienen a la mente: El Principito, Historia de dos ciudades, Doña Bárbara, Cien años de soledad, Man’s Search for Meaning o Think and Grow Rich, entre otros. Cada uno de ustedes tendrá uno o varios libros favoritos, que los inspiran y los que releen con frecuencia.

Los invito a que de ahora en adelante no preguntemos cuánto cuesta un libro, sino más bien que entendamos cuál es su verdadero valor para nosotros. Al hacerlo, nos daremos cuenta de que cada libro nos aporta a mejorar nuestro futuro, incrementar nuestro conocimiento y ampliar nuestros horizontes. De verdad, es algo incalculable.

@lvgarciag


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