Los venezolanos en Estados Unidos somos una comunidad cercana a las 400.000 personas, de la cuales aproximadamente 250.000 están sin estatus migratorio, estos venezolanos se encuentran en las sombras de la sociedad prácticamente viviendo del socorro y la ayuda, la mayoría de ellos deambulan entre estados y ciudades a la espera de una oportunidad para llevar la comida a su hogar, muchos de estos compatriotas se han refugiado en ciudades santuarios en busca de acceso mínimo al sistema, se les puede ver en colas para obtener licencias de conducir, también en los refugios en busca de cuartos y baños para limpiarse, realmente es muy dura la vida para nuestros queridos hermanos y sobre todo si tiene una familia que alimentar.

En una oportunidad visite una misión de rescate, que en Venezuela seria como una fundación de atención a los pobres, imaginen ustedes queridos lectores que en este tipo de organización pueden llegar ofrecer hasta 900 camas de refugio seguras para personas sin hogar y servir más de 4.000 comidas nutritivas para alimentar a los hambrientos, en uno de estos lugares conocí a Aquiles, un venezolano con quien tuve oportunidad de conversar, me dijo que era oriundo de Maracay, que tenia 2 años en Estados Unidos y aun no recibía sus papeles de trabajo, me habló de su empleo como administrador en Venezuela, pero que ahora trabajaba a riesgo en labores de limpieza, construcción y lo que salga. Que deseaba estudiar ingles pero el College le pide una identificación que aún no puede obtener. Me comento que su petición de asilo le fue rechazada, simplemente él no tuvo dinero para pagar un abogado y su interprete no le ayudo en la entrevista, así que para el oficial de asilo, probablemente motivado por el frente antiinmigración de Trump, cuyo Gobierno restringió la definición de “miedo creíble” que permite a un indocumentado solicitar protección en Estados Unidos, de hecho un estudio de la Universidad de Syracuse ha determinado que solo un 14,7% de las peticiones de asilo pudieron superar el umbral de “miedo creíble” en los tribunales, así que imagino para este oficial fue un simple trámite indoloro colocar a Aquiles en vía directa a los tribunales y simultáneamente cumplir con esa supuesta cuota de negación masiva de asilos.

Aquiles me dijo que no podía volver a Venezuela, que lo había perdido todo, su casa ha sido invadida, sus bienes han sido robados, no le queda absolutamente nada, pero además es un denunciante de un político de alto perfil en el madurismo. Que estaba muy agradecido con la gente de la misión porque le ayudaban a sobrevivir, que su situación es tan grave que tuvo que separarse temporalmente de su familia y venirse a vivir solo en el refugio para no colapsar la casa donde están su esposa e hijo con unos parientes, realmente es muy triste y lamentable su historia.

Aquiles no es el único, hay miles de venezolanos como él en los Estados Unidos con sus historias, lo cierto es que el sistema de asilo para los venezolanos fracasó durante la administración Trump, el colapso ha llevado a oleadas de venezolanos a transitar entre el limbo legal, ya que no sólo les rechazaron el asilo y los mandaron a tribunales, sino que además no tienen documentos de trabajo. Se sospecha que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos conocido como USCIS  mostró poca receptividad con los casos de solicitantes de asilo de Venezuela, pudiéramos pensar que es incomprensible esta actitud, actuaron contrariando la retórica de su jefe, el mismo Trump quien alertaba al mundo sobre la amenaza de Maduro mientras denunciaba sus crímenes contra la población indefensa venezolana, lo menos que se esperaba de su agencia migratoria era una política de conciencia, pero ocurrió todo lo contrario, negación y deportación, entonces quien los entiende, el discurso de Trump decía que los venezolanos corrían peligro pero en la acción de sus oficiales de migración los deportaban. Esa era la verdadera y triste historia de los venezolanos con Trump.

