Durante su estadía en el Wilson Center, en Washington DC, Leopoldo López desarrolló una visión más global de su papel en la lucha contra las autocracias, visión que ha concretado en un documento titulado: “Challenging Autocracies from Within”. Escrito en inglés, puede leerse en su totalidad en: https://www.wilsoncenter.org/sites/default/files/media/uploads/documents/Challenging%20Autocracy%20from%20the%20Front%20Lines%20%28July%202023%29.pdf . El documento está basado en sus experiencias en Venezuela, comenzando con su gran gesto cívico de 2014, por el cual fue a la cárcel, hasta que logró escapar hacia España en 2020, país donde reside actualmente.

No es mi objetivo en esta ocasión evaluar la actividad política de Leopoldo López con relación al problema venezolano, actividad que incluye extraordinarios actos cívicos, de coraje, así como errores sustanciales, lo cual tendrá que ser objeto de otra nota. Aquí me referiré a su iniciativa de naturaleza geopolítica por considerarla digna de atención y de apoyo, aun cuando enfrente formidables escollos de implantación esencialmente derivados de la inercia y cobardía de grandes sectores del liderazgo político mundial.

Leopoldo inicia su análisis hablando de su experiencia venezolana, de su prisión y fuga y de la longevidad del chavismo en el poder, la cual explica por tres factores: el ingreso petrolero disfrutado, el apoyo de la fuerza armada y la existencia de una sociedad de “amigos” autocráticos como Rusia, China e Irán, que les ha prestado mucho apoyo tecnológico, militar y financiero, el cual se mantiene hasta hoy, a pesar del alto nivel de corrupción existente que ha escandalizado hasta a los chinos. López estima que 20% del PIB venezolano está relacionado con narcotráfico, contrabando y extracción ilegal de minerales del llamado Arco Minero. Documentar como funciona este “club de amigos” a fin de combatirlo es uno de los desafíos de nuestro tiempo, lo cual puede hacerse mediante la creación de una Alianza para la Democracia y la Libertad.

Un mundo bajo el yugo autocrático

Leopoldo reporta que 72% de la población mundial vive en las garras de la autocracias, comparado con el 49% de hace 12 años. Esta declinación de la democracia en el mundo requiere una acción global coordinada, por lo cual propone en el documento una Alianza para la Libertad con el objetivo de recuperar las democracias, restablecer elecciones libres y transparentes y el estado de derecho. A fin de iniciar ese camino Leopoldo coordinó, junto con un grupo de activistas internacionales, la celebración de un Congreso Global de la Libertad, realizado en Lituania en noviembre 2022, a fin de establecer un plan de acción sin clivajes ideológicos, orientado a reafirmar valores comunes de democracia, derechos humanos y el estado de derecho. Asistieron unos 180 activistas de más de 40 países que se encuentran bajo el yugo de regímenes autocráticos.

Allí se analizó la razón por la cual las protestas contra las autocracias no están teniendo éxito. Una razón es la extrema polarización al nivel doméstico, la cual divide a la oposición por diferentes motivos y, otra, la colaboración que se prestan entre sí los miembros del club de autócratas, duchos en el “arte” de  intimidar a sus adversarios. Cita a Anne Applebaum, analista estadounidense, quien dice que las autocracias están operadas por redes sofisticadas internacionales, con estructuras financieras kleptocráticas y servicios de inteligencia que actúan al unísono. Rusia y China, por ejemplo, ya presentan sus modelos autocráticos como alternativas superiores a la democracia. Más que peleas entre capitalismo y socialismo, entre izquierdas contra derechas, lo que proponen de manera desvergonzada es autocracia vs democracia. Agrego yo que en las democracias, ciertamente en Estados Unidos, hay aspirantes a autócratas quienes compran esta tesis. De allí que se imponga la necesidad de una asociación para la libertad, incluyendo individuos y movimientos cívicos que lleven a cabo confrontaciones de calle contra los regímenes autoritarios y formen la vanguardia de protestas populares masivas.

