El 4 de mayo de 2021 publiqué en este prestigioso medio informativo un artículo llamado “Universidad virtual” [1] y ahora presento la segunda parte, en la que complemento y reitero con mayor énfasis mis opiniones sobre este importante asunto de interés general y global, debido a que observo que el tiempo ocioso transcurre rápidamente para los jóvenes –más de un año de receso por las restricciones asociadas a la pandemia – y la juventud que es parte del futuro de la humanidad está perdiendo un tiempo de vida muy valioso que no se podrá recuperar, esperando por el regreso a la normalidad relativa, sin que se tenga certeza de cuándo, cómo y en qué condiciones será ese anhelado retorno a la nueva normalidad.

Es importante destacar que mientras no exista un ambiente seguro y libre de las amenazas biológicas asociadas a la pandemia actual, con sus mutaciones y posibles secuelas, es necesario mantenerse lo más resguardado posible, cumpliendo con todos los procesos y los protocolos sanitarios recomendados por los expertos y las autoridades del área sanitaria, para no perder la salud o peor aún la vida, como les ha ocurrido a algunos conocidos, pero teniendo en cuenta que se requiere proponer e implementar alternativas seguras para sobrevivir, recuperarse y poder prosperar en el futuro, aún en medio de condiciones multidimensionales tan adversas como las que estamos viviendo.

Desde el año 1200 a.C. se tiene historia de diversas epidemias y pandemias que han azotado a la humanidad como fue la influenza, pasando por algunas otras como la peste bubónica, también conocida como la peste negra, producida por el bacilo Yersinia pestis, que se transmitía a los humanos por la picadura de las pulgas de las ratas, que ha sido la pandemia más devastadora de la historia mundial y que se conoce desde 541 con el nombre de la plaga de Justiniano, hasta un brote ocurrido más recientemente en el año 2008, conocido como la peste de Madagascar, siendo que la única pandemia que se ha podido erradicar a nivel global ha sido la Viruela, causada por el Variola virus, gracias a la aplicación masiva de la vacuna antivariólica y para nuestra fortuna, actualmente se dispone de grandes avances científicos que han producido en tiempo record diversas vacunas anti Covid-19, siendo que los gobiernos deberán priorizar los procesos de inmunización para todos los habitantes de las diversas naciones sin excepción, tan pronto como sea posible, para poder erradicar esta amenaza mundial.

Como un dato histórico curioso, durante el lapso 1665-1666 se propagó una epidemia de peste bubónica en el Reino Unido, llamada la gran peste de Londres y a raíz del confinamiento obligatorio, Sir Isaac Newton en su retiro hizo descubrimientos tales como: la ley de gravitación universal, las leyes de la mecánica clásica, el teorema del binomio y el cálculo diferencial e integral entre otros.

Del artículo “Universidad virtual” publicado anteriormente tomo el siguiente párrafo que justifica la importancia para la humanidad de buscar alternativas en condiciones seguras, para continuar con la educación, aún en tiempos adversos: “A lo largo de la historia universal, los padres de familia responsables y los verdaderos estadistas, se han preocupado y ocupado por la educación de sus relacionados, desde el nivel maternal, pasando por preescolar, primaria, secundaria, postgrado y doctorado, pues es bien conocido que la riqueza de ciudadanos y países, no es la cantidad de “dinero sin valor” que puedan tener, crear o disponer, ni tampoco la cantidad de recursos naturales que existan en una nación, sino que es la capacidad de la gente para usar su inteligencia y sus conocimientos, de modo que mediante la creatividad, la inversión y el trabajo productivo, en un ambiente de absoluta ética y libertad, con reglas claras y precisas, se pueda transformar el capital y los recursos naturales en bienes, servicios y conocimientos, que junto a la salud, son la única riqueza real, verdadera y sostenible de la humanidad.”

Por no ser un experto en el área educativa, solo opinaré basado en mi experiencia personal, sobre el nivel educativo universitario, dejando los demás niveles educativos para que sean tratados apropiadamente, por ciudadanos con mayores conocimientos en esos sectores, debido a que aún tengo hijos que están cursando carreras de pregrado o están próximos a cursarlas y por tanto, he estado revisando las páginas web de prestigiosas universidades nacionales, tanto públicas como privadas, para buscar ofertas educativas totalmente virtuales, que contemplen carreras de pregrado y posgrado y he encontrado que algunas instituciones hablan de hacer ofertas a futuro, pero ninguna presenta algún plan para el próximo lapso académico 2021-2022 o superior, pues el modelo de educación actual se basa en clases presenciales y en algunos casos ofrecen un modelo semipresencial, que incluye algunas clases virtuales.

