WandaVision se convirtió en el gran éxito de Marvel de un año incierto. La primera gran historia de la fase cuatro no solo fue un despliegue de imaginación, sino también una mirada refrescante al género. Por si eso no fuera suficiente, también fue un gran experimento que Marvel llevó a cabo a través de una cuidadosa mirada sobre todas sus posibilidades. Pero se trató además de un proceso creativo que pasó por varios lugares distintos antes de su interesante resultado final. 

WandaVision sorprendió a la crítica y a la audiencia. Y lo hizo en el mejor momento posible. Luego de continuos aplazamientos de fechas de estreno de la fase 4 de Marvel, la serie se convirtió en el centro de todas las miradas. No se trataba solo de la puerta abierta a todo un arco de nuevas historias, sino una mirada nueva a las ya existentes. ¿Podrían funcionar una combinación complicada entre un nuevo diálogo narrativo y una puesta en escena extravagante?

Como si eso no fuera suficiente, WandaVision se estrenó el 16 de enero de 2021, en plena crisis pandémica. Además, con Estados Unidos golpeada por los sucesos del Capitolio. No parecía la opción inmediata para formar parte de la cultura popular, que se hacía preguntas complicadas que una serie en apariencia simple no podría responder.

Pero no solo lo logró, sino que, además, se convirtió en una forma brillante de analizar el dolor, el duelo y el luto. Como si eso no fuera suficiente, el universo cinematográfico de Marvel por primera vez se atrevió a tocar temas adultos. Wanda (Elizabeth Olsen) no solo era un personaje poderoso, sino uno herido por una tragedia mayor.

El mundo a su alrededor era un escenario de sufrimiento, construido a su medida. La historia, contada además de una innovadora mirada a las posibilidades, terminó por convertirse en el fenómeno de la temporada y el primer gran triunfo de la franquicia luego de meses de incertidumbre.

Pero la aventura no estuvo solo frente a la pantalla. Según publica la revista Rolling Stone en una entrevista a los actores y productores, la serie pasó por varias revisiones y sobre todo, curiosas posibilidades. Por meses, el equipo creativo analizó cómo usar en el argumento la novedad extraordinaria de una bruja del caos capaz de crear la realidad.

Amor, dolor, magia: la combinación imposible de WandaVision 

Según el creador y director Matt Shakman a Rolling Stone, el principal motor impulsor para la serie fue la difícil época que atravesaba el mundo. Para Shakman, era de considerable importancia reflexionar sobre “temas de dolor y pérdida”. La libertad creativa permitió al equipo plantearse la idea de convertir al programa en un experimento argumental.

De modo que la idea principal era llevar a la pantalla chica la complicada historia de amor entre la Bruja Escarlata y Vision, que en la versión cómic abarca su propio arco argumental. Para la televisión, la idea tendría que ser simplificada, pero aún así, se concentró en analizar el estado mental de Wanda.

En especial, luego de una tragedia como el chasquido de Thanos y el posterior regreso a la vida de los desaparecidos. Para el equipo, la noción sobre el dolor emocional y el amor era de capital importancia.

Según el actor Paul Bettany y a pesar que el MCU está enfocado en la aventura y en la acción, la franquicia “necesitaba el corazón palpitante de una historia romántica”. Eso, en medio de una historia trágica con todos los ingredientes para que Wanda termina por ser una villana clásica.

Desde la muerte de su hermano Pietro en Age of Ultron hasta la de Visión en Infinity War, para Wanda el camino no ha sido sencillo. Y los productores querían mostrar no sólo el dolor y el miedo, sino también las posibilidades de la esperanza.

Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, admitió en la entrevista que la decisión de mostrar el romance de Wanda y Visión fue sencilla. “Después de Endgame sabíamos que queríamos ver más de Vision, [a pesar de que estaba] muerto en ese momento.

También, ver más del personaje de Lizzie. Los fanáticos de los cómics supieron desde siempre que es un personaje increíble con un potencial ilimitado. Tanto en términos de sus poderes como de los conflictos y el drama. Queríamos ahondar en la Bruja Escarlata. En especial en el momento en que obtuvo ese nombre”.

La televisión, la caja falsa y el duelo

Pero lo que comenzó como una adaptación no lineal ni por completo literal de House of M de Brian Michael Bendis, se convirtió en algo de mayor interés. En medio de una pandemia de consecuencias imprevisibles, guionistas y productores decidieron que la serie podría ser algo más.

En especial, cuando el contexto de un mundo en amenaza por un riesgo pandémico hacía necesario un comentario cultural importante. De modo que de ser entretenimiento en estado puro, la brújula giró hacia una forma de lidiar con el dolor.

Para el showrunner Jac Schaeffer era de especial interés explorar a Wanda no solo desde su percepción como una mujer poderosa, sino una que simbolizara al mundo post Thanos. “Mi discurso original se asignó a las etapas del duelo (…) Así que el final siempre fue, como, ascender hacia la aceptación”, dijo a Rolling Stone.

Y la televisión cumpliría un papel importante, como una percepción sobre la evasión y la negación. Se trata de una audacia de considerable peso argumental, al crear una especie de metaficción que llevó al MCU a un nuevo punto creativo. “Con una comedia de situación, con comedias, los creadores hacen un pacto con la audiencia de que estás en un espacio seguro. Todo se resolverá. Y estos episodios rompen con eso y violan ese acuerdo”, añadió Schaeffer.

Por supuesto, no se trató de algo sencillo y Elizabeth Olsen fue la primera en reconocerlo. Se trató de un recorrido por la historia de la televisión estadounidense. Pero en especial la forma en que se reasignó importancia al fenómeno de la televisión en la audiencia.

La combinación de ambas cosas, reflexionó sobre Wanda como víctima, pero también emparentó a su personaje con la audiencia. Una que además, había estado confinada durante casi un año en una cuarentena inédita para buena parte de la audiencia del programa.

Para Schaeffer, la televisión se convirtió en un catalizador para expresar emociones complejas. Y de hecho, una forma de conectar con el público, que de alguna forma atravesaba un proceso similar en simultáneo. “En mi opinión, Wanda está transmitiendo por dos razones. Uno, está curando su experiencia. Ella está creando la imagen completa de su mundo idealizado. Así que está editando y agregando una partitura y agregando comerciales, y está haciendo la pieza completa que es la confirmación de (como sería) su vida perfecta. En segundo lugar, creo que está buscando un testigo. Es una llamada de ayuda”.

Al final, WandaVision se convirtió en algo más que una percepción sobre el poder de la cultura pop para ser el interlocutor del público. La primera gran serie marvelita, fue también un suceso que analizó de forma elaborada y consciente el estado de ánimo general. Un suceso que dejó una repercusión profunda en la audiencia y que sin duda, cambió para siempre el rostro del MCU.

 


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