“there’s a bluebird in my heart that/wants to get out» (CHARLES BUKOWSKI)

El pasado mes de marzo, los diarios británicos relataban la triste historia de un personaje público, concretamente, la mujer del tiempo de un programa de televisión de la BBC que tuvo que pedir unos días de vacaciones a causa del acoso continuado de Timothy O’Brien, ingeniero aeronáutico de 55 años de edad -y padre de cuatro hijos-, que se encaprichó de ella hasta el punto de obsesionarse y enviarle 115 mensajes y más de 30 videos. Alexis Green comenzó a sentirse mal después de recibir múltiples insinuaciones subidas de tono y pensar que ese mirón –stalker– podía estar observándola cada vez que salía en la pantalla hablando del tiempo («BBC presenter breaks down in tears over stalker who made her ‘physically sick« / Rebecca Jones. -Express, 22.03.2023)*. El comportamiento inaceptable de un admirador impertinente ha cambiado la vida de Green, al menos de momento. Esto no es justo. Hay gente que no entiende dónde acaba lo público y dónde empieza el ámbito de lo privado. Aunque el mirón ya ha sido condenado a pasar unas semanas en prisión y se le ha prohibido acercarse a la presentadora, la rutina diaria de la mujer no será la misma. Al parecer, hay quien está más interesado en ver cómo le sienta la ropa a la mujer del tiempo que en saber qué tiempo hará los próximos días. Hoy, el acceso universal a la información y la facilidad de contacto inmediato a través de la red posibilita situaciones molestas como esta que está sufriendo Alexis Green, pero también permite otras que sí merecen la pena.

En un episodio de la séptima temporada de la serie americana Friends, uno de los personajes, Phoebe Buffay, consigue un trabajo de operadora de telemarketing para la venta de tóner a empresas. En su primera llamada contacta con un cliente a quien, obviamente, no conoce. La conversación telefónica puramente formal y comercial se convierte en algo personal, muy personal, cuando el hombre dice que no está interesado en adquirir tóner para la impresora porque tiene intención de matarse. Ella le pide que no cuelgue y sigue hablando con él. Dos personas que no se conocen de nada entablan una conversación a vida o muerte a través de una línea de teléfono. En el serio episodio de la comedia, Buffay localiza al hombre del otro lado del teléfono y, en cierto modo, empatiza con él. **(@YouTube, 3:46 minutes. Friends – Phoebe’s on the phone, «The one when Rosita dies», season 7, episode 13). Aunque se trate de una escena ficticia, emociona ver cómo una desconocida se preocupa por un hombre a punto de suicidarse y traspasa, ahora sí, la barrera de la privacidad para salvarle -quizás- de un acto desesperado.

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*express.co.uk/bbc-weather-presenter-crying-stalker

 


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