Hay una cantidad de elementos cuya evaluación depende del momento en el tiempo en el que uno se pare, y de la capacidad de proyectar a partir de allí. Antes de la existencia de Napoleón no se podía pensar que iba a dominar Europa, y por supuesto, tampoco que iba a dominar España; y que el rey de España habilitaría una línea de pensamiento sobre las colonias que llevaron a la independencia americana.

Planificar antes o después de Napoleón hubiera dado resultados diametralmente opuestos; porque haberlo hecho antes no hubiera previsto la aparición de este personaje; y aun habiéndolo hecho después, no hubiera sido fácil considerar la influencia sobre España y sobre las colonias; así como tampoco la participación decisiva de Inglaterra; ni la salida de este mapa, del que ocasionó estos cambios, que fue Francia… Que se quedó fuera.

Para nuestro caso, la aparición de un personaje de las “ligas menores” que, en menos de tres meses, cohesiona una oposición dividida, consigue la alineación y respaldo de Estados Unidos, quien a su vez arrastra a Latinoamérica y la Unión Europea, no estaba en el mapa estratégico del año 2023; sino como una opción sin nombre y, principalmente, como una expresión de deseo mágico.

Situaciones como las explicadas nos dan la idea de que, la consistencia y sostenibilidad de una estrategia, está amarrada a la capacidad de lectura prospectiva de las condiciones del entorno, cercano y no tan cercano.

¿En qué momento se volvió Napoleón disruptivo? ¿Al nacer, al entrar a la academia, al convertirse en un emperador, al invadir España o al alejarse a Elba? En el mismo orden de ideas, Internet, el teléfono, el telégrafo, fueron capaces de cambiar la historia y darle un giro radical, el cual se contrapone a la percepción inercial de los hechos; o lo que es lo mismo, que las cosas ocurran tal como debería ocurrir.

Esto nace de los inventos tecnológicos que le dan un giro radical a la historia. Venezuela estaba en una situación de altos ingresos petroleros hasta el fallecimiento de Hugo Chávez: momento en el cual cambia un conjunto de variables que permanecerán inamovibles durante un tiempo largo. Se pueden identificar siete elementos que cambiaron para enrumbar el país hacia un lugar distinto. Se produjo un cambio con carácter casi estructural:

  1. Bajan los precios del petróleo
  2. La recesión en el país se vuelve estructural (se destruyeron los sectores productivos)
  3. El chavismo empieza a perder el apoyo popular (si las elecciones con Capriles hubiesen sido dos semanas después, el chavismo las pierde y hay las encuestas muestran una oposición más fuerte que entonces)
  4. Se produce un cambio de tendencia, en la relación entre chavismo y oposición
  5. La gobernabilidad afectada. Hay restricciones estructurales para que las instrucciones pueden ser cumplidas, las promesas comienzan a quedarse en el aire
  6. Deterioro de infraestructura y servicios. Accidentes en refinerías, afectación en el Parque Eléctrico
  7. Reputación del país cada vez más comprometida. Se van los inversores y se empieza a comprometer más profundamente la reputación del país

Entramos a un declive que años después nos llevan a una turbulencia que hace que el chavismo se convierta en reactivo y comience una resistencia que lo va debilitando cada día más. Muestras de este tiempo de turbulencia es que todo es cada vez más desordenado, anárquico, de agitación, con desconcierto, con posibilidades de violencia, a punto de llegar a una crisis.

Cada persona, olvidándose de los demás, pierde la solidaridad entre en el “sálvese quien pueda”. El que se va del país está en un “sálvese quien pueda”, porque hay quienes están dejándolo todo. Desde el arranque del declive hasta la entrada de la turbulencia hemos estado cayendo en una inercia que refleja que “mañana siempre será peor que hoy”.

Con la suspensión de sanciones se les dio un aire nuevo a las expectativas de la gente pensando que la parte del tránsito hacia el futuro, que transitará por el 2024, podría ser más suave y de menos sufrimiento. Es como una transición permanente esperando conectarse con posibilidades concretas que cambien la percepción a “mañana podría ser mejor que hoy” … bueno… en eso estamos.

Noticias destacadas

  • Esequibo:
    • Al Navío. María Corina afirma que el Esequibo es de Venezuela y dice que “no es momento de politiquería irresponsable”.
    • Efecto Cocuyo. Jorge Rodríguez a gobierno de Guyana: Nos cobraremos cada una de las provocaciones
    • Tal Cual. Control Ciudadano: Conflicto por el Esequibo pudiera llegar a las armas.
  • El Nacional/EFE: Venezuela hace gala de su opulencia en las últimas semanas en forma de campaña política, con la financiación de conciertos y toda clase de propagandas que invitan a votar en el referendo no vinculante del 3 de diciembre.
  • Monitoreamos: Aumenta el flujo de migrantes venezolanos hacia Brasil en lo que va de 2023 (bueno… la pregunta que surge es si se quedarán en Brasil o continuarán hacia Argentina).
  • El Mundo: Sánchez abre una crisis con Israel en el momento más crítico del conflicto. Comunicado. Hamás agradece la «postura clara y audaz» de Sánchez sobre la guerra en Gaza (este señor Sánchez es de terror… si fue un desliz involuntario es incompetencia; y si lo hizo a propósito, pues es complicidad).
  • Europa Press: Milei destaca la actitud «colaborativa» del FMI con Argentina tras una conversación con su directora gerente.
  • EFE: Alberto Fernández posterga su visita al Papa y se instalará en España tras culminar su mandato.

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

  • Que, pese a que ahora somos un país pobre, desde el Caricom nos perciben como ricos y opulentos, al intentar “quitarle” territorio a un país pobre como Guyana. Y si miramos las proyecciones, Guyana crecerá a más del 50% interanual, mientras nosotros apenas podremos superar el 3%. En fin… tenemos algunos problemas de coherencia reputacional, entre otros tantos problemas.
  • O que nuestro problema de reputación negativa ya no se arregla solo en el campo comunicacional. Deben surgir hechos concretos desde nuestro país que le indiquen al mundo que estamos cambiando, que somos más responsables y que estamos madurando…
  • Ni que, en caso de que se sostuviera la decisión de la jueza de NYC sobre extender el período de prescripción de los bonos venezolanos hasta 2028 (estipulación de desistimiento sin perjuicio, es decir, el caso puede restablecerse más tarde si es necesario), esta ampara solamente a los bonos acreditados en poder de los fondos demandantes, y no constituyen acción colectiva.
  • Tampoco que, pese al dictamen de la juez de Nueva York con respecto a los bonos venezolanos, se aprecian puntos de vulnerabilidad que podrían revertir la decisión. Las capacidades de estirar los plazos de prescripción son propias de un poder ejecutivo, y no de una AN, así sea la del 2015 que es la que reconocen en Estados Unidos. Diferente hubiera sido si se hubiera tratado de la “presidencia interina”, pero ellos mismos la eliminaron… eso fue “darse un tiro en el pie”… cortos de visión.

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