No es nada fácil dar clases sobre el país en estos momentos. Los muchachos están desmotivados con el presente que nos circunda y con el liderazgo opositor. Sienten que la tesis positivista es lo que aplica en el país. El presidente de El Salvador les llama la atención y están de acuerdo con él en sus procedimientos con el hampa.

Se trata de un salón que tiene mucha información sobre casos reales: cobro de vacunas en las haciendas; amenazas de muerte si no se pagan; pobreza extrema en ciertas ciudades; situación de los indígenas en el Amazonas. En fin, algunos tienen la realidad muy viva, muy de frente a sus narices como para creer en tesis optimistas.

Lo único que se me ocurrió, porque lo creo así, fue delimitar el contexto país a lo que cada uno hace. Ayudarles a ver que el hecho de que estén estudiando es un privilegio que otros no tienen y que asumiendo lo que a cada uno le toca es ya un logro importante. Es difícil verlo, pero es la realidad: lo que cada uno hace en su pequeño contexto trasciende al gran contexto país. Cuando se ve primero el gran país uno se pierde en la desesperanza, pero cuando uno circunscribe el país al propio contexto y ve lo que hace, todo se ve diferente. Los ayudé así a ver una universidad que lucha venciendo muchas dificultades; los muchos estudiantes que nutren sus aulas y sus vidas en acción. Eso es Venezuela para ellos.

No es fácil, lo sé, pues la economía no depende de que ellos sean buenos estudiantes, pero la realidad es que lo que cada uno tiene entre manos puede hacer bien y esa es la pequeña Venezuela a la que pueden ayudar.

Estudiar los momentos de gran optimismo en el país no los ayuda mucho. Antes bien, los pone nostálgicos, porque les parece que no podremos salir de esta presente realidad. Yo pienso que podremos trascender, como en otros momentos, situaciones difíciles para transitar hacia mejores tiempos. Todo depende de una oposición unida y de una ciudadanía bien cohesionada. Todo depende de que nos asociemos bien desde ya para enfrentar unas elecciones que llegarán.


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