Lo cierto es que fue el señor Trump quien genero innumerables sanciones contra Maduro y su régimen, el señor Trump se mostraba condenando, rechazando y denunciando a Maduro pero repito, la contradicción de su oficina de migración era tan grande que congresistas incluso de su propio partido, tal es el caso del senador Marcos Rubio, denunciaban la deportación de venezolanos, que  violaba procedimientos legales, porque no esta permitido vuelos directos a Venezuela, se cree que estas deportaciones se hacían con vuelos a través de terceros países, realmente fue grave esta denuncia, lo menos que merece es una investigación en el Congreso, es importante conocer el paradero de estos venezolanos.

Durante el mandato del presidente Trump, quien se hacía llamar amigo de Venezuela, se impidió reiteradamente la aprobación de un TPS, siglas que significan estatus de protección temporal, fue el mismo Trump quien se negó a firmarlo no una, sino tres veces, fue en esos momentos que vi el verdadero rostro detrás de esa administración, pienso que ellos nosotros los venezolanos solo le éramos útiles para su discurso divisivo, para componer una retórica que lanzaba sobre sus adversarios basada en el socialismo de Maduro y Chávez, que uso reiteradamente para bombardear la reputación del partido Demócrata y sus líderes, no sería descabellado suponer e inferir que su objetivo nunca fue sacar a Maduro del poder, más bien lo contrario, que le convenía tenerlo para alimentar su fuente política,  fue la campaña del señor Trump quien comparó a Biden con Maduro o los demócratas con los socialistas de Maduro, fue de esa forma que manejaron la imagen de nuestro país, como una especie de ariete para golpear políticamente a su adversario y movilizar el voto.

Lamentablemente un grupo de venezolanos numerosos que incluye a políticos en el exilio, periodistas e influencers se prestaron para impulsar esa retórica de odio, pese  que a todas luces sabían que estaba mal, que en ese discurso de odio de esa administración Trump no solo fueron afectados los venezolanos sin protección legal, también las minorías perseguidas por su condición sexual, los afroamericanos por su raza, las madres que fueron expulsadas con bebés recién nacidos, los dreamers que deportaban muchos ni siquiera hablaban el español. Estaba mal todo esto, sin embargo esta gente le apoyaba.

Ahora me pregunto si esta administración saliente Trump puede dormir tranquilo después que mucha gente en Venezuela ha muerto esperando por cosas tan básicas como medicinas o comida, pero hemos visto a Maduro y su grupo felices comprado más armas a los rusos, ellos se hicieron con el control de la Asamblea Nacional, han comprado a la oposición, deberían estar presos pero siguen libres y Venezuela esclavizada y subyugada a otros países como Rusia, China y Cuba.

Por cierto mientras redacto este post estoy leyendo sobre una medida a ultima hora tomada por el señor Trump para “supuestamente” proteger a los venezolanos, ahora que poniendo lupa en esto, según el diario Político esta acción del Presidente se le llama programa de Salida Forzada Diferida, o DED, y al parecer ofrece un estatus legal temporal a los venezolanos similar al Estatus de Protección Temporal o TPS, así que esta iniciativa a última hora del señor Trump es una forma legal que protege a los venezolanos de la deportación y permite obtener permisos de trabajo, es otorgado directamente por el presidente en lugar del Departamento de Seguridad Nacional que es la oficina que trabaja con el asunto migratorio”.

Estoy leyendo que este mecanismo legal tiene una desventaja ante el TPS, y según la revista Político no participa el Congreso y puede ser anulado ejecutivamente de forma directa, no es un instrumento superior al TPS, lo que dice político es que “la decisión de usar DED en lugar de TPS se debe a la preocupación de algunos republicanos de que el TPS eventualmente se convierta en un camino hacia la residencia permanente en los Estados Unidos”, francamente esta gente considera que no somos merecedores de un TPS.