Las universidades son poseedoras de una inmensa riqueza consistente no solo en sus instalaciones físicas sino también en: bibliografía, laboratorios, experiencias y conocimientos en artes y ciencias, pues cuentan con un personal docente e investigativo de altísima calidad, que permite formar ciudadanos productivos y necesarios para el desarrollo de los países, siendo por tanto requerido, que los consejos universitarios y las demás autoridades relacionadas, analicen la forma en que toda esa riqueza cultural y científica, que hace parte del alma de las naciones, pueda ser bien utilizada en beneficio de los ciudadanos y que la universidad no muera en manos de las autoridades universitarias actuales, por culpa de esta pandemia o peor aún, por causas inherentes a la política.

Quizás esta sea la ocasión propicia para cambiar el paradigma tradicional de las clases presenciales, que implican un gran gasto de tiempo, energía y otros recursos, relativos a la movilización de todo tipo de personal, para asistir a las sedes universitarias.

Por otra parte, al darle a la universidad el don de la ubicuidad a través de las tecnologías de información y comunicación actuales, será más fácil la participación de una mayoría de estudiantes no solo a nivel local o nacional sino también internacional, permitiendo que todo el material educativo creado, sea actualizado y reutilizado, para que los docentes puedan dedicar un mayor tiempo a la investigación y a la tutoría virtual de sus estudiantes.

En esta investigación sobre ofertas de educación virtual encontré un recurso muy valioso que se llama la Biblioteca Ágora de la Universidad Metropolitana [2] y que infortunadamente solo está disponible para estudiantes y profesores de dicha entidad, pero no para el público en general, de donde extraigo lo siguiente:

1.     Es una herramienta desarrollada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso que permite a los profesores gestionar en forma autónoma los documentos disponibles en la Biblioteca Virtual de Pregrado y Posgrado.

2.     Es un servicio que permite a los alumnos acceder a recursos de estudio sin necesidad de trasladarse geográficamente.

3.     Los documentos cargados se organizan en carpetas divididas por carreras y asignaturas, para facilitar su ubicación.

4.     Se pueden encontrar toda clase de entidades digitales como, por ejemplo: documentos de texto y multimedia, bibliografía obligatoria y complementaria del curso.

Para implementar las universidades virtuales, existen algunos temas que habrá que estudiar con más detalle como son: actualización de plataformas tecnológicas obsoletas, cursos de nivelación, equivalencias, prácticas de laboratorio donde se requieran, migración de estudiantes desde universidades presenciales hacia virtuales, cambios de carrera, postgrados para exalumnos, cursos de actualización, inscripción de estudiantes de diversas nacionalidades y ubicaciones, ingreso de estudiantes de la segunda y la tercera edad, calidad y estabilidad de internet, sueldos y salarios honestos para el personal y por último, la financiación de las carreras entre otros asuntos.

Respecto a las fuentes de financiación habría que definir algunas tales como son: aportes del estado, donaciones de fundaciones nacionales e internacionales, créditos educativos para los participantes, cobro de membresías para particulares que quieran acceder a las bibliotecas virtuales, cobro de inscripción dependiendo del ingreso financiero del estudiante, becas y exoneración de pagos para los alumnos más necesitados sujeto al rendimiento académico, entre otros temas financieros.

Por otra parte, en tiempos de confinamiento vendría muy bien si los particulares pudiéramos tener acceso a bibliotecas virtuales de las universidades u otras entidades, donde pudiéramos leer libros de nuestro interés, de manera gratuita o pagando alguna tarifa o membresía, sin tener que recurrir a la compra y acumulación de las obras que nos interesan.

Creo que tema de la universidad virtual es un asunto de gran importancia, que tiene una demanda insatisfecha y que se debe estudiar con seriedad a nivel global, debido a que después de la pandemia covid-19, todas las naciones tratarán de recuperar sus economías que están destruidas y deberán renacer, donde la mejor herramienta para lograrlo es adelantarnos al futuro, mediante la educación de los ciudadanos, que somos los creadores de la riqueza real.


[1] https://www.elnacional.com/opinion/universidad-virtual/

[2] http://agora.unimet.edu.ve/


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