En este nuevo año no podemos perder las esperanzas de llegar a tener un mejor país. Se piensa en nuestra oposición, sin embargo, y se le ve desunida, débil, cansada. Es cierto que todo depende de lo que cada uno en lo individual pueda hacer, pero también es cierto que necesitamos de una articulación en lo político que nos oriente.

Esto es esencial para unirnos en torno a un ideal, en torno a una visión de país tan necesaria hoy en día. Falta un discurso que ilusione, que llene los vacíos y lleve a creer que es posible cambiar. Hace falta que la oposición se una, idea muy trillada a lo largo de estos años. Pero es así y sigue siendo verdad. Por eso hay que repetirlo, pues sin unión no hay cambio posible. Y esa unidad se construye, no se decreta. Se construye desde la base y dentro del liderazgo opositor. Hace falta que este liderazgo escuche el sentir del pueblo sobre ellos, para que aprenda qué sentimos los venezolanos y qué deseamos.

Para enfrentarnos a las elecciones presidenciales hace falta unidad en la oposición. Hace falta unidad de criterio, unidad de visiones. Que todos veamos como prioritarias unas primarias que ayuden a clarificar qué líder puede articular todos los deseos y esperanzas de un pueblo que está como paralizado en lo político. Estamos así porque lo económico nos come y nos tiene buscando sobrevivir día a día; nos tiene haciendo rendir los reales y pensando qué poner en la mesa en cada comida.

La gente no tiene tiempo que perder en ilusiones vagas, lo cual no significa que no aspiremos a un cambio de gobierno. La cotidianidad, sin embargo, es dura, y nos aferra mucho a la realidad. Una realidad en la que no caben discursos utópicos que nos prometan mentiras. Por eso el nuevo discurso tiene que ser realista; tiene que poder llegar a los venezolanos ilusionándonos, pero centrándonos en nuestros verdaderos problemas. Pienso que la gente está necesitada de un discurso que ilusione, pero que plantee realidades. Necesitamos sinceridad, transparencia y humildad en nuestros líderes.

Si algo hemos aprendido es que un nuevo gobierno no se decreta, sino que se construye desde la base. Y esto es lo que los líderes deben ver. Somos mayoría. Es un país entero el que desea un cambio de régimen, un cambio de orientación, pero necesitamos un liderazgo que busque unir y no dividir; ilusionar y no defraudar.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!