Sigue presente en nuestra comunidad la importantísima pregunta de participar o no en la arreglada consulta electoral que ha organizado el gobierno hambreador y autoritario que dirige Nicolás Maduro y Vladimir Padrino.

Es muy evidente el sistemático deterioro de nuestras condiciones de vida, nos tropezamos constantemente con dificultades crecientes y pareciera que insolubles, para la normalización de nuestra vida cotidiana.

Las carencias acumuladas al interior de nuestra sociedad son de tal naturaleza que se han convertido en abrumadoras, al extremo de generar la más grande migración pacífica de ciudadanos iberoamericanos que reseña nuestra historia.

Las carencias de: alimentos, salarios, trabajo, consulta médica y atención hospitalaria universal, medicamentos, agua potable, electricidad, gas, saneamiento ambiental, comunicaciones, educación, universidades, son indicadores constantes de la desgracia actual.

Sin embargo y quizás para escándalo público y sorpresa de los ingenuos, la lista de reclamos no termina en lo que hemos enunciado, también está de por medio el capítulo de los derechos políticos de nuestros ciudadanos.

Las sistemáticas y reiteradas denuncias nacionales sobre represión, torturas, asesinatos y abusos policiales, asumidas con valor y profunda vocación democrática por nuestros periodistas y abogados defensores, acumuladas con constancia y dedicación durante años, se han visto coronadas por los informes de las Naciones Unidas.

Son estas las razones y no otras, las que están presentes en el debate político cotidiano que se realiza en nuestra población, indicadores suficientes para juzgar con objetividad la gestión gubernamental, porque se trata de soluciones ahora, en tiempo presente y en Venezuela.

Porque estamos debatiendo sobre hechos que han afectado la humanidad de nuestros compatriotas y lo siguen haciendo, se trata de la carne, la sangre y los huesos de los venezolanos, y no de deseos, fantasías y mucho menos aspiraciones de negocios a futuro.

¿Será posible entonces resolver las exigencias descritas a través de una consulta electoral organizada por el Poder Ejecutivo que encarnan Maduro y Padrino, responsables del desastre económico, social y ético que consume la República? Creemos que no.

 


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