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Con varios candidatos inscritos y en el desarrollo de su campaña interna, las primarias de la oposición venezolana no dejan de ser amenazadas; en primera línea por las fuerzas de la tiranía, que entienden lo contraproducente para sus intenciones de sostener el poder que es el hecho del agrupamiento de las fuerzas sociales del país en torno a un liderazgo; y en el segundo peldaño, por factores internos de los partidos de oposición, de tradición cogollérica, que se visualizan desplazados de la ejecución del poder y apuestan a la imposición de un candidato, con la narrativa del consenso, que tenga el consentimiento del régimen de Nicolás Maduro, visualizando en este horizonte al gobernador del Zulia, Manuel Rosales, con el respaldo probable de Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y por supuesto de Un Nuevo Tiempo.

Tal parece que la acción movilizadora y retadora de María Corina Machado se constituye en preocupacion de altas dimensiones tanto para el régimen de Nicolás Maduro como para la línea tibia de los partidos de la oposición.

Ahora bien, ¿será suficiente el desarrollo político de María Corina Machado para desplazar del poder a Nicolás Maduro y provocar el cambio político en Venezuela? Todo indica que no, sin ser fatalista absolutamente, este escenario es un círculo navegado en anteriores oportunidades, y si bien es cierto, su fuerza, coraje, diferenciación del resto de los políticos opositores son fundamentales, aún se requiere la combinación de muchos otros factores para provocar el desmoronamiento de las fuerzas convergentes que sostienen el poder en Venezuela.

Indiscutiblemente es el liderazgo de María Corina Machado el que adquiere la esperanza de la población; no obstante, sus detractores siembran la tesis de la imposibilidad de gobernabilidad de su hipotético gobierno, estableciendo la persecución a todos los niveles el elemento central para evitar a toda costa su ascenso al poder, presentándose a la vista de todos como una opción coherente y lógica en medio del desastre histórico, pero enredada en el enigmático método de la toma del poder por la vía electoral, en el marco de la crueldad y la falsedad que representa la actual dictadura.

Quizás sea prudente advertirle a la población que el curso de las primarias es el método ideal para el decantamiento y la definición del liderazgo dentro de la oposición venezolana, y de él derivará en consecuencia la puesta en marcha de otras estrategias para confrontar el poder nacional e internacional que representan quienes han secuestrado el Estado venezolano.

Venezuela en la quiebra y sin Estado de Derecho

Dentro de las grandes debilidades que presenta el gobierno, el aspecto más turbulento es la carencia de recursos, expoliados por la corrupción sin precedentes en todas las instituciones, y el acceso limitado a medios de financiamiento internacional, por ser un Estado que no tutela los derechos humanos de la población.

La narrativa de las sanciones ha copado nuevamente las líneas discursivas, a pesar de haberlas sorteado con éxito, en el pulso de la estrategia de las criptomonedas, que terminaron siendo un mecanismo más de corrupción, del hasta ahora intocable Tareck el Aissami, quien saqueó sin piedad los recursos de Pdvsa, creando un nuevo abismo financiero en medio de la tormentosa situación política que atraviesa el gobierno.

Con estas características, no le queda al régimen más salida que cerrar todos los espacios, porque normalizar la vida política del país y abrirse a métodos democráticos es entregar el poder, de ninguna forma podrán sostenerse, desde hace mucho la ausencia de apoyo popular es la gran debilidad en toda su composición.

Teniendo claridad meridional de todas las características y desempeño de quienes ostentan el poder, y las complicidades internas de sectores de la oposición, sumado al tema del liderazgo de María Corina Machado como caldo de cultivo, es imposible no pensar en el desencadenamiento de un escenario violento, que tendrá necesariamente de protagonista al sector militar venezolano, que ha intervenido históricamente en la toma de espacios políticos en momentos de cuestionamientos de la democracia. Algunos opinadores y estudiosos de la materia militar no ven factible la ruptura de la FANB, con el actual gobierno, creyendo que son la génesis del proyecto que instauró Hugo Chávez. A mi criterio la línea militar está tan descontenta como el pueblo en todos sus niveles sociales, y el arraigo sentimental de la mayoría de la FANB con la población desde hace rato produce un crecimiento de la marea que tiende a desbordarse de un momento a otro.

En conclusión:

Las primarias solo servirán para resolver el liderazgo dentro de la oposición. La apuesta electoral es la correcta cuando existe democracia, en Venezuela el régimen de Nicolás Maduro la exterminó hace mucho, la ausencia de Estado de Derecho abre cauces a eventos en los que la FANB tendrá nuevamente la necesidad histórica de intervenir para trazar una transición a la democracia.

Los días amargos están por venir.

@jufraga12


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