En 2019, cuando denuncié el acto ilegal que algunos miembros de la Gran Logia de la República de Venezuela encabezada por su Past Gran Maestro, el coronel Ubaldo Jiménez Silva, perpetraron contra los hermanos Oscar Pérez y José Pimentel, muchos me acusaron y señalaron lanzándome epítetos incalificables, sometiéndome al escarnio público. Incluso intentaron hacerme un juicio masónico que por cierto no prosperó gracias a la negativa del secretario, a quien le agradezco su valentía y determinación al oponerse a otro acto de injusticia y ceguera. No he podido borrar los recuerdos sobre el tratamiento que me dieron en las redes y grupos de Whatsapp, por lo menos guardo uno de los audios con amenazas y mensajes hirientes y descalificantes; pero todo es insignificante ante el sufrimiento de las víctimas del régimen, de eso se ha tratado toda esta travesía por encontrar la verdad para nuestros hermanos caídos y es parte del precio que hay que pagar por decir y sostener la justicia.

Recientemente. la galardonada periodista española Nuria Ramos publicó Viaje al corazón del infierno. De acuerdo con la reseña de prensa, el libro es el fruto de lo vivido en Venezuela, el país que más la ha marcado. Ella narra en sus páginas el “infierno” en el que vivimos millones de venezolanos amordazados por el terror.

Fue por intermedio de un amigo en común que pudimos conocer a Nuria, para una entrevista grupal que se dio en su etapa deinvestigación para documentar el libro. Fue así que pudimos concretar un encuentro en el que participamos un grupo de masones entre los que estábamos William Jiménez y Endry Méndez. Nuria nos hizo preguntas directas sobre nuestra relación con Oscar Pérez y los eventos de los que fuimos testigos, de ese modo fluyó  un intercambio valioso de información que nutrió buena parte del contenido de su ya laureado best seller.

El caso Oscar Pérez es muy relevante en la historia venezolana debido al impacto que tuvo y la huella imborrable que generó en todos quienes tuvimos la oportunidad de conocerle. Nuria, quien fuera reportera para RTVE, fue precisamente en esos tiempos turbulentos testigo excepcional de lo que aconteció en las calles de Venezuela, incluso el régimen de Maduro llegó a negarle la entrada en el país en 2016. «Nos han quitado los pasaportes y solo nos han dejado la cámara con la que hemos entrado«, relató entonces.

Así que la Venezuela que recibió a Nuria en aquellos primeros tiempos en 2016 estaba preparada para abrirse a los ojos del mundo y revelar el rostro oculto de sus gobernantes y ella sería una de esas elegidas para develar la verdad ante el mundo, como en efecto lo está logrando a través de su libro.

Probablemente, la periodista pudo haber sido inspirada al observar con sus propios ojos el amor y la pasión de nuestra gente y su defensa de la libertad, particularmente en los jóvenes durante las protestas estudiantiles; pero sin duda uno de los hitos que más le impacto fue la personalidad de Oscar Pérez, como sucedió en cada uno de quienes lo conocimos. Así que nuestra charla con Nuria giró en torno a esos momentos inimaginables e históricos que tuvimos con Oscar Pérez.

Cuando hago retrospectiva sobre el Oscar que visitaba la logia, me trae recuerdos de un muchacho cargado de energía, totalmente lleno de vida, entusiasmado, un luchador, un hombre sumamente respetuoso y cordial, un caballero. No llego a entender cómo fue posible que el miedo haya doblegado a toda una logia sin siquiera haberse atrevido a luchar por lo que somos, de eso se trata mi declaración y participación en el libro de Nuria.

Es un intento por reivindicar el rol de los valores; de destacar el hecho que la hermandad en la que hacía vida Oscar es un universo de gente tan diferente como disímiles entre sí, que los masones podemos ser y no ser, pero que llegado su momento cada quien responderá ante su conciencia y ante Dios con lo que trae, con su propia lucha.

