Muy pertinente fue el editorial de El Nacional, publicado el pasado 13 de febrero, bajo el título “La política y los políticos”. En el mismo se resalta lo siguiente:
Una reciente encuesta, de la firma Datincorp, indaga sobre una muestra de casi 1.200 electores acerca de la salud política del país, de sus rechazos, de sus escasas preferencias, de los problemas que los agobian y de las vías para las apremiantes soluciones. Ante la pregunta de qué les viene a la mente cuando escuchan hablar de la política y los políticos (de cualquier signo), 70,4% dicen que «una gran decepción» y 21,2% «una total indiferencia».
Peor escenario que el anterior es pues imposible. No obstante la enorme decepción e indiferencia del pueblo venezolano, por delante tenemos un lapso de tiempo que, de darse los pasos pertinentes, podría producir una vuelta de tuerca. No podemos entonces sumirnos en la desesperanza.
Lo mejor a lo que podemos aspirar es que el candidato opositor de la próxima contienda presidencial sea una figura relevante y diferente a los personajes del mundo político de la oposición que por años se han venido repitiendo y que, sencillamente, ya experimentan el desgaste que inevitablemente se genera a consecuencia de sucesivas derrotas.
En nuestra modesta opinión, esa figura podría ser la cabeza de un conocido emporio cervecero de nuestro país, con el cual no tengo ningún tipo de relación (así lo hago constar) y que la mayoría de los lectores sabe muy bien quién es. Dudo, sin embargo, que el personaje en cuestión esté dispuesto a confrontarse con el heredero político de Hugo Chávez Frías, practicante contumaz de la arbitrariedad extrema y que, además, no dudaría en destruir la prestigiosa organización a la que nos referimos al inicio de este párrafo.
Es entonces obvio que el escenario que se nos presenta no es nada halagador. El hecho de que un gran número de opositores esté decepcionado de los líderes que en este momento aspiran a ser candidatos presidenciales podría dificultar que se cuente con una figura de lujo, algo indispensable para que la avalancha de nuestros votantes no pueda ser superada por el inefable conductor de Miraflores, quien dispone de los expertos magos de siempre. Ojo con eso.
A pesar de lo anterior, debemos reconocer que en la oposición se hacen esfuerzos para avanzar por buen camino. Lo anterior se puso de manifiesto con lo expresado recientemente por Jesús María Casal, actual presidente de la Comisión Nacional de Primaria. Según él, se cuenta con una eventual asistencia técnica del Consejo Nacional Electoral, lo cual no vulnerará el proceso de primarias que está convocando la Plataforma Unitaria. Dios quiera que todo siga avanzando por buen camino y la oposición se transforme en un corpus unificado.
Venezuela está infectada de malos ejemplos por una dictadura enloquecida que no se detiene ante el quebrantamiento de las leyes y la alteración del Estado de Derecho. Gran parte del país está en ruinas, lo cual es aliciente para que muchos compatriotas busquen otros rumbos. No obstante ello, aún tenemos tiempo para organizarnos. Lo más urgente es limar las asperezas que continuamente se hacen presentes en el campo opositor; nada lograremos desunidos.
Así pues, pase lo que pase, como un solo cuerpo tenemos que luchar por el rescate de nuestra democracia. Salgan sapos o salgan ranas y sin dubitación alguna, cuando llegue el momento, debemos ir a votar a favor del Estado de Derecho. Eso es lo que espera nuestra Madre Patria puesto que, si insistimos en mantener el actual estado de decepción y continuamos con la permanente indiferencia, sólo extenderemos la duración del estado de fracaso que ahora experimentamos.
@EddyReyesT