La expedición lejos de los linderos confortables de cotidianidad, promueve hacerse y responder preguntas en las que bajo otras circunstancias no pensarías. Largas caminatas de esfuerzo físico y desafío te inspiran a navegar en el regazo de lo desconocido. Tales travesías infunden hálito a los propósitos de vida, y renuevan las motivaciones. Mientras todo eso ocurre las frases, los momentos y hasta algunas fotos quedan impresas en tu memoria sin razón aparente.
Sumida en proyectos personales de más envergadura subjetiva que realista, una frase ha quedado tatuada en mi mente, siendo esta: “el tributo al vestido” lo que avizorando rápidamente suena bastante vanidoso, pero sumado al contexto en el que se aporta puede tener una lectura bien interesante. Resulta que se acota en la escogencia de un vestuario discordante al entorno natural en el que se pretende usar, como quien asiste a una fiesta de gala en traje deportivo o usa gafas de sol en ambientes cerrados. Sin embargo, el hecho de asistir, aun sin la indumentaria correcta, expresa mucho de la motivación que genera el traslado en sí.
A pesar de lo confuso, a mis ojos se les obsequió la gracia de disfrutar de un camino tortuoso donde todo al andar lastima, los vientos son fríos, el sol quema con rudeza y lo que llevas pesa un poco más. Empero, al llegar a destino, un espacio imponente, majestuoso, poco intervenido e increíble, recibes una especie de recordatorio de lo frágil y efímera de la vida. Saltas a revisar tu maleta y consigues atuendos que no sirven en dicho entorno; sin embargo, ya te encuentras allí, y lo que te viste más que bonito o elegante es la buena voluntad de Quien te envió. Reconoces que no tenías las fuerza o el entrenamiento para soportar tales caminos, pero ya has llegado a destino.
Los pies sangran, el corazón late con fuerza y la abrumadora belleza no te permite articular un petitorio adicional, tu sola presencia allí es un clamor vehemente en busca de algo más. Aprendí que en aquel lugar se cumple el tributo al vestido, puesto que es el Padre quien rodea los corazones justos con su buena voluntad, y solo ésta nos habilita para vestir correctamente en cada ocasión. En tal sentido, si estas allí a pesar del escabroso camino es porque previamente fuiste invitado, y tu atuendo ya es el correcto aunque no lo parezca.
@alelinssey20