El futuro es todo lo que tenemos; con él podemos contar.  Es nuestro aliado y el vehículo para el éxito. Los sucesos del pasado, lejano y cercano, nos dan alguna pista de cuál es la forma que puede tener.  Pero, seamos realistas: cada vez el pasado nos enseña menos de lo que será el futuro.

El mundo entero se está volviendo global. Además, los gobiernos en todas partes tienden más a sólo gobernar y las empresas tienden más a dedicarse sólo a los negocios.

Esto implica competir en mercados globales donde sólo los mejores podrán ganar.  No necesariamente los más tecnificados y sofisticados.  Ganarán en la competencia aquellos que hagan el trabajo bien.

En materia de gerencia, la innovación será la única manera de abrir trochas y senderos.  La innovación positiva y medible, la innovación que dé ventajas y ofrezca opciones de satisfacer requerimientos múltiples; los de los accionistas, los de los trabajadores, los de los clientes, los de la comunidad y por sobre todas las cosas, los de la preservación del medio ambiente.

Cada vez será más necesario que el recurso humano sea la primera prioridad y que sea motivado, retribuido y entrenado, para recibir dosis muy fuertes de delegación y autonomía; para cambiar su enfoque del mero hecho de ser administrador de algunas funciones, al hecho de ser un buscador de soluciones integrado y comprometido con el éxito.

Las organizaciones sufrirán cambios profundos en sus relaciones internas y esto se evidenciará en la utilización de mecanismos de medición no tradicionales que harán un énfasis balanceado entre el presente, el pasado y el futuro; y premiarán la calidad, no como un logro puntual, sino como cultura de la organización.  Esto permitirá que las organizaciones sean más descentralizadas y con mayor integración vertical.

La planificación estratégica se combinará con la gerencia estratégica, la cual se caracterizará por alinear, más que nunca, las estructuras de negocio con la estrategia tecnológica, tanto a nivel de operaciones y distribución como a nivel de información.

La información no será más un recurso, sino que será un producto, el cual se convertirá en articulador de la gerencia estratégica.

La crisis y la recesión harán desaparecer a las empresas «eternas sobrevivientes»; lamentablemente (¿o no?) sólo habrá ganadores o perdedores; los que tengan buena gerencia lo harán mejor y los que no, tenderán a hacerlo peor… y perderán.

La alta gerencia tendrá un papel cada vez más relevante, y será la causa visible del éxito.  La causa no visible serán los recursos humanos y tecnológicos. La alta gerencia deberá poder «leer» la empresa todos los días; y a través de un tablero de control en su centro de comando, “navegar” entre la información buscando la apropiada para hacer los ajustes requeridos.  Cuando necesite lectura más detallada de algunos medidores, volverá a “navegar” buscando información adicional.  La tecnología de información existente permitirá hacerlo posible.

El tiempo entre la toma de decisiones y la acción correspondiente deberá minimizarse de forma tal de poder hacer ajustes y obtener resultados.  Las capacidades de modelación y análisis «what if«, deberán estar incorporadas casi tanto como sistemas de operaciones que reduzcan los tiempos entre la idea (Ingeniería de Diseño) y la puesta en marcha.

El ciclo de vida de los negocios tiene que tender a disminuir, de forma tal de colocar los productos y servicios en el mercado lo antes posible.

El proveedor deberá integrarse y ser parte del sistema, y el cliente será quien defina la necesidad que será satisfecha.

La calidad será reconocida y medida y no será parte de un efecto aislado; será parte de cada segmento de la organización.  No habrá productos de calidad, sino empresas con reputación de calidad.

Los costos de operación serán cada vez más bajos en la medida que la calidad se consolide.  Los mecanismos tradicionales de costeo no serán efectivos para competir y se tenderá a medir la eficiencia por la agregación de valor.  El medio ambiente será preservado y aquellas empresas que lo dañen serán aisladas y perderán.

La rentabilidad será el concepto que cambie los puntos de presión interna en las empresas:  no se mirará al cliente sino al competidor (rentabilidad relativa).  El cliente se beneficiará de la pugna entre competidores.  Para tener mejor rentabilidad relativa que los competidores, deberán crearse los mecanismos internos para manejar inteligencia de mercado y de producto, y convertirla en indicadores financieros que disparen cadenas de acciones conducentes a mantener y mejorar una posición.

La función financiera será el espejo en el cual se reflejará la empresa en todo momento.  Los mecanismos de control serán dinámicos y apuntarán a soportar la estrategia en un ambiente de delegación y autonomía bajo conceptos de control, cultural y filosofía de compromiso.  Así, las tesorerías serán operativamente descentralizadas y autónomas, según el ambiente en que se muevan, y los fondos serán altamente centralizados y utilizados dinámicamente.  Las vías de financiamiento serán múltiples en su forma y en su origen.

