Parque Central, Caracas (f. 2004, Arturo Banchs)

 

 

…el dinosaurio todavía estaba allí.

Augusto Monterroso. El dinosaurio, 1959.¹

1. La descente aux enfers

A cuarenta años de su culminación, el conjunto Parque Central, 1970-1983 (Enrique Siso, Daniel Fernández-Shaw & Asociados, con Tomás Lugo y Nikolajs Sidorkovs, arquitectos y Roberto Burle Marx, paisajista) es hoy una inquietante ruina monumental eternamente a la espera de un plan para su recuperación.

Más allá de la necesaria crítica a este proyecto en la historia de la ciudad y a la saga de las Megaestructuras del Movimiento Moderno en general, la fundación Docomomo Venezuela quiso aproximarse a algunos de los temas y episodios de esta Ciudad dentro de la Ciudad que nos hablan del diseño y las visiones propios de los años setenta de los cuales Parque Central es testimonio.² Así surgió un nuevo Docotour, titulado Una nueva manera de vivir para Parque Central,³ el cual partió el pasado 5 de agosto de 2023 para ir a recorrer la llamada Zona 1 de dicho conjunto, en conmemoración del 456 aniversario de la ciudad de Santiago de León de Caracas.

Venciendo todo descorazonamiento, los participantes decidieron bajar a los predios de la gran infraestructura de concreto abandonada a su suerte, para internarse dentro del mismísimo vientre del Monstruo Brutalista,4 y, armados de valor y de esperanza, buscaron con optimismo cuáles son los caminos posibles para su rescate, restauración y re uso adaptativo contemporáneos.

2. Barco grande, ande o no ande

El fracaso de Parque Central es el fracaso de las Megaestructuras en el mundo entero de fines de los años sesenta y comienzos de los setenta y de la fe ciega, promulgada a los cuatro vientos por Walter Gropius desde la Bauhaus, de que el diseño era capaz de resolver todos los problemas del hombre, no solo a la escala doméstica de los años treinta, sino en todas las escalas, incluso hasta llegar a la de la ciudad del futuro. En realidad, la historia de la arquitectura y de la ciudad tenían que pasar por eso.

De allí la proliferación en todo el planeta a mediados del siglo pasado -desde Archigram hasta los Metabolistas- de tantas y tan variadas megalomaníacas ficciones urbanas que, construidas o no, intentaron recrear la vida urbana en gigantescos artefactos monumentales extendiéndose por el territorio, gracias a la tecnología y a la convicción de que recrear la vida urbana con todos sus elementos en escenarios artificiales era posible.

Perspectiva del Proyecto A, Plan Obus para Algiers. Le Corbusier y Pierre Jeanneret, 1931 (Dibujo 14345 – Fondation Le Corbusier-ADAGP)

Iniciado en 1969, el proyecto de Parque Central forma parte sin duda alguna de dicha saga megaestructural y encantamiento que se desencadenó globalmente, aunque ya en sus postrimerías. Es su último coletazo, siendo el primer proyecto de la saga el Plan Obus de Le Corbusier para Algiers en 1933. Si observamos con detenimiento, muchos de los sueños de Corbu están presentes en la arquitectura de Parque Central, como por ejemplo, los corredores -o calles- aéreas y las grandes unidades de vivienda convertidas en esculturales superestructuras. También la tabula rasa, y el deseo de rehacer la ciudad desde cero. Pero no fue el Marais el que desapareció… fue El Conde.

Parque Central es así a la vez que el resultado de los errores urbanos cometidos en su concepción y realización contra la historia urbana de nuestra ciudad, también el resultado de un enorme esfuerzo colectivo que dota a sus espacios del espíritu de una época en la vida de los caraqueños. Y particularmente, es la demostración de la capacidad admirable que había en aquellos pujantes años de la Venezuela moderna para diseñar, proyectar y construir en tan corto tiempo una megaestructura como Parque Central, en toda su inherente complejidad.