 ¿Qué hacer?

En su documento Leopoldo enumera varias acciones, entre otras:

  • Estructurar una alianza para la democracia, con el objetivo de enfrentar la red de autócratas, promover cambio político, enfatizando elecciones libres y transparentes, el respeto a la ley, la protección de los derechos humanos y la restauración de la democracia en los países afectados por el yugo autocrático.
  • Incrementar los niveles de activismo mediante la organización y las debidas comunicaciones para aumentar la efectividad de la acción.
  • El entrenamiento de activistas pro-democracia de todos los países. La Alianza ya en marcha acaba de crear una Academia de la Libertad para entrenar 1 millón de activistas en los próximos cinco años.
  • Rediseñar sanciones para apuntar específicamente a quienes ayudan a los autócratas: empresas, individuos y redes de kleptócratas, utilizando herramientas como la ley Magnitskty.
  • Incluir el grado de libertad y democracia como Objetivo de Desarrollo Sostenible, ODS,  en las Naciones Unidas, a fin de aumentar la presión sobre los regímenes autocráticos.
  • Promover la acción de los tribunales internacionales de justicia.
  • Establecer una narrativa que le gane a la narrativa autócrata.

Los formidables escollos que enfrenta la iniciativa de Leopoldo

Lo primero que un escéptico se preguntará es que si Leopoldo trató y no pudo enderezar la situación venezolana, país pequeño con un régimen torpe, ignorante y hasta cursi, pretender hacer lo necesario a nivel planetario es bastante más complicado. Dirán que quien no pudo lo menos, tampoco podrá lo más. Sin embargo, esta premisa pudiera ser ilusoria, porque en el caso global podrán involucrarse en la lucha factores y agentes de mayor dimensión que los existentes en la agotada y letárgica oposición venezolana.

Lo cierto es que los escollos son gigantescos. Para no ir más lejos:

  • La naturaleza blandengue y complaciente de los organismos internacionales como las Naciones Unidas, la Celac o la OEA, organismos que ni lavan ni prestan la batea (perdón por el venezolanismo: son muy inefectivos). Ejemplos: Rusia es miembro del Consejo de Seguridad. Irán ha estado en el Comité de Derechos Humanos, mientras los ayatolás asesinan al pueblo, lo mismo que sucede en la Venezuela de los gorilas chavistas. En la reciente reunión de la Celac en Bruselas, el presidente del gobierno de España le dio un besito a la crapulosa Delcy Rodríguez, delincuente chavista de primer nivel.
  • Las barreras naturales de comunicación entre diferentes idiomas y culturas. Nada más inefectivo que una conferencia mundial donde se requiera traducción simultánea. El ejemplo de la ONU es trágico.
  • El significativo financiamiento que este esfuerzo requeriría. Solo la Academia de Activistas para entrenar a un millón de activistas requeriría recursos de gran dimensión. Los gastos de información y propaganda, la lucha contra el fake news, ello necesitará centenares de millones de dólares.
  • El delicado balance de la organización. Si es muy pequeña será insuficiente y el esfuerzo no progresaría, si es muy grande se burocratizaría y ello sería su muerte.

Dicho todo esto, considero que es una hermosa iniciativa, quizás un tanto ambiciosa, pero a la cual le deseo el mayor de los éxitos y a la cual doy mi apoyo porque sin duda apunta en la dirección correcta.

Mucho, casi todo, dependerá de la calidad del liderazgo. Este será un esfuerzo de tiempo completo y, quizás, de vida para Leopoldo López. Tendrá que olvidar sus objetivos  en Venezuela, ya que nuestro país solo es un punto en la curva global, a ser tratado como tal en un contexto global.

Lo peligroso sería  -y no tengo fundamento alguno para pensar que ello sea el caso- que este esfuerzo global solo sea un escalón para el regreso a Venezuela de Leopoldo con un segundo aire político generado por esta iniciativa. Si ello fuera así, para usar otro venezolanismo, Leopoldo perdería el chivo y el mecate.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!