El retorno sobre la inversión incorporará factores de recapitalización que refortalecerán la posición estratégica de los accionistas, los cuales tenderán a ser cada vez más atomizados y con sus riesgos distribuidos en diferentes tipos de empresas; pero todas enlazadas por los principios de la integración vertical y horizontal, en una misma industria.

Desde el punto de vista funcional, el futuro requerirá de una perfecta interacción entre la estrategia y la organización, la tecnología de información, la manufactura y las finanzas.  Se contará con herramientas para acelerar los desarrollos de sistemas de información ejecutiva para vincular los tableros de control en los centros de comando, con los sistemas financieros, de operaciones y de inteligencia de mercado.

Cada vez más las economías de los países estarán alineadas con los flujos globales de negocios, y les resultará más difícil establecer y sostener estrategias aislacionistas.  Apartarse del camino, sin ser país líder, puede forzar a cambios inducidos exógenamente, los cuales, al profundizar la crisis, obligarán a revisar y corregir el rumbo.

Los dogmas como capitalismo, comunismo, liberalismo o estatismo serán reemplazados por aquella combinación de políticas que garantice la felicidad de la gente.

En ese sentido, los gobiernos deberán evolucionar para poder controlar ambientes de negocio cada vez más complejos, y para poder vincularse con otros gobiernos de forma tal de ser parte de un flujo de negocios globales que maximice el retorno de las ventajas competitivas de cada país.

Noticias destacadas

  • El Mundo: Juan Guaidó escapa a Colombia. El líder opositor llevaba semanas en alerta tras conocerse informaciones de que el oficialismo preparaba su detención (ya se encuentra en Miami).
  • Bloomberg: En una reunión con miembros de la oposición el sábado por la noche, Petro dijo que esperaba que su cumbre pudiera ayudar a establecer las fechas para las elecciones presidenciales del próximo año. También preguntó por los presos políticos.
  • La Ceiba:
    • Maduro teme que la cumbre de Bogotá no salga como esperaba.
    • Para regresar a México, y tras el nuevo desfalco Pdvsa/Cripto por más de 20.000 millones de dólares, Maduro exige un cheque por 3.200 millones de dólares.
    • Exige la liberación de Alex Saab, y una nueva petición: que le retiren la acusación interpuesta por ante la Corte Penal Internacional.
    • El mensaje de Maduro está claro: no regresa a México, y mucho menos acepta elecciones presidenciales democráticas.
  • Síntesis Financiera: La sequía de bolívares en la banca sigue contribuyendo a estabilizar el tipo de cambio. La presencia de Chevron en las mesas de cambio de la banca también ayuda.
  • Bloomberg: El auge de los restaurantes en Caracas se desvanece mientras se desvanecen las esperanzas de reactivación. Las animadas opciones gastronómicas eran una semblanza de normalidad para Venezuela, pero están desapareciendo.
  • Inició entrega de 2,9 dólares por bono «Economía Familiar» de abril (es increíble que ese monto sea un bono… es más costoso el proceso de pago que el pago en sí mismo).
  • El derrumbe de la economía argentina pone a prueba la capacidad de gestión de un peronismo fracturado.

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

  • Que, en general, desde afuera se ve con más claridad lo que ocurre internamente en un país. Por ejemplo, en Argentina, están tan acostumbrados a vivir en crisis económica que no pueden percibir cuando están en el límite del colapso. La pregunta, para nosotros en Venezuela, es si estamos percibiendo las señales económicas que nos está dando el mercado
  • O que la drástica caída en el consumo está acabando con los emprendimientos –a nivel comercial transaccional- que arrancaron el último año cuando se impuso el concepto de “Venezuela ya se arregló”. Algunos restaurantes comenzaron con el 2×1 en camino a revisar la viabilidad de su negocio en nuestra situación. Porque el tema de fondo nunca mejoró, sino solo tuvo impacto en la capa superficial de la economía. Son enormes las oportunidades que ofrece Venezuela, solo que no en las capas socioeconómicas usuales o deseables. Con 21 millones de pobres, las oportunidades están en la base de la pirámide y no donde las están buscando.
  • Ni que la salida de Guaidó muestra el fin de un ciclo de cuasi convivencia, y la entrada en uno de radicalización. Los eventos que están por delante como la Cumbre, las primarias y las elecciones van a generar las marcas y referencias para anticipar que es lo que se viene.
  • Tampoco que nuestra economía está estancada como en una transición hacia no se sabe dónde. Partiendo de que las decisiones son políticas, y están asociadas a la pulseada entre el Plan de la Patria y la economía de mercado; de esta coyuntura podemos salir hacia cualquier parte. La radicalización política que estamos experimentando, pudiera arrastrar a la radicalización económica. Lo deseable sería que no ocurriera, pero frente a sanciones que no se levantan y condiciones adversas al chavismo, es bueno estar preparados.

[email protected]

Instagram: @benjamintripier

Twitter: @btripier


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!