Con un programa que parte de la idea de ofrecer la mezcla de usos que aspiraba a integrarlos verticalmente en las nuevas escalas desmesuradas de los diversos edificios y un partido claro que se auto respalda, desde la escogencia del sistema estructural al de los sistemas de instalaciones, el conjunto produjo soluciones para las unidades de viviendas buenas y funcionales y una serie de secuencias espaciales en las áreas públicas atractivas, amables y estimulantes. En estas últimas, la integración de las artes en la arquitectura fue importante, pero también el innovador aporte paisajístico de los diseños de Burle Marx

Hoy, el conjunto sigue viviendo. No con el glamour de los setenta y ochenta, pero como parte de la historia moderna de Caracas. En el mundo en que vivimos, Preservation is the New Black. A diferencia de los fatales destinos vividos por otros macro proyectos de la modernidad, como el conjunto de Pruitt-Igoe Apartments de Minoru Yamasaki en Saint Louis (1955-1976) o de Robin Hood Gardens de Allison & Peter Smithson (1972-2018) en Londres, demolidos a fines del siglo pasado como medida y solución para enfrentar su estrepitoso fracaso, aquí nadie está pensando en su demolición al ver los edificios

The Yellow Submarine. The Beatles, 1966 (f.TheRange.com.uk)

invadidos, los ascensores parados, las torres vacías y los sótanos inundados… sino en todo lo contrario.

3. We All Live in a Yellow Submarine

Recorriendo el conjunto en el Docotour, todo luce sorpresivamente recuperable. En realidad, vamos: no ha pasado tanto tiempo desde que empezó su deterioro, ni tampoco nos encontramos ante una ruina medieval. Al caminar las extensas situaciones espaciales y lugares llenos de sorpresas y fragmentos de su pasado reciente, no hacíamos sino recordar las palabras de Reyner Banham, cuando decía que la era de las megaestructuras podía resumirse en la imagen del Submarino Amarillo de Los Beatles.5

Y multicolor, multiforme y encapsulado (un espacio dentro de otro) se nos presentó esta megaciudad cuando nos sumergimos en sus adentros en un recorrido animado por su arcoíris de ficciones urbanas, justamente, a la búsqueda del arte y del diseño modernos: el paisajismo de Burle Marx (las columnas vegetales y el Green Roof), el arte entre rascacielos de GEGO, y las obras de arte de Soto, Abend y Gori, las tipografías de NEDO y de Oloe, los diseños interiores de Obelmejía, las formas brutalistas de Siso & Shaw, Lugo y Sidorkovs.

Así, nos asaltaron en el camino las múltiples versiones de espacios atravesados por puentes de todas las formas, Bridges Upon Troubled Waters, especialmente los que comunican los pent houses de las torres de vivienda; recordábamos también a Allison y Peter Smithson y su proyecto Golden Lane Housing al deambular cual Marilyn Monroe y

House of the Future. Alison y Peter Smithson. Londres, 1956 (f. Treehugger.com)

Joe DiMaggio a través de las muchas versiones de calles en el aire y nos imaginábamos a los Smithson habitando algunos de los apartamentos dúplex como si fuera aquella House of the Future de 1956 donde anunciaron una nueva manera de vivir para la humanidad.

Las colosales superestructuras de concreto se nos revelaron como el marco perfecto para insertar metabólicamente decenas de plug-in facilities: la Sala Plenaria flotando sobre la avenida Lecuna, el cine y la iglesia de San Ignacio de Loyola estacionados entre las bandejas de concreto y el Museo de los Niños, Pepperland fantástico, donde la arquitectura como instalación artística es un playground para los niños de todas las edades.

4. Una nueva manera de vivir para Parque Central

Debemos volver a Parque Central. Nos toca revisitarlo y conocerlo mejor. Ver con nuevos ojos todas las cosas buenas que encierra y su potencial para la vida futura de la ciudad. Eso sí, sin dejar de hacer memoria urbana y con la lección aprendida: nunca más una parte de la ciudad que hemos construido debería borrar a la otra. A esta, tampoco.

NOTAS:

1 Augusto Monterroso. “El dinosaurio” (1959), Obras completas (y otros cuentos), Anagrama, 1998.

2 Documentos para la Conservación de los edificios, sitios y barrios del Movimiento Moderno.

3 Docotour “Una nueva manera de vivir para Parque Central”, Docomomo Venezuela, Caracas, 5 de agosto de 2023:https://www.instagram.com/p/CvKacRKuqUj/?img_index=1

4 Brutalist Monster. Término tomado de la exposición “SOS Brutalism – Save the Concrete Monsters!” Deutsches Architekturmuseum (DAM), Frankfurt am Main, Alemania, Noviembre 9, 2017 – Abril 2, 2018: https://www.sosbrutalism.org/cms/15802395

5 Reyner Bamham. “Dinosaurs of the Modern Movement”, Megastructure: Urban Futures of the Recent Past, Thames & Hudson Ltd., Londres, 1976.


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