El gobierno de Pedro Castillo se acerca a los 70 ministros en un año de gestión y fácilmente podemos llegar a los 350 en el 2026. A pesar de todas las declaraciones y pruebas de actos de corrupción que parecen desestabilizar al gobierno, lo cierto es que las investigaciones fiscales tienen un corto recorrido debido a la protección constitucional de Pedro Castillo. Así, la única utilidad de las investigaciones fiscales es filtrar sus resultados a la prensa con la esperanza de acabar con la indiferencia de la calle o la desvergüenza del Congreso. Sin embargo, ni siquiera esto parece tener un gran alcance.

Por un lado, la calle no se mueve porque Castillo ha terminado de quebrar la autoestima de un electorado que viene dinamitando su propio país desde el 2016 –¡tres veces a la urna desde ese año y las tres veces detonaron al país!–. Por otro lado, el Congreso se encuentra totalmente dividido y plagado por amateurs o vividores de la política. Además de ello, ¿cuál es el incentivo del Congreso para ponerse del lado de la calle? ¿Acaso van a reelegir a los que se porten bien? ¡Ja!

Como pueden ver, en el Perú actual, cualquier solución que requiera votos en el Congreso o presión popular está condenada al fracaso. Por esta misma razón, empiezo a pensar que incluso una renuncia de Castillo es más probable que la misma vacancia. Recordemos que mientras Pedro Castillo tiene protección constitucional, Lilian Paredes y su familia –que también tiene serios indicios de corrupción– no. ¿Soportaría Pedro Castillo ver a su esposa prófuga como Pacheco o Silva? ¡Quién sabe! Tal vez nos libremos de Castillo de la manera más inesperada.

Inflación: lejos de ganar la batalla

El pasado miércoles, la Reserva Federal subió los tipos de interés en 75 puntos básicos y, contradictoriamente, el mercado bursátil lleva varias semanas en tendencia alcista. Por ejemplo, desde mediados de junio el Nasdaq Composite ha subido un 20% y ya supera los 12.000 puntos. Mientras tanto, el rendimiento de los bonos se ha desplomado.

La idea de que el pico de la inflación se ha alcanzado en junio ha llevado al mercado a creer que la Reserva Federal empezará a recortar los tipos en la segunda mitad del próximo año y que la batalla contra la inflación ya está ganada. Sin embargo, en contra de lo que piensa el mercado, la batalla contra la inflación está lejos de estar ganada.

Es cierto que se espera que la inflación en los próximos meses sea menor que en junio, pero esto se debe a la caída de los precios de las materias primas y a la resolución de los cuellos de botella en las cadenas de suministro. Sin embargo, la economía sigue estando sobreestimulada y los últimos datos de empleo en Estados Unidos –se añadieron 528.000 puestos de trabajo en junio– son una prueba de ello. Esperemos que el mercado se equivoque y que a Powell ni se le ocurra recortar los tipos el año que viene. Ya basta de alimentar burbujas.

Artículo publicado en el medio peruano El Reporte


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