Seguir luchando. No perder de vista el objetivo fundamental: cambiar al gobierno. Comenzar a resolver la crisis nacional. Encender una nueva esperanza en el ánimo de los venezolanos. Trabajar por la felicidad y el bienestar de todos.
Toca ahora seguir luchando, con renovados bríos por la democracia, por la libertad, por el respeto al Estado de derecho y la vigencia plena de la Constitución.
Seguir luchando por una Venezuela sin presos políticos, sin ciudadanos inhabilitados arbitrariamente, sin exilados ni torturados. Sin partidos políticos intervenidos judicialmente.
Una democracia con elecciones libres y transparentes. Competitivas. Con igualdad de oportunidades. Con acceso equitativo a todos los medios de comunicación social, públicos y privados. Sin cadenas de radio y televisión ventajistas.
Una democracia con alternabilidad republicana. La inmensa mayoría de los venezolanos queremos un cambio. Y queremos que ese cambio sea pacífico, democrático y electoral. Sin traumas y sin violencia. La violencia no resuelve nada y lo agrava todo. La violencia es el arma de los que no tienen la razón.
Queremos un cambio pacífico y ordenado. Un cambio que acabe con el odio y con la división. Un cambio que promueva la unión de los venezolanos alrededor de un programa de cinco puntos: 1. Más y mejor democracia. 2. Reactivación económica. 3. Disminución de la pobreza. 4. Erradicación de la corrupción y 5. Mejorar los servicios públicos, especialmente agua y energía eléctrica para todos. Salud y educación para todos.
Seguiremos conversando.