Cambiar nosotros para cambiar al país

Venezuela es un país con altísimos decibeles de confrontación política, sobre el cual se ha cernido un plan que ha logrado enemistar a vecinos, amigos entrañables y hasta familias enteras por posiciones políticas ideológicas. La mal llamada revolución trajo consigo una cultura de odios y venganzas que ha envilecido a la sociedad a puntos inimaginables, que serán los mas difícil de superar en lo sucesivo.

Resultaba impensable que pudiéramos converger en un movimiento político dirigentes de todas las corrientes políticas e ideológicas, pero esto se logró satisfactoriamente en Venezuela Democrática Unida, donde se desarrolla un curso favorable a favor de la restitución de la democracia, con la participación de dirigentes notables, de Acción Democrática, Copei, de Avanzada Progresista, Voluntad Popular, y también viejos dirigentes del MAS, del PSUV y del PCV, además de artistas, cultores, sectores campesinos e indígenas y de movimientos cristianos y de mujeres, con esta pluralidad que recoge años de luchas en diferentes espacios, con diversidad de pensamientos progresistas, socialdemócratas, centristas y de la izquierda nace en el país una voluntad inquebrantable de reconciliación nacional, nos unimos para salvar la nación, y establecer un sistema político donde se garantice el bienestar de todos.

Venezuela navega sin rumbo, con un sistema político que ha empobrecido a todos los ciudadanos, echando a la suerte a más de 7 millones de ciudadanos, que buscan en otras tierras la posibilidad de futuro. Todos ellos llevan consigo un trozo del país, cada uno es un drama doloroso, por la separación de sus seres queridos, la crisis que se vive es multidimensional y golpea a todos, la violencia, la represión, la tortura y, en fin, las violaciones sistemáticas de los derechos humanos son las características que comúnmente definen a quienes gobiernan.

Bajo estos signos de horror y de miseria, no tiene sentido ni fundamento alguno mantener diferencias entre quienes perseguimos la misma causa, con la premisa de que hoy el debate es entre democracia y totalitarismo, se da un salto cualitativo y nos unimos con suficiente nivel de conciencia y convicciones que una vida mejor viene, que una vida mejor es posible y para lograrlo debemos poner los intereses del país y sus ciudadanos por encima de todo, sencillamente no hay ambición personal posible porque de continuar así no quedará país, y habremos perdido todo.

En consecuencia de tantas realidades abrumadoras, ha brotado de forma franca y sincera una demostración de unidad nacional, que se muestra sólida ante la dictadura, que encara contundentemente el delirio psicosopatico de quienes gobiernan de preservar el poder a toda costa, a expensas del sufrimiento del pueblo Venezolano.

Quienes asumimos participar en el Movimiento Venezuela Democrática Unida, estamos liberados de todo complejo político, es el humanismo el que nos define, todo atavismo existente fue derrumbado por la necesidad de reconstruir el país, y tener una sociedad donde el respeto y la dignidad humana estén en un escalafón superior.

La apuesta por las primarias

Uno de los grandes desafíos existentes en Venezuela es la identificación de un liderazgo que permita cohesionar todas las fuerzas políticas. Creemos que la convocatoria a las elecciones primarias resuelven de gran forma la identificación de un liderazgo que pueda unificar a todo el país opositor y construir una fuerza social arrolladora que derrote al madurismo en un proceso electoral con garantías suficientes que debe obtenerse del proceso de negociaciones.

Es responsabilidad acompañar a la Comisión Nacional de Primarias en la convocatoria y en el activismo necesario para que este proceso sea asumido por la población. Para ello, todos los sectores de la sociedad deben adquirir confianza en los métodos que se ejecuten para la realización de las primarias.

En definitiva, todos los sectores políticos y sociales que participen en este evento, que desde ya resuena en la ciudadanía, deben mantener con firmeza que respaldarán a quien resulte victorioso en ese evento, porque lo más importante es construir una fuerza poderosa para derrotar a quienes nos oprimen. Finalmente, una llama se ha encendido en el país, es la llama de la libertad, así como en la película La sociedad de los poetas muertos, protagonizada por el genio de Robin Williams. ningún ciudadano venezolano debe conformarse con lo ordinario, los venezolanos estamos llamados por designios divinos a ser únicos y extraordinarios, a protagonizar momentos históricos que transformen la realidad actual. Ese es nuestro mayor desafío hoy y a través de la unidad, del perdón y la reconciliación nacional renaceremos como una mejor nación.


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