Estamos a penas a días de que Colombia decida su destino, eligiendo democracia o comunismo. Si es que Vega-INDRA, en acuerdo con el Pacto Histórico ese cartel de criminales, psicópatas y narcotraficantes que pretende imponer un narcoestado comunista en Colombia, permite un escrutinio legal y democrático y no como ocurrió con las legislativas  del 13 de marzo, de las cuales después de dos meses todavía no se sabe nada, sino que el registrador de bolsillo del socialismo del siglo XXI sacó más de 1 millón de votos de su sombrero de mago y ningún partido, ni candidato ha sido capaz de ponerle coto a tan semejante fraude. Si yo hubiese sido el líder de algún partido grande o candidato hubiese convocado a que todos hubiesen llamado a una rueda de prensa denunciando el fraude, demostrando que no hay garantías y declarando no asistir a la elección presidencial hasta que no se hiciese el reconteo y las auditorías de rigor. Como no le hicieron,  los del cartel Pacto Histórico-Vega-INDRA, se mueren de la risa, se burlan de los imbéciles que tienen como contrincantes y ya deben tener montado el mega-fraude para el próximo 29 de mayo. No me sorprendería que pongan a Petro a ganar hasta en primera vuelta.

Repito si por un milagro del sagrado Corazón a quien está invocada Colombia no se hace el fraude, entonces los colombianos tendrán el poder de decidir si quieren vivir en libertad y democracia, en un estado de derecho, con respeto de la propiedad privada, separación de poder y alternabilidad, el gobierno de orden y oportunidades (que tanto me recuerda a “manos firmes y corazón grande”) de Fico Gutiérrez, o si deciden suicidarse y votan por un régimen tiránico, bajo la férula de un dictador omnipotente, en el cual solamente los consentidos del dictador, que está demostrado serían los criminales de lesa humanidad de las FARC y el ELN, los corruptos del farcsantismo y los capos de los carteles criminales sucesores de “Otoniel”, podrán ejercer libremente las actividades normales de un ciudadano, el 95% restante de la población sumido en opresión y miseria es decir un régimen comunista, liderado por el psicópata, megalómano y narcisista Gustavo Petro.

De determinar el pueblo el camino democrático de Fico Gutiérrez, se construirá sobre lo construido, mejorando lo bueno y desechando lo malo, bajo los principios de la democracia liberal, reduciendo la pobreza y la inequidad a través de la vía del progreso. De decidirse por la vía del socialismo del siglo XXI de Gustavo Petro se repetirá el fracaso de Cuba, Venezuela y Nicaragua, estaremos dominados por un sátrapa inculto, sin noción de la modernidad económica, con todo el poder económico en manos del Estado, miles de presos y torturados, si no asesinados, es decir, la dictadura posmoderna de un narcoestado comunista.

La elección está abierta, los años perdidos en los que el establishment le cantaba loas al traidor a la patria Juan Manuel Santos, se durmió ante el escándalo de unas elecciones compradas por este con el dinero de Obedrecht, aceptó la instauración de una dictadura al desconocerse el dictamen del plebiscito e incorporar al hilo constitucional el pacto de entrega del país a las FARC, mira para otro lado ante la persecución judicial a Uribe y otros líderes democráticos, mientras se les da impunidad y poder a los criminales de lesa humanidad de las FARC, se permite la dictadura de los jueces que implanta a la fuerza el marxismo cultural y ahora finalmente instaurarán una “verdad” al gusto del ELN alabado por el cura comunista De Roux, el “Saulo” del farcsantismo, han permitido que una masa crítica esté dispuesta a suicidarse eligiendo al candidato del socialismo del siglo XXI, Gustavo Petro.

Pero no nos dejemos engañar por la ofensiva mediática que aceitada por el dinero de las FARC-Maduro-Pacto de la Picota hace una lectura sesgada de las encuestas. Que Petro tiene alrededor del 40% de la intención del voto es cierto y que Fico disputará la segunda vuelta obteniendo alrededor del 30%, también, pero esto deja más del 30% apoyando otras opciones o que están indecisos. Petro tiene más de 8 años haciendo campaña, Fico solo dos meses, el nivel de conocimiento del primero es más del 90% mientras que el del segundo no llega al 70%, pero el factor determinante es que Petro tiene más del 50% de rechazo, mientras que el de Fico no pasa del 35%. En conclusión, las encuestas NO DICEN que gana Petro, lo que SÍ DICE es que hay una mayoría que o descarta votar por Petro o no está decidida aún. Otro dato muy importante es que la encuesta CNC (no he visto esa pregunta en las de Invamer y Yanhass) demuestra que unas 2/3 partes de los votantes de otros candidatos se inclinan a votar por Fico en la segunda vuelta. Conclusión: Petro tiene un techo y Fico tiene una amplia cancha de donde sobrepasar con holgura a Petro en la segunda vuelta.

Todo parce predecir que se repetirá el escenario de Colombia 2018 y de Francia recientemente, en las cuales una mayoría democrática se aglutina en torno al candidato de la democracia liberal, para impedir el ascenso al poder del candidato del totalitarismo, da la coincidencia que ese mismo candidato, Petro, fue derrotado por la democracia en 2018 y será derrotado por esa misma mayoría de demócratas colombianos, que indicarán con su voto: FICO PRESIDENTE.


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