Donald Trump Joe Biden en Florida
EFE/EPA/Yuri Gripas – Jim Watson / AFP)

La elección de presidente de la república o jefe del gobierno en cualquier Estado constituye  la cita más atractiva para que los ciudadanos asistan a votar y los Estados Unidos de América no es la excepción.

Los inscritos en el registro de electores conforme a la ley seleccionan cada cuatro años un civil para conducir el sistema de convivencia en democracia como jefe del Poder Ejecutivo federal.

Cabe destacar que precursores de la democracia incluyeron en su momento la reelección para solo un consecutivo segundo mandato, lo cual aseguraba el acceso al poder de manera alterna para otros aspirantes por decisión del soberano.

El número de venezolanos que habitan en Norteamérica, calcula el Instituto PEV Search Center, ascendía en 2013 a 248.000. Esta población ha ido engrosando la lista de electores y desde el censo de 2010 hasta la actualidad es cada vez mayor la presencia de personas provenientes del país petrolero en busca de protección política.

Oscar Ganem, dirigente republicano en el condado de Broward, informa que la comunidad de venezolanos militantes crece rápidamente, encontrándose registrados cerca de 55.000 votantes: “Donald Trump se identifica con ellos y apuntala a estos en sus aspiraciones para el retorno de la democracia en Venezuela; por ello, principalmente en Florida, la venezolanidad ahora aumentada repetirá su preferencia este 2020”.

Un estudio realizado por la Universidad del Norte de Florida (UNF) arroja que siete de cada diez votantes de Florida lo harán por Trump y de estos los venezolanos de una manera clara se inclinan por el mandatario, conforme destacan organizaciones de base.

De acuerdo con la pesquisa de opinión publicada este mes de agosto, 66% de esta minoría decisoria sufragará por Donald Trump y 34% por Joe Biden.

Oswaldo Muñoz, editor venezolano-americano de tendencia demócrata, considera que Joe Biden en el estado peninsular está  a la zaga del mandatario neoyorquino con 40% del propósito electivo en los paisanos.

“La oferta de un tratado de permanencia temporal en territorio norteamericano hecho por Biden ha movido a los demócratas a revaluar la posibilidad de elegir a Trump, logrando despertar la vocación tradicional demócrata”.

Muñoz indica que el experimentado burócrata  promete una solución integral en Venezuela porque las sanciones no han logrado salir de Maduro Moros.

No hay duda de que la política exterior anunciada apresuradamente por Joe Biden, augurando un acercamiento hacia los usurpadores del poder en Venezuela, Cuba y Nicaragua, le restó un considerable caudal de adeptos.

Vistas las mediciones  de tendencias posteriores a sus afirmaciones, entiende el espigado pretendiente que el estado de Florida está en juego y recula; sobre todo cuando la diferencia entre aspirantes podría ser mínima.

Es ahí que la creciente comunidad de asistentes bolivarianos podrían inclinar la balanza  hacia el jerarca Trump llevándose 29 concluyentes puestos del colegio electoral.

El exvicepresidente rápidamente cambia su discurso hacia el exilio conformado en su mayoría por desplazados políticos.

Mas no considerando suficientemente atractivo el discurso de adversar a Maduro Moros, sin embate ofrece un trato migratorio para quienes proviniendo de la patria de Simón Bolívar se encuentran en Estados Unidos sin estatus definido de permanencia en función de su realidad social.

Para muchos Biden va adelante en las encuestas, preferencia que se ha observado desde  su designación formal; sin embargo, esas controversiales promesas que van desde cambios benévolos en las relaciones bilaterales con regencias extremistas hasta catalogar al neogranadino Maduro Moros de dictador en la recta final de su campaña me hace dudar que el candidato liberal tenga asegurada todas las opciones de triunfo.

Donald Trump, a pesar de contar con el apoyo mayoritario de los concurrentes de la minoría caribeña, debe luchar hasta el último momento para alcanzar la mayoría de los óvalos del colegio electoral de 538 puestos; nada garantizado por cierto.

Para muchos analistas los presidentes norteamericanos han visto siempre América Latina como el patio trasero del poder.

Trump se enfrenta a las tiranías al imponer sanciones a Nicolás Maduro, su familia, miembros del gobierno y allegados por crímenes de lesa humanidad, administrar corruptamente los bienes de la nación y procurar someter a la población civil con fines esclavistas. Ello dice mucho de la importancia que le ha dado el vecino de la Gran Manzana a Venezuela.

Los venezolanos agradecidos hoy lo respaldan y ruegan a Dios que sea quien sea el ganador le cumplan las ofertas de libertad, ayuda humanitaria y retorno a casa una vez que Maduro Moros, los deshonestos y torturadores estén fuera del poder.


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