Una exageración es una verdad que ha perdido los estribos.

Gibran Khalil Gibran

 

En estos días, el conocido banco suizo Credit Suisse en un estudio de 7 páginas ha publicado su pronóstico para el crecimiento (incremento del producto interno bruto) del  20%.  Lo cual ha originado críticas, y protestas. Sea como fuere, el pronosticar economías no es algo fácil como pronosticar a qué hora pasa un autobús por determinada esquina, o a qué hora llegará un avión desde Nueva York al Aeropuerto de Maiquetía. El mismísimo Paul Samuelson se burla de los pronosticadores en un trabajo que yo mismo traduje hace algunos años titulado: “El pronóstico en economía y la ciencia”, (“Economic Forecasting and Science”, publicado en 1965, en la Michigan Quaterly Review), a este respecto, decía en sus primeras líneas:

Tal como los antiguos reyes tenían sus adivinos y astrólogos, los modernos magnates y los primeros ministros tienen sus pronósticos económicos. Los brujos occidentales usaban ese sombrero picudo el cual en tiempos actuales miramos como la gorra del tonto; y supongo que si sirve para la cabeza lo podemos utilizar.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial[1] dada la cantidad de información y la cantidad y calidad de su personal, podemos decir que son de lo mejor que hay en materia de predicciones o pronósticos económicos. Sin embargo, también tienen sus serias equivocaciones. Así, por ejemplo, se equivocaron en la crisis bancaria y financiera del año 2008. Como tampoco fue pronosticada la crisis energética que ocurrió en 1974. En el libro: AnIntroductionto Business Cycles and Forecasting, de David A. Bowers, Massachusets, Addison Wesley Publishing Co. 1985, tenemos que tiene un cuadro en su página 173 en donde se encuentran 13 indicadores que adelantan un crecimiento o decrecimiento económico, apenas cuadro indicadores que coinciden con un crecimiento o bajón económico, y 6 de indicadores rezagados de la actividad económica para Estados Unidos. De modo que no es tarea nada fácil ni siquiera en los propios Estados Unidos cuyas estadísticas y personal dedicado a estos menesteres están siempre estudiando las variables y su comportamiento. Y hasta para los más avezados econometristas es un poderoso reto la formulación de pronósticos. En el extraordinario libro de Lester Thurow (Corrientes peligrosas, México, FCE, 1988) en su capítulo IV. La Econometría, nos tira esta perla:

El problema se inició con la incapacidad de los modelos macroeconómicos para pronosticar los eventos adversos ¾la inflación acelerada¾, el desempleo sostenido y creciente, y la cesación del crecimiento de la productividad que estaban a punto de golpearnos en los años setenta. Esta incapacidad para el pronóstico minó la confianza de los economistas en los resultados econométricos y la confianza del público en los economistas. (p.118)

En el caso de Credit Suisse, tenemos en el cuadro de abajo, además del crecimiento pasado y pronosticado, algunas cifras más como la de la inflación y de las reservas internacionales.

PIB crecimiento en %2018

-19,6

2019 (E)

-35,0

2020 (E)

-25,0

2021(E)

8,5

2022 (E)

20,0

2023 (p)

8,0

Inflación en % Dic-Dic. anual130.0159.585,32.959,8686,470,651,1
Reservas internacionales BCV, en miles de millones de US $9,27,56,35,86,06,0

 

Aquí vemos cómo nos parecen razonables las cifras estimadas de la inflación y de las reservas internacionales. Ahora bien, también en la nota del pronóstico escrita en inglés por un analista Alberto Rojas se encuentran varios comentarios interesantes. Por otra parte, este analista de C.S también cita una encuesta de Datanálisis en donde se presenta que 70% de los venezolanos están en contra de las sanciones vigentes de Estados Unidos contra el sector petrolero, y apoyaría que se levantaran. Así mismo, el analista cita a otro grupo que encontró que en el año 2021 habían disminuido en 32% las protestas con relación al año 2020. Aparentemente ¾según C.S¾  los venezolanos están más pendientes de la economía y su bienestar personal, y no tanto del frente político. ¡Buena noticia para Maduro!, decimos nosotros. Así mismo, para C.S el chavismo se quedará por un tiempo, pero ello no significa que la comunidad internacional no pueda cambiar el rumbo del barco en una mejor dirección. El objetivo deberá ser llegar a las elecciones del año 2024 con mejores condiciones democráticas. (Otra vez, sugerida la tesis del diálogo gobierno-oposición).

Ahora bien, según unas líneas de un correo en inglés que me llegó: el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, tiene un número que se acerca al 7%. Marianela Palacios hizo una lista corta de proyecciones en Twitter entre otras: Cepal 3%; Econométrica y OVF 5%; e IIES-UCAB 8,6%. Esta última es muy seria porque presenta una buena cantidad de números y situaciones.  También según Francisco Monaldi, del Baker Institute, explica que para llegar a los números del año 2012 el llamado umbral de los dos dígitos podría alcanzarse si la producción de petróleo se duplica. Sin embargo, como él mismo dice: una recuperación del 20% en una economía que ha caído 80% quiere decir que todavía está 76% por debajo del nivel original. Necesitaría un crecimiento anual del 20% durante 9 años consecutivos para llegar a donde debería estar.

En conclusión, notamos que el Credit Suisse salpicado además de escándalos por las grandes fortunas ahí resguardadas de personajes vinculados a la corrupción en importantes empresas u organismos oficiales, está parcializado a favor las políticas económicas del actual régimen. Con lo cual la imparcialidad no se encuentra en ningún sitio del documento. También notamos que el analista cree que Venezuela se beneficiaría de la actual crisis o intríngulis petrolero debido a la guerra de Ucrania, cuando ni siquiera sus refinerías pueden suplir adecuadamente a su mercado interno. Tampoco menciona, para nada, del delicado equilibrio inestable en el cual con mínimas reservas internacionales ha logrado con las entradas extraordinarias por el alza de los precios petroleros sostener temporalmente la tasa de cambio del bolívar. Por lo tanto, tenemos la impresión firme de que ese boletín informativo del C.S para nada representa una información consistente, seria y valiosa para ser tomada en cuenta, sino gira en proyectos de negocios de la propia firma bancaria, que busca atraer fondos que escaparían del ojo de las autoridades del Departamento del Tesoro de Estados Unidos u otras entidades de vigilancia financiera.

[1] Las predicciones o proyecciones, de estas instituciones de renombre mundial, no exceden los dos o tres años. Jamás se han atrevido a períodos medianos o largos.


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