Para los habitantes de la frontera del estado Apure y los habitantes de las poblaciones de Colombia, específicamente del departamento del Vichada y de Arauca, se ha hecho habitual arreglárselas para poseer ambas nacionalidades. La dinámica social determina un aspecto tan importante como ese, porque las personas se trasladaban hasta donde circunstancialmente podían encontrar algunas ventajas sociales. Esta situación provocó en el curso del tiempo algunas denuncias sobre la existencia, por ejemplo, de alcaldes, legisladores regionales, concejales, etc, con reclamos por doble nacionalidad, lo que constituía una violación de la normativa venezolana y la exigencia de ser venezolano por nacimiento, sumado a la condición de Apure, un territorio fronterizo.

El artista Felipe Peláez es un ejemplo de tal situación, siendo de padres colombianos, en la búsqueda de calidad de salud, decidieron que naciera en Maracaibo, Venezuela, pero toda su crianza y su vida han transcurrido en Maicao de la Guajira colombiana, como su caso miles de otros en igual condición. Sin embargo, no se constituye en ilegalidad, como sí lo es caso que se plantea a fondo en el presente artículo de opinión.

Ahora bien, en momentos en los que mucha presión se cierne sobre Colombia, por la disputa electoral y las intenciones de Gustavo Petro, exmilitante del M-19, de ser presidente, con una experiencia de vida ligada al narcotráfico y a la violencia, que han de suponer el debilitamiento de toda la estructura institucional, que soporta al Estado colombiano, surgen situaciones que evidencian la grave crisis institucional que puede sembrarse en Colombia, hasta desmoronar todas las conquistas que han adquirido a través de los tantos procesos de transformación social, el hecho de que un ciudadano con doble nacionalidad por 47 años, sea electo senador por el departamento de Arauca, donde existen señalamientos de presiones por parte de las FARC y del ELN a la hora de ejercer el derecho al voto para favorecer  a los candidatos de su preferencia, con su respectiva partida de nacimiento, cédula de identidad Nº V- 12.580.489, además de otros registros, como los correspondientes al organismo de tributos Seniat, cuenta bancaria en el Banco de Venezuela Nº 0102-0667-710000069562, además de un registro en Tribunal Supremo de Justicia, en Venezuela, por acusación de contrabando que terminó siendo sobreseído. Sin embargo, es otra muestra más del uso de su nacionalidad  venezolana de la cual motivado por sus aspiraciones políticas pretende desconocer solicitando la nulidad de la misma, por estar registrado primeramente en Colombia.

Se aprecia vulnerable el sistema electoral y de justicia colombiano, una simple búsqueda en Google puede constatar algunas de las relaciones y conductas del ciudadano Germán Roso Anís con nacionalidad venezolana y colombiana, arrastrando así el fraude desde el día de su nacimiento, al ser presentado en ambos países con un  día de diferencia.

El Partido Liberal de Colombia avaló esta candidatura, y seguramente defiende la curul a pesar de ser un hecho sombrío profundamente inmoral, que marca un precedente funesto para la institucionalidad colombiana, colocando así de relieve nuevamente el papel de los partidos en la defensa de la democracia y la preservación ética del ejercicio de la política, denotando la grave complicidad con los intereses de quienes acechan la institucionalidad para amañarla en función de sus ambiciones.

Finalmente, será el nivel de conciencia de los ciudadanos el que ejerza presión sobre los mecanismos de justicia y sobre los partidos en virtud de su adecentamiento, para que no sean los agentes promotores de la destrucción del Estado colombiano.

 

 


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