El petroestado fue definido y analizado a fondo por la economista Terry Karl en su libro The Paradox of Plenty: Oil Booms and Petro-States (University of California Press, 1997). La unidad de análisis es el Estado petrolizado, que la autora define como el de aquellos países exportadores en los que la participación del petróleo en el producto interno bruto es el centro de la acumulación y financiamiento de la sociedad. Pues bien, esto llegó a su fin. Pdvsa ha sido destruida y apenas produce menos de un millón de barriles diarios. Venezuela se financia hoy en día con el narcotráfico y el lavado de oro y minerales.

Venezuela es ahora tierra fértil para la criminalidad. El país es investigado en el mundo por permitir el desarrollo de actividades terroristas, de narcotráfico, lavado de dinero internacional, corrupción y violación a derechos humanos; todo esto, bajo la mirada complaciente de las autoridades y la Fuerza Armada. A pesar de que la mayoría de los venezolanos quiere la caída de Nicolás Maduro, y de que los países democráticos exigen que en Venezuela exista democracia, la verdad es que el régimen está aupado por la criminalidad nacional e internacional que encontró en este país “licencia libre” para ejercer fechorías. Por esta razón, Maduro se aferra al poder pues su caída arrastraría la logística de grupos criminales.

Un informe estadounidense de junio de 2017, presentado en Washington por el instituto American Enterprise, señala que elementos del gobierno de Venezuela “administran y respaldan operaciones de narcotráfico, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo, respaldo a los movimientos guerrilleros y de corrupción”. Según el informe, Venezuela siempre fue un pasillo natural para las exportaciones de cocaína hacia Europa y Estados Unidos provenientes de Colombia, pero el tráfico se incrementó con Hugo Chávez en el poder luego de que este respaldó a las FARC. Señala el documento que, gracias a la alianza entre guerrilla y chavismo, Venezuela es ahora un centro de distribución para la cocaína producida por las FARC y otros grupos narcotraficantes.

Todavía hay analistas políticos que no saben calificar el tipo de régimen que ha impuesto Nicolás Maduro, bajo la sombra de espías y agentes cubanos. Son aproximadamente 12.000 individuos, que forman el “sistema nervioso” de las FANB, donde vigilan y controlan cualquier disonancia de malestar, y delatan a sus autores ante el Alto Mando Militar y sus jefes cubanos en la isla. La represión es inmediata. El miedo aprieta.

Como la agente padece fuertes necesidades de comida, los pobres y no pobres se ven obligados a sacar el carnet de la patria, consumando así el control por el estómago de quienes solo pueden comer de las basuras y desechos. Es la obra de un gobierno perverso, de corrupción escandalosa, sin precedentes en el mundo. Los estafadores siguen entrando a saco en el Tesoro Nacional, mermando así las reservas del país.

A su vez, las actividades políticas no solo son estrictamente vigiladas, sino castigadas en una secuencia que va desde la inhabilitación política arbitraria, a la tortura y la muerte. Ahí están las fotos inéditas del cadáver de Fernando Albán, que evidencian que el Sebin lo torturó hasta matarlo, y las impresionantes imágenes del despedazamiento del capitán Acosta.

Y desde China, donde realizaba una visita oficial, afirmó Duque que aquí están los cabecillas del ELN, y que no hay duda alguna de que están protegidos por ese régimen dictatorial. Y llamando las cosas por su nombre, dijo que al terrorista y narcotraficante Santrich se le acusa de estar involucrado en un plan para enviar 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos valoradas en 320 millones de dólares. Venezuela un país de terroristas y narcotraficantes.

Pero “Duque es de la extrema derecha”, aullaría Maduro. Para su desgracia, hace unos días, Venezuela fue calificada de dictadura por José Mujica, ex mandatario de izquierda que fue torturado de joven por la dictadura de su país, calificó gobierno de Maduro como dictadura luego de la publicación del informe Bachelet. Se cernió una tormenta política.

Un día después, el candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez, quien se había negado a calificar al régimen de Maduro de dictadura, escribió en su cuenta de Twitter: “El informe Bachelet es lapidario respecto a Venezuela y se trata de una dictadura. Hay que seguir trabajando en una salida negociada y que el centro sean los venezolanos”.

Bueno, mientras el cangrejo de Barbados da un paso adelante y dos atrás, nosotros sobrevivimos, cual ave negra, en la carroña. ¿Qué falta en la caja de herramientas?

Coda: terminada esta nota, leo y escucho las palabras del teniente Cabello en la sesión conmemorativa de los dos años de la espuria ANC: “El padre Bolívar nos dio el ejemplo, tuvo que tomar decisiones duras, terribles, pero las tomó. Si a nosotros nos toca tomar las decisiones que tengamos que tomar para defender la patria de cualquiera que intente agredirla, lo haremos”.  Y pide recordar el fusilamiento de Piar. El subtítulo del video dice “funcionamiento” (¿?). Olvidó el Decreto de Guerra a Muerte.

Escuche el video:

 


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