En mi crítica sobre lo negado, me llega a la memoria la forma asqueante como algunos que se jactan de ser masones actuaron, fue realmente indignante saber que pude haber compartido con estos sujetos algunos pasajes de mi vida, y lo que más me pesa es saber lo poco que realmente los conocía, que muchas de sus grandes catarsis morales no eran más que un poco de palabras vacías, babosadas cargadas de sandeces y mentiras tan peligrosas que ponen en riesgo vidas inocentes.

Lo cierto es que la Gran Logia ya estaba llena de afectos al chavismo, de eso se trata, de funcionarios y militares infiltrados, de ellos se pudo esperar todo lo impensable; pero jamás pensé que los colaboradores que se dicen llamar supuestos opositores al régimen iban a ser tan terribles o peores personas, de eso se trata cuando vemos los resultados de ese tiempo de vida en que Oscar visitó nuestra orden. Él tuvo el infortunio de ser recibido por un liderazgo que maquilló la cobardía para lucir como librepensadores, consecuentemente, ellos vendieron sus almas.

Recientemente leí una declaración jurada de un masón que se dice ser hermano masón de Oscar Pérez, que supuestamente formaba parte de la resistencia, y recuerdo que este tipo se dedicaba a descalificarme en los grupos de Whatsapp. Es el  mismo sujeto que sale publicado con su declaración ante el TSJ calificando a Oscar de loco. En su testimonio se puede leer:  “Niego los cargos de los que se me acusa, yo estaba en Santa Fe, en la casa de Oscar Pérez, por el Grupo Masonería, lo invito a un grupo de skao, para las actividades de películas, hemos estado reuniendo libros e ideas, hemos intercambiado para ascender al grado que le sigue. Estaban reunidos el 25 de Junio de 2017, en Santa Fe, él me invita a montar en el helicóptero y luego a disparar. Es cuando yo le respondo: ‘Estás loco’’. Así que, no conforme, este sujeto involucraba de entrada a la masonería y por ende a todos nosotros, y fue incapaz de decirnos que había dado semejante declaración ante un juez militar, y luego la historia ya todos la conocemos, el régimen empezó una cacería de brujas contra masones que no ha parado hasta nuestros días y ya lleva, además de los crímenes contra Oscar Pérez yJosé Díaz, otros dos masones desaparecidos.

Mientras tanto, los amantes de la tiranía mantienen el control, se comunican entre ellos, son cómplices en sus vagabunderías, pueden venderse al mejor postor sin ningún remordimiento, solo los une su deseo por servir al mismo demonio instalado en el más alto pedestal en Miraflores. De eso se trata cuando enarbolan orgullosos la bandera de ocho estrellas y los símbolos de la dictadura, y se pasean por nuestros pasillos o despachan desde las oficinas, pero esto puede empezar a cambiar cuando definitivamente los pocos con valor se atrevan a reconocer el crimen cometido contra nuestros hermanos y condenen abiertamente al régimen de Maduro.

Queridos lectores, imaginen hasta dónde hemos llegado con el alcance de nuestra búsqueda de justicia, que nuestras declaraciones ya forman parte de los contenidos literarios. Gracias, Nuria, por darnos la oportunidad de transmitir nuestra versión de los hechos.

Hemos creado con nuestro accionar un gran movimiento mundial que vela por la verdad y defensa de los derechos humanos, hemos denunciado a personeros del régimen de Maduro ante la Corte Penal Internacional, estamos acompañando a las víctimas y apoyándolas en su búsqueda de justicia ante los organismos internacionales, y seguiremos insistiendo para que prevalezca la verdad y se haga justicia.

Finalmente, deseo expresarles nuestro deseo inquebrantable de que en Venezuela logremos la libertad para nuestro pueblo y sea derrotada la tiranía, que así sea. Repudio eterno a los tiranos. Nos seguiremos leyendo próximamente aquí en El Nacional.

@estebanoria


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