Según Político “la Salida Forzada Diferida DED es designada por el presidente y le da al director ejecutivo la capacidad de ponerle fin sin tantos obstáculos de procedimiento”, a tan solo 6 horas de dejar su cargo en la Casa Blanca, se ha decretado un estatus legal inferior al TPS para los venezolanos, de ser así esperamos que este decreto sea revisado por la administración del presidente Biden.

Pienso que si este DED es desventajoso, debemos rechazarlo ante la oportunidad de obtener algo mejor con Biden, espero que el embajador Vecchio se una a nosotros rechace esto, y apoye un TPS, nuestro país no merece tanta olvido y negligencia, estamos hablando de Venezuela, que tiene una dictadura peor que la cubana cuando estaba vivo Fidel Castro, por lo sangrienta y mortifera que es, el régimen de Maduro esta señalado por crímenes de lesa humanidad ante la CPI, no se puede permitir algo menor que un TPS para los venezolanos.

Lo que está insinuando la redactora de Político Sabrina Rodriguez con su post es que el decreto se acomoda para complacer a  la comunidad de venezolanos en Miami, y hacer potable a la familia presidencial, según político  “los asesores de la Casa Blanca, Ivanka Trump y Jared Kushner, participaron en su avance. La decisión, que llega menos de 16 horas antes de que termine la presidencia de Trump, probablemente será una buena noticia en el sur de Florida, donde él, su hija y su yerno residirán pronto”. Bien después de leer esto solo espero que no sigan haciéndonos más favores como estos. Esta noticia va a traer cola.

Ahora quiero destacar como hecho positivo el trabajo que hacen otros venezolanos dando la cara por esa mayoría de venezolanos que están sin protección y que aportan una solución. Precisamente, conversé con Helene Villalonga, una de esas mujeres a quien todos reconocen su labor como promotora del TPS desde los primeros días hace más de 10 años, a tal punto que incluso todos estos políticos recién llegados le han pedido consejos.

Helene ha trabajado con varios congresantes apoyando sus proyectos de ley, me dice que en la actualidad está apoyando el proyecto presentado por el congresista demócrata Darren Soto y que acompañan una delegación bipartidista que incluye al congresista republicano Mario Díaz Balart.

Converse con Helene y me dijo que tuvo un largo camino empedrado para poder obtener su ciudadanía, cuando presento su caso el oficial de asilo la envío a tribunales, así que ella estuvo 10 años luchando por ser escuchada y denunciado a los oficiales de inmigración que injustamente no le otorgaron su merecido asilo, hasta que logró finalmente su asilo y posteriormente su nacionalidad, al igual que su hijo Juan Correa Villalonga quien fue deportado 2 años para Venezuela para luego volver y obtener su ciudadanía. Ella piensa que los venezolanos debemos dejar las diferencias políticas y unirnos en torno al tema del TPS.

Me dice que pudiera estar ocupada en otros asuntos más lucrativos ya que logro su sueño americano, pero que solo pensar que un venezolano esta en la calle, sin trabajo por falta de papales de trabajo, le impulsa a mantener activo su movimiento AMAVEX en favor de el TPS, y pienso que ya esta a punto de lograrlo.

También el TPS ha sido una bandera de lucha para oyros venezolanos que los puedo mencionar, entre ellos a Adelys Ferro con su grupo de venezolanos con Biden y Emilio Buitrago con la Casa de Filadelfia, a todos ellos los veíamos reiteradamente en Facebook promoviendo reuniones de apoyo para el TPS y otros que seguramente conoceré en el futuro, esta gente son conocedores y representantes de la comunidad venezolana desde hace por lo menos 20 años, así que siempre les acudo para actualizarme sobre estos temas de inmigración en USA, creo que debemos estar agradecido por el trabajo que desarrollan.

Tuve una conversación grabada en video con Helene Villalonga donde nos da Tips de interés sobre el TPS, así que la comparto con ustedes en este post.

Se les quiere mucho, nos leeremos en una próxima oportunidad en El Nacional

 

@estebanoria


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