La aerolínea Plus Ultra recibió del gobierno español 53 millones de euros para su rescate, a pesar de que presenta problemas financieros desde 2011 y de que mueve menos del 1% del tráfico aéreo en ese país. De las decenas de líneas que operan en España, solo Plus Ultra y Air Europa recibieron ayuda. La primera es casi la única autorizada para realizar un vuelo directo Madrid-Maiquetía.
Por eso muchos se han mostrado suspicaces, sobre todo porque Venezuela ha vuelto a aparecer. No es una novedad cuando se habla en negativo. Apenas ayer en el Congreso de los Diputados se escuchó un “Quieren convertir a Madrid en Caracas”, proferido por la presidenta de esa comunidad, Isabel Díaz Ayuso. El gobierno de Pedro Sánchez puede socorrer a quien le provoque. Pero la opinión pública de ese país tiene derecho a juzgar sus actuaciones en momentos de pandemia y pocos recursos. Más si quien otorga buena parte de los subsidios es el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, el mismo que se reunió con Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas violando disposiciones de la Unión Europea y creando un escándalo que no debe olvidarse.
Volvamos a Plus Ultra. Según los entendidos desde el punto de vista comercial es un caso perdido desde hace muchos años. La empresa que posee 47% de las acciones de la aerolínea tiene como directivos a 3 venezolanos y el medio digital Vozpópuli afirma que están vinculados con la primera combatiente Cilia Flores y con la vicepresidenta Rodríguez. Algún interés debe representar para que su rescate se convierta en un caso de suma importancia.
Afortunadamente, en España las instituciones funcionan y son respetadas. Los medios de comunicación tienen plena libertad para investigar y publicar la verdad de los hechos y cuentan todavía con un sistema de partidos que ejerce contrapeso. El Partido Popular está pidiendo explicaciones al gobierno de Sánchez y sospecha que se trata de un parapeto para hacerle llegar dinero al régimen de Maduro, lo cual, de comprobarse, sería otro escándalo a escala europea. En algún momento Sánchez o Ábalos tendrán que dar explicaciones sobre Plus Ultra.
Por lo pronto, lo que menos necesitan los venezolanos es hipocresía. España ha acompañado la lucha por recobrar la democracia que libran a diario los opositores. Sería una cachetada si en verdad están ayudando mediante subterfugios al régimen. La presión internacional en contra de Maduro ha demostrado ser importante para apoyar la exigencia de unas elecciones generales democráticas y libres. Esperemos que España nos siga acompañando.